lunes, 17 de septiembre de 2012

A la opinión pública

Hans Christian Andersen decía: “La prensa es la artillería de la libertad.” Los artículos 6o. y 7o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconocen como libertades fundamentales de los individuos el derecho a la información, así como la libre manifestación de las ideas. El reconocimiento de los derechos específicos de los profesionales de la información, que el orden constitucional consagra, es fundamental para la consolidación de un estado de derecho pleno y democrático. Recientemente el Congreso del Estado aprobó la polémica Ley del Periodista de Baja California, que en su exposición de motivos argumenta una serie de planteamientos que hoy por hoy, deberíamos de vivir todos los que diariamente ejercemos el periodismo en nuestro país. Me refiero a temas como La Convención Americana de los Derechos Humanos mejor conocida como el “Pacto de San José” que establece desde 1969 la libertad de expresión como derecho de cualquier persona, mismo que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa ó artística o cualquier otro procedimiento de difusión. Desde entonces, como indica el texto, México al ratificarlo, se comprometió a no restringir el derecho de expresión por cualquier vía. También hace alusión la exposición de motivos de la Ley del Periodista de Baja California a la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, adoptada por la comisión Interamericana de Derechos Humanos en octubre de 2000. Ahí se reconoció la libertad de expresión en todas sus formas y manifestaciones como un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas; además, dice el texto, es requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática. Termino de citar la exposición de motivos de la Ley del Periodista de Baja California con la siguiente idea: “Es deber de los Estados prevenir e investigar el asesinato, secuestro, intimidación y amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de sus medios de trabajo; sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.” Antepongo estos párrafos como antecedente de lo que todos los periodistas y ciudadanos de Baja California quisiéramos en términos de libertad de expresión y del ejercicio periodístico. La noche del 15 de septiembre de 2012, en el evento de conmemoración precisamente del grito de libertad en el Palacio Municipal de Ensenada, se vivió un incidente que a todas luces, transgrede principios fundamentales de los derechos humanos y de libertad de expresión tanto de periodistas como de ciudadanos. De manera arbitraria, con exceso de fuerza y abuso de autoridad, policías municipales de Ensenada sometieron a una veintena de manifestantes (mujeres y hombres, adultos y menores de edad) cuando ejercían su derecho a expresar con libertad sus ideas. En el zafarrancho y con lujo de violencia, elementos de la corporación de seguridad pública municipal sometieron también, sin mediar argumentos a dos reporteros gráficos de TVES por Baja California. Fueron insultados, golpeados y humillados por integrantes de la corporación que está en teoría, para salvaguardar la integridad física de los individuos. Los videos son reveladores, insisto, hay un claro abuso de la autoridad. Y se desprenden varios temas: 1.- El uso de la fuerza pública para suspender el derecho a la libertad de expresión de cualquier ciudadano, (el de los manifestantes). 2.- El uso de la fuerza pública para suspender el derecho a ejercer la actividad periodística sin represión ni abuso de autoridad. La reflexión es clara, no podemos quedarnos callados, secuestrados ante acciones que laceran a nuestra sociedad, es nuestra responsabilidad denunciar y señalar a quienes bajo el manto de una placa y un arma lastiman y restringen nuestros derechos, solamente salvaguardando éstos, caminaremos hacia la consolidación de una verdadera democracia. Respetuosamente, como Director del Sistema Informativo de TVES por Baja California hago el llamado a la máxima autoridad municipal, para que se investigue a fondo lo sucedido y haya consecuencias, insisto, de no hacerlo así, seríamos cómplices. Realizaremos las denuncias ante todas las instancias correspondientes, iniciando por la Sindicatura Municipal, el ministerio público, derechos humanos, apelaremos a un posicionamiento claro y puntual tanto del Congreso del Estado como del Ejecutivo Estatal. Coincidimos en la máxima que dice que somos muchos más los buenos que los malos y a ellos, a los buenos les solicitamos que se sumen a nuestra legítima petición, no solamente por lo sucedido a nuestro medio de comunicación, sino a la sociedad en general. Reconozco la solidaridad de todos nuestros colegas de los medios de comunicación, que muchos de ellos fueron agredidos también durante el lamentable incidente del 15 de septiembre; en la unión, está la fuerza y hoy, unidos levantamos la voz por nuestro legítimo derecho a informar sin cortapisas. Parafraseo a Eugenio María de Hostos: “El periodismo no es en esencia una fuerza privativa; es una fuerza expansiva y comprensiva, que debe extenderse a todo y abarcarlo todo en el sentido de la verdad, del bien, de la libertad y de la justicia”. Comparto la liga a Internet que claramente muestra lo planteado en la presente carta: http://www.youtube.com/watch?v=bNT6aJfQiUg&feature=autoshare César A. Esparza Ramón Director de Noticiarios TVES Canal 6 y 116 de Cablemás

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