Por Jaime Martínez Veloz
En Baja California existe de alguna manera un referente de cada uno de los presidentes de la República, acerca de lo que hicieron o dejaron de hacer por el estado. Nuestro estado, alejado del centro de la República, ha tenido altas y bajas en su relación con los diferentes presidentes mexicanos, pero cada uno de ellos es recordado por sus obras y el tipo de relación que mantuvieron durante su mandato con la población bajacaliforniana.
Al margen de su trayectoria, e incluso de antipatías o simpatías políticas, y la estela que dejaron cada uno de ellos en el país, en Baja California el referente más importante por lo que es recordado cada presidente de la República es por las obras que se realizaron durante su mandato en este rincón donde empieza la patria.
De esta manera podemos decir que al presidente Abelardo L. Rodríguez se le recuerda por la gran obra de ingeniería que se realizó para construir la presa de Tijuana, la cual en homenaje lleva su nombre y que tiene una capacidad de almacenamiento de 137 millones de metros cúbicos, con una área de la cuenca de 3 mil 800 kilómetros cuadrados y una área del vaso de 545 hectáreas.
Al presidente Lázaro Cárdenas se le recuerda por el reparto agrario a miles de familias campesinas, de más de 120 mil hectáreas del valle de Mexicali, que Porfirio Díaz había concesionado a la Colorado River Land Company. Otra acción importante de este periodo fue la expedición del decreto de la Zona Libre Parcial en el Territorio Norte, por un periodo de 10 años, y clausura del casino de Agua Caliente y el Foreign Club, y luego se expropia para convertirlo en un centro educativo.
Durante el periodo de Manuel Ávila Camacho y so pretexto de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos planteó la necesidad de que sus tropas traspasaran a territorio mexicano, para enfrentar un eventual ataque de los japoneses, ante lo cual el presidente se negó rotundamente y nombró al general Lázaro Cárdenas del Río jefe de las fuerzas armadas del Pacífico, el cual desplegó las tropas mexicanas a lo largo de la línea divisoria entre México y Estados Unidos para evitar el ingreso de las tropas de este país.
Durante el mandato de Miguel Alemán Valdés se construyó la carretera sobre la Rumorosa para comunicar a Mexicali con el municipio de Tecate. Al periodo del presidente Adolfo Ruiz Cortines se le recuerda por su política de aprovechamiento de los recursos del mar, de las costas de la península, construyendo flotas pesqueras y empacadoras que incentivaron la economía fronteriza. Al presidente Adolfo López Mateos se le recuerda por la construcción de la termoeléctrica Benito Juárez, ubicada en el ahora municipio de Rosarito, y el Programa Nacional Fronterizo (Pronaf) para apoyar el desarrollo regional
Durante el mandato del represor Gustavo Díaz Ordaz se construyó el aeropuerto de Tijuana y la carretera escénica Tijuana-Ensenada. Con Luis Echeverría Álvarez se construyó la planta geotérmica de Cerro Prieto, cuya energía abastece al valle de Mexicali; se comenzó la obra del acueducto de Mexicali a Tijuana, para llevar agua del río Colorado; se construyó la carretera transpeninsular desde el municipio de Ensenada hasta el municipio de La Paz, en Baja California Sur, y también entregó los terrenos para la construcción del campus Tijuana de la UABC. En el periodo de José López Portillo se terminó la canalización del cauce del río Tijuana; se realizó el desarrollo de la primera etapa de la Zona del Río Tijuana y se construyó el Centro Cultural Tijuana. Con Miguel de la Madrid se impulsó el Programa de Fraccionamientos Populares, para dotar de un lote a miles de familias bajacalifornianas, y se construyó la carretera de cuatro carriles entre Tijuana y Rosarito. Durante el periodo de Carlos Salinas de Gortari se construyó la carretera de cuota de cuatro carriles entre Tijuana y Mexicali, que redujo considerablemente los accidentes en el tramo de La Rumorosa, y se atendieron los daños ocasionados durante las tormentas del año 1993, que devastaron la Zona Costa de Baja California. Con Ernesto Zedillo se construyó el Hospital de Especialidades del IMSS.
De esta manera, durante el mandato del presidente Vicente Fox se construyeron en Mexicali dos termoeléctricas (Intergen y Sempra Energy) por parte de empresas trasnacionales para abastecer de energía al mercado estadunidense y se entregó a la empresa Sempra Energy un contrato de compra de gas natural por mil 400 millones de dólares –cuando dicha trasnacional, de acuerdo con las propias dependencias federales, no cumplía todavía con los permisos oficiales–, en el cual la CFE se compromete a consumir determinado volumen de gas, y en el caso de no hacerlo, el gas sobrante está obligado a revendérselo a Sempra a un precio menor, lo que según datos de la Auditoría Superior de Hacienda le ha ocasionado a la CFE un desfalco de más de 23 millones de dólares.
El presidente Calderón puede presumir que la mayor obra que deja en el estado es la construcción de dos tanques bombas para almacenar 160 mil metros cúbicos de gas natural cada uno de ellos, y el permiso para construir otros dos del mismo tamaño, en los cuales se deposita el gas que dicha empresa trae de Asia en inmensos buques metaneros a una temperatura de menos 160 grados centígrados, para lo cual utilizan un proceso donde se succionan diariamente un millón 100 mil metros cúbicos de agua de mar, poniendo en riesgo especies marinas y regresando el agua al mar con residuos químicos y a una temperatura mucho menor de la original, lo que ha dañado gravemente los ecosistemas marítimos. Además de esto, se entregó a Sempra una concesión por 300 mil hectáreas para instalar mil turbinas eólicas. Negocio redondo de los presidentes panistas, en territorio bajacaliforniano, con las trasnacionales de la energía.
Para mayor información sobre esto último se puede documentar en es.scribd.com/doc/112145048/121104-Los-Negocios-Sucios-de-Sempra-en-Baja-California.
gil_lavenants@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario