Por Pedro Martínez Serrano
Con el registro de los pre candidatos a la gubernatura, por las coaliciones que encabezan el PAN, Héctor Osuna Jaime y Francisco Arturo Vega de la Madrid y; por el PRI, Fernando Jorge Castro Trenti, Baja California inicia formalmente la prueba del ácido electoral y, con ello, se suelta rienda a las cargadas de oportunistas, estrategas de ocasión, asesores de pacotilla.
Todos se dicen expertos en el tema, pero pocos, muy pocos, contados con los dedos de una mano y sobran, los que ofrecen en realidad una visión clara, diáfana
Con el arranque formal de las precampañas, inicia también el bombardeo de verdades a medias y mentiras completas El único resultado que vale más allá de todo, es ganar. Se ignora, causa risa el adagio aquel que adelanta que En la política, como en la vida, el que ofrece y no cumple, es como el que roba.
Las tribus de cada una de las nomenclaturas partidistas tienden sus redes, mienten, ofrecen, prometen y olvidan que están sometidos al escrutinio del electorado, cuyo colectivo mantiene clara la idea de que el que avisa no traiciona, de ahí que se alista para premiar o castigar a quienes, llegado el momento, vayan en busca de su aprobación o rechazo.
Vayamos por partes:
Como en su oportunidad lo adelanté, sin desdeñar, ni menospreciar su trabajo, la lógica política nacional y local, llevó al diputado federal con licencia, Fernando Jorge Castro Trenti, a conseguir la candidatura del Partido Revolucionario Institucional, junto con los partidos que le harán comparsa: el PT, PVEM y PES que, juntos, no hacen nada, más que bulto. Van por las sobras de la feroz, tanto como rabiosa guerra electoral que ya arrancó.
Para colocarse en la cresta de la ola, Castro Trenti debió superar, dejar en el camino, con su ejército herido de muerte, al ingeniero Jorge Hank Rhon quien, por cierto, se dejó estafar por una pandilla de vividores y advenedizos que, lo único que hicieron, fue aprovechar al mexiquense para beneficiarse o con dinero´, o con la oportunidad perdida de conseguir candidaturas.
Ejemplos a la mano: el inocente Isidro Pastor Medrano, que vino a Baja California por dinero, sólo por dinero; Mario Madrigal Magaña, que ya busca a Castro Trenti, para inclinarse a gusto del abanderado, a cambio de que su hijo, el aprendiz de simulador, Jorge Mario Madrigal, sea colocado como candidato a regidor en primera posición en Tijuana.
Así las cosas en el PRI, con una desembocada, voraz y feroz, tanto como famélica caballada, cuyo militante más emblemático, Jorge Hank Rhon, está a punto de levantar sus canicas y, por el momento, retirarse del juego, para dejar sólo a Castro Trenti, la suerte tricolor peligra y peligra más, ante la insistencia de que la CTM, del desprestigiado, tanto como desvergonzado y comodino Eligio Valencia Roque, va por su cuota sectorial, para colocar al parásito que tiene como yerno, Francisco Javier Hernández Vera, en la primera posición que también el Elefante Madrigal busca para su hijo.
En el extremo de la locura del anciano que dirige la CTM, me confiaron fuentes cercanas a esa cúpula, que Don Eligio busca también colocar a su hijo, el tal Junior primero (porque hay segundo, el medio hermano) en una candidatura de menos, a diputado local por la vía plurinominal. El tema de la alcaldía quedó claro que le queda grande, muy grande. Sería condenar a Tijuana al saqueo rapaz, peor del que ha cometido el bandido millonario Carlos Bustamante Anchondo.
El retiro del juego de Jorge Hank; a su gente jugando la contra al PRI y lo mejor de lo peor del tricolor, personificado por los Valencia y por Amador Rodríguez Lozano, no le suma a Fernando Castro Trenti quien, de mantener el rumbo por el que avanza, se pone en línea, para repetir la suerte de Jorge Hank Rhon, ante el improvisado José Guadalupe Osuna Millán.
Disputa panista
Al interior del Partido Acción Nacional, que lleva como aliado al de la Revolución Democrática, a Nueva Alianza y el Estatal de Baja California, las cosas se van a decidir como es costumbre en ese instituto político, de manera democrática, entre Héctor Osuna Jaime y Francisco Arturo Vega de Lamadrid
Y, aunque en principio, al más puro estilo de los González Reyes, Jorge Ramos Hernández y las mafias que ellos representan, se trato de enviar la señal de que Francisco Vega la traía en la bolsa, que se iba solo… ¡Sorpresa!... Héctor Osuna Jaime se la va a disputar con amplias, amplísimas posibilidades de dejarlo en el ca mino, por tercera ocasión consecutiva.
Y, aunque encuestas a modo y sondeos pagados, cuya publicación lleva factura endosada, al más puro estilo del Chuy González, desesperan por mostrar a Vega de Lamadrid como favorito, algo me queda claro: Héctor Osuna, no se habría registrado si no trajera números que lo favorecen como el segurísimo candidato a la gubernatura.
El arquitecto que es recordado como el mejor alcalde que ha tenido Tijuana, no acostumbra engordar caldos ajenos y esta ocasión, no va a ser la excepción. Va con todo y con todos. Su historia se ha tejido con éxitos que no aceptan cuestionamiento, en contraste con Vega de Lamdrid cuya honestidad no es lo suyo.
Así las cosas, Kiko Vega no va solo tiene al frente un contrincante que, en mi opinión, le queda grande, lo supera en peso, dirían los pugilistas, en experiencia y en honorabilidad. Osuna Jaime Es mucho adversario para un soberbio y, ahora, apocado, espantado abanderado del proyecto de los González Reyes y Jorge Ramos.
El plus de Osuna Jaime es abismalmente superior al de cualquiera de los que hoy buscan asegurar el boleto a la contienda por la gubernatura: tiene un equipo leal y creativo; profesional y activo que lo acompaña. En el área de relaciones públicas, por ejemplo, no hay mejor en el noroeste del país que Jorge D’garay quien está con él hace más de un cuarto de siglo.
No sólo eso, Héctor Osuna es un hombre inteligente, pragmático, de capacidad probada y rodeado de un excelente equipo de trabajo va a dar la competencia y en serio. No le gusta jugar y cuenta con un capital político valioso, que la reconocen en la cúpula nacional panista. Saben que con figuras él, se meten en la jugada de la trascendencia y la oportunidad de mantener la gubernatura.
Osuna Jaime, de ganar la candidatura, se colocará, sin duda, como el mejor gobernador en la historia de la entidad. La honestidad y el pragmatismo son lo suyo. Acostumbra a llamar a las cosas por su nombre.
Más:
De ser candidato, la coalición por la que contenderá, llevará a su favor la corriente más ruda, más organizada y más comprometida de que partido político alguno disponga: el magisterio que, por medio de Nueva Alianza, se mueve hasta el último rincón del país, para complacer a su líder sempiterna, la belicosa, vengativa y perversa Elba Esther Gordillo Morales. Precisamente ese partido, hace seis años hizo perder a Jorge Hank Rhon. No más.
Golpeteo y desorganización
Y mientras Acción Nacional crece a los ojos y ánimo electoral de los bajacalifornianos, el abanderado del Revolucionario Institucional y la pedacería política que le acompaña, Fernando Castro Trenti está en el momento preciso de corregir, para enfilar las baterías que lo pueden llevar a la titularidad del Ejecutivo estatal. No hay tiempo para experimentos. Con Osuna enfrente, se medirá con un peso completo, acostumbrado a ganar y enemigo de la improvisación.
Fernando Castro es un excelente candidato, sin embargo, lo siento sólo, carente de estrategas de altura y talento para enfrentar lo que se avecina. A Amador Rodríguez Lozano, de quien me dicen que será coordinador general de campaña, no es la mejor elección. El ex senador, ex diputado federal y más y más ex, se preparó para el México que ya pasó. Creo que en materia electoral, ya no le quedan ni cachos buenos. El momento comicial que se avecina, no se parecerá en nada a los que vivió Amador, cuando las elecciones eran de trámite, para justificar el ascenso al poder de candidatos priístas.
Las cosas de antes, como antes y las de ahora como ahora, de ahí que si se quiere ganar, hay condicionantes que hay que cumplir, dejar de lado la soberbia de colaboradores que, recién incluidos en el proyecto que construyó Fernando a lo largo de años, hacen campaña de gobernador, no para ser gobernador. Se empiezan a multiplicar los simuladores y estrategas de la derrota. La campaña a diferencia de la pre campaña, no tiene lugar a márgenes de improvisación. Sondeos de opinión altamente confiables adelantan que hoy, al menos hoy, no hay nada para nadie. La moneda está en el aire.
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