Por Alfredo Calva
Considerándose los adalid de la ciudadanía rosaritense, los organismos aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), encabezada por la Oceanóloga Rosa María Plasencia, y manipulado a su libre albedrio por el nocivo cacique de este municipio, Hugo Torres Chabert, las fuerzas vivas de Rosarito se lanzan a través de un comunicado en contra del alcalde Javier Robles, exigiendo la cabeza de su director de la policía, Francisco Castro Trenti.
Tratando de ocultar el manipuleo de que son objeto los titulares de los organismos integrantes del CCE y agregados, por parte de Torres Chabert, mostrado y demostrado en su manifestación pacífica realizada el pasado miércoles nueve de los corrientes en palacio municipal ante el propio alcalde.
Hoy, emplean el informe de Ricardo Moreno Villa, expresidente del consejo ciudadanos de seguridad pública municipal, porque próximamente cobrara, y más, como agente ministerio público del fuero común, de su viaje y visita a las oficinas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, en la capital del país.
Por cierto, en este periplo conto Moreno Villa, con la incomparable compañía de Javier Robles, Roberto Perales y Antonio Serret, y en ella, el titular del área de vinculación ciudadana del Secretariado Ejecutivo, les indico en pocas palabras que, si quieren obtener la ultima ministración de los recursos del Subsemun y estar contemplados para el ejercicio presupuestal del próxima año, deben de dar de baja a Francisco Castro Trenti, como titular de la dirección de la policía municipal.
Viajaron más de tres mil kilómetros para escuchar lo que la ley y reglamento de seguridad pública establece y cientos de rosaritenses han exigido al alcalde Robles Aguirre, desde el día en que se conoció el resultado adverso de los exámenes de control y confianza aplicados a Francisco Castro Trenti.
Las fuerzas vivas dependientes de Torres Chabert, se movilizaron dos meses después de conocerse los resultados de Castro Trenti, y esto solo se debió a que el cacique pretende impulsar a su descendiente de nombre Laura, como candidato del PRI a la alcaldía de Rosarito, hecho que no solo es un onanismo mental de Torres e hija, sino que además resulta una ridícula pretensa. Y utiliza el pretexto de los exámenes reprobados de Francisco Castro, para presionar y obtener su objetivo, empleando a sus siervos incondicionales para tal fin.
Veremos hasta donde estira la liga Torres Chabert, a través de su cautiva Rosa María Plasencia y compañía.
Y hasta donde llega Javier Robles, en su violación a la ley y reglamento de seguridad pública.
Está apostando el alcalde Robles Aguirre, a que, el primero de diciembre le caiga el manto de la inmunidad, para seguir actuando con entera impunidad.
Solo en Rosarito sucede.
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