Por Teresa Gurza
Hace doce años, ante los gastos electorales del año 2000 que en gran parte acabaron como plástico en la basura, escribí un artículo en el que preguntaba si nos habíamos vuelto locos para dilapidar en esa forma, teniendo a la mitad de la población viviendo en la pobreza.
Ahora que termina el ciclo de los gobiernos panistas, en los que aumentaron los pobres y la desigualdad, no tengo ya dudas.
Hay en México muchos locos que no cuidan los recursos de todos, autorizan dietas de 300 mil pesos al mes, y gastan como si en México sobraran millones y no miseria.
Además de por su guerra, fiascos policíacos, muertes inocentes y asesinatos impunes, la administración de Felipe Calderón será recordada por su dispendio.
Gastó Calderón tres mil 358 millones de pesos más de lo autorizado por los diputados; y endeudó al país al grado de rebasar los cinco y medio billones —billones no millones-- de pesos.
Se sobregiró en los gastos, pero no utilizó casi 84 mil millones destinados a salud y educación.
Y falló en la disminución de la pobreza y la creación de los empleos prometidos; disminuyó el ingreso por turismo, la producción de granos, petróleo, huevo, y muchas cosas más.
Peña Nieto recibirá un país tan endeudado y lleno de problemas financieros y económicos, que preocupa al Fondo Monetario Internacional; porque debe el 42 punto tres por ciento del PIB; once puntos más, que lo que esa institución recomienda.
Y todavía su secretario Poiré, se atrevió a decir que cuando la aún presente administración llegó a la presidencia, “encontró la casa infestada de ratas”.
¿Se refería a sus anteriores moradores Fox y Marthita?...
¿O los nuevos inquilinos se acostumbraron tanto a vivir con los roedores que se mimetizaron con ellos, y llegaron hasta a superar el desperdicio del dinero ajeno?
Fox erogó “sólo” de más del seis por ciento de lo autorizado; mientras que Calderón gastó año con año cada vez más, hasta promediar el 33 punto cinco sobre lo permitido.
En el 2011 la Presidencia solita, gastó más del 53 y medio por ciento de lo aprobado.
Y no quiero ni pensar en lo nos falta conocer relativo al 2012; cuando el gastalón esté ya en otras tierras disfrutando su altísima pensión y lo que de otra forma obtuvo...
¿Podrá Calderón irse así nomás, tranquilito y sin ser sometido a juicio por sus excesos?
No debiera ser.
Merece investigación y condena, no sólo moral sino legal y jurídica; porque en esto, como en todo, no debe haber impunidad.
El PRI le exigió que en un plazo máximo de 10 días de explicaciones que aclaren sus gastos.
Me puedo imaginar lo que dirá; porque de acuerdo a una nota del lunes 12 en Reforma, su oficina ha pretendido cada año justificarse aduciendo los mismos motivos para sus desembolsos.
Que hubo que destinar más a garantizar la seguridad del Presidente; que se realizaron más giras y se adquirieron equipos informáticos, productos farmacéuticos, alimentos y vestuario para el centro hospitalario del Estado Mayor, y se pagaron “estudios sobre opinión pública y situación coyuntural”.
¡Dios mío! ¿pues qué estaban todos enfermos, desnutridos o vistiendo garras, para destinar a eso tanta millonada?
Y bien podrían reclamar a los encargados de esos estudios, y acusarlos de engaño al no haberles advertido del hartazgo de la gente ante tanto abuso.
Debieron echarles aguas y prevenirlos que de haberse dado el dispendio en otro país, estarían en la cárcel.
Y es que sobre el exceso presidencial sólo hay dos sopas:
O el presupuesto fue mayor a lo planeado, y por tanto hecho por ineptos que no debían estar en el gobierno; o no tiene justificación y los gastadores de lo ajeno, empezando por supuesto por su jefe, tienen que responder ante las decenas de millones de mexicanos pobres.
Entre ellos, los miles que van al Hospital General y duermen en la calle por no tener para los 20 pesos del albergue nocturno.
Los millones de burócratas que ven pasar bonos sexenales y de despedida de cientos de miles de pesos para sus jefes, mientras a ellos les tocan sólo dos mil 500.
Y los que de tan pobres y marginados ni tienen trabajo, ni reciben bono, ni tienen para curarse.
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