Por Gilberto Lavenant
Los políticos, casi nunca son francos y directos. Generalmente fabrican su lenguaje a base de indirectas, metáforas, analogías o supuestas directas, pero sin mencionar nombres.
Para interpretarlos, y tratar de entender lo que tratan de decir, se tiene que recurrir al “atado de cabos”. El relacionar frases o expresiones, con hechos o circunstancias. No es nada fácil.
Esta semana, la dirigente estatal del PRI, Nancy Sánchez Arredondo, dejó todos desconcertados a priístas ensenadenses.
Fue una reunión con integrantes del grupo Ciudadanos de Ensenada. Se trataba de hacer un análisis sobre el contenido y alcance del primer informe del gobernador panista, Francisco Arturo Vega de la Madrid. Le gusta que le llamen Kiko.
Como era de esperarse, al fin y al cabo, de partidos políticos contrarios, y además ostentando el cargo al que aspiraba su amigo Fernando Castro Trenti, lo puso “como lazo de cochi”. Ya saben cómo los dejan los puercos.
De entrada, señaló que Baja California está mal y promete estar peor, refiriéndose a los resultados del primer año de administración del gobernador panista.
Sin embargo, el denostar a la administración de Kiko, no fue lo que desconcertó y sorprendió a los presentes.
No, fueron una serie de frases, que sonaron como fuertes indirectas, o que hubiesen sido groseras directas, si se hubiese atrevido a mencionar nombres. Lo que sí, no quedó duda alguna es que se refería a priístas.
Obviamente, a personajes con los que ha andado juntos. A esos que evidentemente fueron sus amigos, pero que ya andan en otros rumbos, o se están transformando, de priístas a militantes de alguna otra organización partidista.
Dicen, que quienes le escuchaban, voltearon a verse, recíprocamente, tratando de descubrir a los destinatarios de tales señalamientos.
Al parecer, sin ton, ni son, Nancy hizo las expresiones siguientes :
“No me gusta juntarme con traidores”.
“No puedo caminar con alguien que no sé a qué hora me va a traicionar”.
“Tampoco me gustan los priístas mutantes”.
Nadie se atrevió, según parece, a preguntarle a quien o quienes se estaba refiriendo.
Quedó claro, bastante claro, que se refería a priístas, con los que acostumbraba caminar juntos. Pero que ahora ya no lo haría, por temor a que la traicionaran.
Se refirió a los traidores, y solamente traiciona, quien promete fidelidad.
Lo mismo habló de priístas mutantes. Aquellos, que visten la camiseta partidista, según convengan las circunstancias.
Pueden seguir siendo priístas, pero abandonar el castrotrentismo, del que fueron integrantes durante tantos años y ahora transformarse a hankistas. Peor aún, dejar de ser priístas, para convertirse en panistas. O en Phankistas.
No se sabe, pero se presume, que se refería a René Adrián Mendívil Acosta, que recientemente fue sorprendido, negociando con kikistas y hankistas y que incluso entró a terreno del Grupo Caliente, los dominios de Hank Rhon.
Como que se le olvidó muy rápido, la confabulación entre hankistas y kikistas, para lograr el triunfo electoral de Kiko Vega a la gubernatura, a cambio de provocar la derrota de Castro Trenti.
Luego se le vería, de la mano de Ricardo Magaña, Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, repartiendo las llamadas “Tarjetas Kontigo”, cual si fuese parte del panismo.
Hubo quienes manifestaron que Mendívil, actuó con madurez política, al compartir escenarios y hasta posibles negociaciones, con quienes –casi se da por cierto- causaron la derrota electoral del ahora Embajador de México en Argentina, en su carrera por la gubernatura.
Cierto o falso, justificado o injustificado, Mendívil debió solicitar la anuencia de la dirigente partidista estatal. Como miembro de un partido político, no se manda solo. Dicen, que “donde manda capitán, no gobierna marinero”.
Haciendo un somero repaso del priísmo, no parece que exista algún otro priísta, distinto a Mendívil, al que pudiesen quedarle “los sacos”, lanzados por Sánchez Arredondo.
Las expresiones del desconcierto de los priístas, fueron publicadas el pasado miércoles en la columna La Bufadora, suscrita por “El Mosquito”, en el periódico El Vigía, de Ensenada.
El columnista hizo referencia a los acercamientos de Mendívil con kikistas y hankistas, eb las columnas relativas al abordaje político del Poder Judicial del Estado, los días 15, 16 y 20 de septiembre, así como en la del 5 de octubre.
Así como aquella del 16 de octubre, en la que observaba, que Mendívil ya no forma parte del castrotrentismo. Que ya es “agente libre”. Que por eso sus negociaciones con los Phankistas. Fue la dirigente estatal priísta, quien ahora habla de priístas mutantes y traidores. Solamente le falta mencionar los nombres y proceder en consecuencia.
gil_lavenants@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario