A los Señores Sacerdotes, Religiosos, Vida Consagrada, Seminaristas, Fieles Hombres y Mujeres de buena voluntad, que peregrinan en esta Iglesia Particular de Tijuana.
Muy estimados hermanos en Jesucristo Ntro. Señor, es de nuestro conocimiento que el Santo Padre ha tomado la decisión “humilde y heroica” de renunciar al ministerio petrino.
Como Obispo, me sumo a mis hermanos del episcopado mexicano, quienes en comunicado de prensa han anunciado su gratitud a Dios, rico en misericordia por, “el luminoso pontificado de S. S. Benedicto XVI, y expresa su profunda gratitud al Santo Padre por su fidelidad y su generosa entrega al servicio de la Iglesia universal, y por el amor y solicitud hacia el pueblo mexicano, particularmente manifestado en su inolvidable visita pastoral a nuestra nación.
La misma Conferencia invita a los católicos mexicanos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirnos en oración, para que el Señor recompense al Papa Benedicto XVI su servicio, y para que conceda a su Iglesia un nuevo Sumo Pontífice según su corazón.
El hecho de que la renuncia del Santo Padre se produzca en el Año de la Fe, nos confirma en la certeza de que es Jesús, que ha fundado su Iglesia, quien la guía; que –como ha dicho el Papa Benedicto XVI- estamos en las manos de Dios, y que esas son las mejores manos”.
He considerado en lo personal que el Papa Benedicto XVI ha sido un hombre providencial y ha iluminado a la iglesia y al mundo por su amor y entrega. La profundidad y claridad para exponer el magisterio de manera sencilla, y con una hondura espiritual es una característica de su persona que no deja de asombrarnos. Esto nos da la certeza que es el Espíritu Santo que suscita a la persona indicada en cada momento.
Elevemos nuestra suplica confiada a Dios nuestro Padre por intercesión de María de Guadalupe que continúe iluminando al Santo Padre, y a toda la Iglesia con la fuerza de su Espíritu.
+Rafael Romo Muñoz
Arzobispo de Tijuana.
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