Luego del escándalo, provocado por la revelación de que se había librado una orden de aprehensión, contra Guillermo Trejo Dozal, Secretario General de Gobierno, el segundo en importancia. luego del Gobernador Francisco Vega de la Madrid, han surgido múltiples especulaciones.
Antes de entrar el tema, cabe observar que, ante el silencio del gobierno estatal, y en especial del propio funcionario estatal, así como de los demás inculpados, se aplica aquello de que : “el que calla, otorga”, o sea que tácitamente se confirma la certeza de este asunto.
Además, obviamente, no hubo información o aclaración oficial, por la simple razón de que no hay nada qué aclarar. En el texto de la copia de la orden de aprehensión, está perfectamente precisado, cómo ocurrieron los hechos imputados a los ahora inculpados. Lo que está claro, no se puede aclarar más.
Sin embargo, nadie puede acusar, al aparato gubernamental, que encabeza Kiko Vega, de no haber hecho nada, para tratar de frenar o evitar el escándalo. Lograron, en parte, sofocar el asunto, pero no pudieron coptar a las redes sociales, que circularon la información correspondiente, como si fuese un río desbordado, que todo arrolla a su paso.
Así mismo, es importante destacar, que las órdenes de aprehensión, en el fuero común, se manejan con todo sigilo. Solamente las conocen, el juzgador que la emite, el secretario de acuerdos que le asiste, así como la estructura, de la Procuraduría de Justicia, que interviene : agente del ministerio público y los policías ministeriales asignados para ejecutar la orden de aprehensión.
Y si esto es un enorme secreto, en materia de la justicia estatal, con mayor razón lo es en el ámbito federal. La sola revelación, de la existencia de dicha orden, basta para revisar la estructura operativa y empezar a “cortar cabezas”, de quienes hayan propiciado tal indiscreción. Y claro, en este, como casi en todos los casos similares, se aplica la “Ley de Hilados y Tejidos”, que advierte : “el hilo se revienta por lo más delgado”. Y así será,
Luego que se encuentre “el hilo roto de la madeja”, que dió lugar a la revelación de este asunto, a la opinión pública, seguramente se sabrán muchas cosas, que en estos momentos constituyen o generan meras especulaciones.
Muchos afirman, que esto es “fuego amigo”, como se dice, cuando tal o cual información, procede del mismo equipo o partido político. En este caso, se dá un detalle especial : Trejo Dozal, está integrado en un equipo panista, pero no es panista.
Empero, para nadie es un secreto, que nadie, del equipo kikista, lo soporta. Es un individuo soberbio. Incluso, se dá más ínfulas que el propio Kiko Vega. Además, presúme que es más político, que el Gobernador. Que es el poder tras el trono.
Se dice, que debido a tales actitudes. En marzo pasado renunciaron dos de los principales asesores de Kiko Vega, Salvador Morales Muñoz y Raúl Leggs Vázquez. Se sentían incómodos, como si estuviesen incrustrados en un gobierno priísta. Aunque hubo quienes señalaron que el roce o desacuerdos fueron con Mario herrera, Coordinador de Gabinete, aunado a las discordias con Trejo Dozal, les resultó insoportable, y mejor dimitieron.
Así es que, la revelación respecto a la existencia de la orden de aprehensión, contra Trejo Dozal y demás inculpados, efectivamente fue “fuego amigo”, en tanto que salió del propio equipo kikista, pero que ya no soportaba la arrogancia del, hasta ahora, Secretario General de Gobierno.
Aunque pudiesen salir, con que fueron los priístas. Solamente que los más beneficiados con la salida de Trejo Dozal, para asumir “su nueva designación”, en las celdas del penal, son los propios panistas. Han de estar tirados en el suelo, revolcándose, a risotadas. Ni modo que lo nieguen. Bueno, tienen la esperanza de que no les “salga peor, el remedio, que la enfermedad”. No duden que Cuauhtémoc Cardona, está formado al frente de la lista de los aspirantes a relevar al inculpado.
Por cierto, el columnista recibió algunas observaciones y críticas, por no haber mencionado al Secretario de Desarrollo Económico del Estado, Carlo Humberto Bonfante Olache, supuestamente también involucrado en este asunto. Cabe observar que la orden de aprehensión no lo señala como inculpado, aunque si se le incluye, en el oficio número 06-367-II-1.1/11253, a que se hace referencia en la foja 35 del citado documento, mediante el cual, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, lo menciona como otra de las personas que, junto con los demás indiciados, habían venido realizando operaciones activas de seguro, sin contar con la autorización correspondiente. Hechos estos, tipificados como delito federal.
También es justo observar, que la actividad que realizaban, en apariencia no es ilícita, pero, conforme a lo dispuesto en el artículo 141, fracción I, en relación con el diverso 3, fracciones I y IV de la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, sí constituyen delito y por lo tanto se sanciona con cárcel.
Además, en los términos de ley, la denuncia fue presentada ante el Ministerio Público Federal, por el Licenciado Flavio Carlos Valadez, en su carácter de Director de Delitos Financieros, de la Dirección General de Delitos Financieros y Diversos, de la Subprocuraduría Fiscal de la federación, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, previa consulta con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. En pocas palabras, esto no es cualquier cosa, ni simples errores de apreciación.
Trejo Dozal, puede interponer amparo contra la orden de aprehensión, pero no podrá evitar el tener que declarar ante el Ministerio Público Federal e incluso pisar la cárcel. Las especulaciones, salen sobrando.
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