Por Laura Sánchez (El Universal)
La primera vez que a César se le vio fue vestido de amarillo. Era de 2 mayo de 2012 y el ex candidato Andrés Manuel López Obrador cerraba su campaña con miras a la Presidencia de la República; ese día, la mayoría de las miradas no fueron para el perredista, se centraron en el joven.
Un año después, volvió aparecer: vestido de morado, barbado y de pelo ralo hasta el hombro se sentó en la mesa del entonces candidato panista Francisco Vega de Lamadrid. Otra vez, las miradas incrédulas fueron totalmente para él.
No tendría nada en particular que un joven que apenas alcanza los 33 años apareciera en eventos panistas y perredistas, salvo el hecho de que es heredero de un apellido de abolengo priísta: es hijo del ex alcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon, y nieto de Carlos Hank Gonzalez, líder del mítico grupo de Atlacomulco.
Hace un par de semanas César Hank fue nombrado representante del Instituto de Cultura de Baja California; el nuevo gobernador emanado del PAN consideró que el hijo del empresario dueño de casinos había presentado el mejor proyecto para la institución.
Se dice militante de izquierda. Ha apoyado abiertamente a Andrés Manuel López Obrador desde el año 2006 y después se incorporó a las filas del partido Movimiento Ciudadano (MC); además de ser cantante de un grupo de reggue y promotor cultural.
Desde su nombramiento como representante del Instituto de Cultura de Baja California algunos priístas lo consideran una traición; otros, un acto de pleitesía de Francisco Vega de Lamadrid al poderoso empresario Jorge Hank. Pero a César, asegura, lo tienen sin cuidado ese tipo de comentarios, “soy un artista y presenté un proyecto”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, César Hank explica que no le importa lo que piensen de él, en su casa, artistas o priístas: “No fue un nombramiento político. No soy un político, yo soy un artista. Nunca me ha importado lo que piensen de mí”, sonríe retadoramente el joven.
Los ojos verdes, razgados, sugieren el parecido con su padre Jorge Hank Rhon. César es el que más se le asemeja de sus 19 vástagos. Hijo de priístas, revela que su ideología partidista ha causado conflicto dentro de la familia.
“Pero también en eso soy muy afortunado, que se ha llegado a entender mi ideología; tenemos bastantes diferencias y yo creo que es muy importante saber respetar eso; en mi caso me ha costado trabajo, pero se ha dado”, comenta.
César Hank asegura que nunca ha sido incongruente. “¿Cuándo me han visto en un evento del PRI?, a ver, que me muestren una fotografía con mi participación e inclusive de mi papá, yo nunca he participado”, y repite que si aceptó la encomienda de Kiko Vega Lamadrid es porque sintió su pasión por la cultura.
Cuenta que a pocos días de terminar la campaña por la gubernatura de Baja California, lo invitaron a participar en un evento de Francico Vega, de ahí su interés. Desde ese momento comenzó a gestarse un proyecto cultural. Con el pasar de los días, el equipo de campaña del panista lo invitó a participar.
Su padre, Jorge Hank Rhon lo felicitó, aunque le advirtió que tiene que llegar temprano a trabajar y estar listo para las críticas. “Me dice que si lo voy a hacer que lo haga bien y si estoy consciente que es el servicio público, ya no seré dueño de mi tiempo”.
César Hank invitó a toda la comunidad cultural a tocar su puerta, siempre les abrirá. Anticipa que durante su gestión como funcionario público mantendrá los proyectos iniciados por su antecesor e incorporará otros más innovadores.
“Una de mis intenciones es llevar a cabo un festival internacional aquí en nuestra ciudad, un festival al nivel de Coachella, algo que nos ponga en el mapa cultural musical. Un plan que combine la vanguardia, el arte y todas las disciplinas. Que sea autogenerador de recursos y no le cueste nada al gobierno, si no que traiga derrama económica a la región”, comenta.
El ahora representante cultural al servicio del Partido Acción Nacional (PAN) es nieto del profesor Carlos Hank González, quien fuera gobernador del Estado de México, además era conocido por ser el supuesto líder del grupo de Atlacomulco, una presunta agrupación de políticos militantes del PRI.
Su padre, Jorge Hank Rhon, ha sido un político excéntrico y controvertido: ex presidente municipal de Tijuana; dueño de casinos; propietario de un equipo de futbol en primera división; acusado de ser el autor intelectual en el asesinato de un periodista; dentro de su residencia se mandó a construir un zoológico internacional; detenido por tráfico de animales exóticos; encarcelado en la penitenciaria “El Hongo” por acopio de armas de fuego, son sólo algunos de los momentos más polémicos del priísta.
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