Por Alfredo Calva
En la sesión del congreso del estado, por cierto, celebrada en el palacio municipal de Ensenada, la diputada Laura Torres, presente al pleno una propuesta de reforma constitucional al apartado A del artículo quinto de la máxima ley de estado de Baja California, y en el que pide paridad hacia el género femenino, para tener igualdad política electoral.
La legisladora fundamenta su propuesta a sus correligionarios en que, una democracia real y efectiva debe de extenderse a todos los individuos y grupos sociales, deben de derribarse todas las estructuras que fomentan la desigualdad y cuestionan la legitimidad de la democracia, como lo es la baja presencia de mujeres en los espacios de representación política en nuestro país y en la entidad.
Debido a la lucha y exigencia de las mujeres políticas en México, el presidente Enrique Peña, envió al Congreso de la Unión, iniciativa para modificar el Cofipe (la cual fue aprobada) para que los partidos políticos se vean obligados a otorgar el 50 por ciento de sus candidaturas al senado y las diputaciones federales a mujeres.
Tomando esta referencia, y considerando que Baja California ha sido punta de lanza en materia política electoral para el resto del país, la diputada rosaritense presento al resto de los legisladores, la jurisprudencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que soporta el planteamiento para que se cumpla el principio democrático constitucional que concede derechos a los ciudadanos hombres y mujeres, al que se añade el principio de la no discriminación.
Es por ello, que propuso, por no decir exigió, paridad, pero no solo en las candidaturas a diputados, sino que ésta paridad abarque la de munícipes, es decir, que tengan las mujeres el mismo número de candidaturas en alcalde, sindico y regidores, lo que entonces si dará igualdad a las mujeres en el ámbito político electoral.
Los mexicanos somos excelentes imitadores de lo que nos conviene, especialmente el género masculino, aunado a nuestro machismo que se encuentra en nuestro ADN, hemos hecho de los principios de universalidad de la revolución francesa, en donde la igualdad, libertad y fraternidad, simple utopía, porque al traducirse a la realidad para concretarse políticamente, estos se restringen para las mujeres.
Se debe erradicar la hipócrita simulación de democracia que vivimos, no se puede continuar con un sistema de gobierno en el que, si bien las mujeres tienen formalmente los mismos derechos que los hombres su situación en la práctica es distinta, eso es simulación democrática.
La escasa presencia de mujeres en cargos importantes de poder político, se explica por nuestras prácticas culturales fuertemente enraizadas que tienden a asignar a hombres y a mujeres papeles distintos y desiguales, tanto en la esfera pública, privada o familiar.
La iniciativa presentada, que fue enviada por acuerdo del pleno a la comisión de Gobernación, Legislación y puntos Constitucionales, para su análisis, aprobación o rechazo, representa un firme avance en materia electoral para las mujeres, quienes se abren paso en el mundo de la política para demostrar que pueden aportar a construir una mejor sociedad.
Ahora es tiempo de que las diputadas que integran la XXI legislatura se sumen a la iniciativa de reforma al artículo quinto apartado A, que presento su compañera en el congreso y que permitirá a las mujeres tener la igualdad para accesar a los cargos de poder político de importancia, que hasta el momento se encuentran destinados exclusivamente para los hombres.
La razón las asiste, es hora de hacer justicia y respetar, no solo reconocer, sus derechos.
Equidad, paridad e igualdad, para las mujeres en política electoral.
Se han tardado..
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