“En este encuentro con los jóvenes, naturalmente que no era un encuentro del Papa exclusivamente con los jóvenes, el Papa aprovechó su estancia en Brasil para tantas cosas como tocar puntos de la política y tan precisos, porque fue un llamado de atención también a la política pidiéndoles que un punto clave es el aprovechamiento del diálogo como un método para poder llegar a resolver y tratar los asuntos por más difíciles que puedan ser”, dijo el Arzobispo.
Ejemplificó el diálogo que se puede dar de las culturas, de las políticas, de la educación, de las instituciones para que puedan llegar a conclusiones.
Y que como cabeza de la Iglesia Católica exhortó a salir a la periferia, a insertarse en la vida del ser humano. Por lo que a la gente no le debe sorprender que el sacerdote coma en la calle, se tome una soda o hasta una cerveza, ya que el sacerdote es una persona más que forma parte de la sociedad.
Aclaró que él como sacerdote puede hablar de política, más no de los partidos políticos, ya que también es afectado por las condiciones del pavimento, del alumbrado público, etcétera. Y definió el término política como vida de la ciudad.
“Igualmente al hablar con los jóvenes naturalmente su punto clave era invitarlos a un testimonio de vida, y decirles inclusive: ´hagan lío´ naturalmente que lío no quiere decir problemas, sino que hagan bulla, háganse presente, manifiéstense que aquí está la juventud que necesita de una atención y de unos espacios”, mencionó Monseñor Romo Muñoz.
También comentó lo que dijo el Papa Francisco en relación a las personas mayores, quienes tienen la sabiduría acumulada, a quienes no se les debe descuidar ni despreciar a los ancianos.
Pide justicia por el asesinato del Padre Nachito
El Arzobispo pidió justicia por el asesinato del Padre Ignacio Álvarez Cortez, ocurrido la semana pasada en su casa parroquial de la Parroquia María Auxiliadora en El Sauzal.
“Es ciertamente una tristeza porque es un sacerdote, un hermano y para mí en lo particular un buen amigo. Era con el que más relación tenía yo de Ensenada, pero también es alegría porque es el testimonio de alguien que después de 25 años de sacerdocio le arrebatan dramáticamente la vida y está en el reino de los cielos indudablemente”, mencionó el Arzobispo.
La misa de despedida, que presidió Monseñor Romo Muñoz, tuvo una asistencia de más de mil personas y 50 sacerdotes.
“Que se haga justicia, que se haga justicia. Que no quede de ninguna manera impune”, enfatizó Monseñor Romo Muñoz.
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