Por Gilberto Lavenant
Los panistas, encabezados por una parte por el Gobernador Kiko Vega, y por el diputado Cuauhtémoc Cardona, por la otra, se pasaron de listos. Quisieron “chamaquear” a los legisladores locales, presionándolos para someterse a un plan de austeridad, que implicaría reducir sus sueldos, así como el presupuesto del Congreso, pero que no tendría aplicación para el ejecutivo.
Seguramente, los panistas perdieron la proporción de las cosas al ver cantidades con varios ceros, pero no conformes con los montos, quisieron ir más allá, reducir los gastos del legislativo, para acumularlo al gasto del ejecutivo estatal. Las elecciones son hasta el 2015, pero dicen que “hombre precavido, vale por dos”.
Puesto en marcha dicho plan, presionaron a los integrantes de la legislatura estatal, para que se sometieran al plan de austeridad, que implicaría reducir sus dietas y además disminuir el presupuesto del Congreso. Plan que no aplicaría al Ejecutivo, a fin de que este siguiera gastando a manos llenas los recursos públicos, sin freno alguno, como lo hizo José Guadalupe Osuna Millán. Ese es el meollo del conflicto presupuestal.
En otras palabras, los panistas se sobreestimaron, se sintieron con bastantes habilidades y experiencia, para dar migajas a los legisladores y cumplir con la promesa de campaña de reducirles el presupuesto, pero sin aplicar tales medidas al ejecutivo, más allá del simple discurso. Supusieron que los demás legisladores, son unos niños tontos e ignorantes.
Pero no les salieron las cosas, como las habían planeado. Cuauhtémoc estiró tanto el hilito, que lo reventó. La mayoría de los legisladores no solamente se percataron del pretendido engaño, sino que se rebelaron y decidieron no reducir su presupuesto, ni sus sueldos, salvo que la medida se aplicara por parejo, tanto en el ejecutivo, como en el judicial.
Este asunto, no es de pocos montos. No se trata de pesos y centavos, sino de cantidades muy elevadas, que seguramente alcanzarían hasta para hacer “un guardadito”, para las elecciones del 2015.
La noche del martes 10 de diciembre, Kiko Vega presentó al Congreso del estado el proyecto de presupuesto de egresos por un monto de 39 mil 629 millones de pesos e ingresos por una cantidad similar. El propio Gobernador dió a conocer que, a fin de no aumentar impuestos, quizás tendría que recurrir a un crédito por unos mil millones de pesos.
El Secretario de Planeación y Finanzas, Antonio Valladolid, manifestó que dicho proyecto atiende a la realidad financiera del Estado, y que representa el esfuerzo que hará el Gobierno del Estado de Baja California para apoyar la economía de los bajacalifornianos en un año que se prevé complicado en el aspecto financiero. Seguramente ni él mismo se creyó lo que dijo.
Obviamente, el dirigente estatal del PAN, José Luis Ovando Patrón, salió a decir lo mismo que ya había dicho el titular de Finanzas. Palabra por palabra, como si fuese eco.
Puesto en marcha el supuesto plan de austeridad, los panistas lograron que la Comisión de Administración y Finanzas de la Legislatura, que preside la diputada panista Mónica Bedoya, se redujera en casi 120 millones de pesos el presupuesto del Congreso, lo que implicaría disminuir en un 20% las dietas de los legisladores.
Hasta ahí, aparentemente, todo les salía bien a los panistas. Kiko Vega, cumpliría su promesa de campaña de reducir el presupuesto del Poder Legislativo, afirmando que era el más costoso del país, y Cardona, demostraba sus habilidades políticas, que abonarían en su carrera hacia la Presidencia Municipal de Tijuana en los comicios del 2015. Además, lo que le arrebataran al presupuesto del legislativo, se sumaría al ejecutivo, que tendría muchos más recursos. Quizás hasta para guardar un poco para los gastos de campaña de los siguientes comicios.
Sin embargo, los diputados no son tontos y no necesitaron de conocimientos especiales, para darse cuenta del pretendido engaño. Se reunieron en la Coordinación Política, dejaron sin efecto los acuerdos de reducción presupuestal y salarial tomados en la Comisión de Administración, encabezada por la diputada Bedoya y decidieron que el presupuesto del 2014 sería por un monto de 661 millones de pesos, similar al del 2013.
Pretendiendo exhibirlos como gastalones y anti austeridad, el jueves 12 de diciembre, Cardona emitió un boletín de prensa, acusando a los grupos parlamentarios del PRI, PT, PVEM y PRD y casi elogiando a los panistas y sus aliados, como los únicos dispuestos a cumplir los compromisos de austeridad hechos en campaña. Con ello, en lugar de apagar el fuego, le echó más leña a la hoguera.
Las reacciones, fueron fuertes, en contra no solamente de Cardona, sino incluso en contra de Kiko Vega. El Diputado perredista, Roberto Dávalos, señaló que el presupuesto del Gobernador es excesivo y opaco. Que no solamente no cumple con la pregonada política de austeridad, sino que plantea dos opciones : aumentar impuestos o recurrir a más deuda.
René Mendívil, coordinador del bloque priísta, casi dijo mentiroso a Cardona, señaló que sí están dispuestos a adoptar medidas de austeridad, para lograr ahorros hasta por 150 millones de pesos, pero que Benavides pretende que se le regresen al ejecutivo para utilizarlos en gasto corriente.
Total, aunque el frío es intenso en Mexicali, el recinto legislativo está que arde. A tal grado, que los diputados están listos para “quemar en leña verde” a Kiko Vega, cuando se trate de analizar su proyecto de presupuesto para el 2014, que ya de antemano califican de excesivo y opaco.
gil_lavenants@hotmail.com
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