Por Gilberto Lavenant
En los altos mandos priístas, a nivel nacional, hay una profunda preocupación. Baja California será la primera entidad en la que habrá elecciones, bajo la administración de Enrique Peña Nieto –salvo que otra cosa ocurra-, y no se puede dar el lujo de empezar perdiendo.
Los aspirantes priístas a la gubernatura bajacaliforniana, están desesperados, al grado de que ha resultado difícil frenarlos. Reiteradamente se les ha advertido que nadie debe mover un dedo, hasta que concluya el conflicto postelectoral. Si bien es cierto que la gubernatura de esta entidad es importante, porque ha estado en manos de panistas desde 1989, que arrebatárselas es una prioridad para los priístas, mucho más importante es que Peña Nieto tome posesión como Presidente de la República y empiece sus funciones como tal. La preocupación se acrecenta, porque es sabido que en Baja California el PRI está partido en dos grandes bloques. El de Fernando Castro Trenti, por un lado, y el de Jorge Hank Rhon, por el otro. Decidirse por uno, o por el otro, consideran, podría ocasionar un severo divisionismo en el priísmo y aumentar el riesgo de la derrota electoral en el 2013. En principio, hay quienes presumen que Hank aventaja a Castro Trenti en relaciones con Perña Nieto, pues ambos surgen del grupo Atlacomulco, que lidereó el profesor Carlos Hank González. Sin embargo, Peña Nieto ha tenido el cuidado de marcar su distancia respecto al empresario de los casinos. No porque no lo conozca o no sea su amigo, sino por la fama negativa de este. Ha de decir que, con esos amigos, para qué quiere enemigos. Por eso, Peña Nieto prefirió pedirle al socio de Urbi, Netzahualcóyotl Rafael Pérez Román, que le permitiera su casa en Mexicali, para reunirse con empresarios, durante su primer visita como candidato presidencial a Baja California. Por la misma razón prefirió que el evento masivo en Tijuana, se hiciera en la Plaza Monumental de Playas, con múltiples dificultades, en lugar de las amplias instalaciones del Hipódromo Caliente. Más claro, ni el agua. Descartando la posibilidad de que Jorge Hank Rhon, sea postulado como candidato priísta a la gubernatura de Baja California, en el 2013, aunado al antecedente de su derrota ante José Guadalupe Osuna Millán, en el 2007, seguramente hay quienes consideran que el aspirante más viable lo es Fernando Castro Trenti. Esta posibilidad se fortalece, luego de que Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, asumieron los liderazgos de los grupos parlamentarios priístas en el Congreso de la Unión. El viejo PRI, vestido de rockero sesentero. Esa es la “moda retro” de la política. O como diría José Alfredo : “voy a sacar juventud de mi pasado”. Pero…surge el cuestionamiento : ¿Cómo resolver este dilema, en el que la postulación del candidato priísta a la gubernatura de Baja California, se resolvería fácilmente optando por Castro Trenti, si al hacerlo, el hankismo sería su principal enemigo? Tratando de evitar el optar por uno, o por el otro, el equipo de Peña Nieto está definiendo el perfil o requisitos que deberán reunir quienes aspiren a la postulación priísta por la gubernatura de Baja California. La edad, es uno de los aspectos básicos. Peña Nieto tiene apenas 46 años y ha recomendado que el candidato a la gubernatura bajacaliforniana, debe ser de 50 años de edad, o sea un elemento jóven. Fernando Castro Trenti y Jorge Hank Rhon tienen 56 años. Andan en el límite. Aparece en la escena política el mexicalense Eduardo Martínez Palomera, quien no oculta que el sueño de su vida es convertirse en Gobernador de Baja California. Ampliamente identificado con el sector empresarial, dos veces Alcalde de Mexicali. Podría llegar a ser el “tercero en discordia”. Sin embargo, anda chochenteando. Hace mucho que rebasó el límite de la edad. Se estima que no soportaría una campaña. De ahí pues que ha surgido la idea de que otro posible “tercero en discordia”, podría ser Netzahualcóyotl Rafael Pérez Román, uno de los socios de Urbi, empresa desarrolladora de viviendas que hasta hace poco era ejemplo de éxito comercial. Pero hace unos días el valor de sus acciones se desplomaron estrepitosamente. Se dice que es tan desesperante la situación de Urbi, que los Pérez Román han entablado negociaciones para asociarse con el exgobernador de Puebla, Mario Marín. Algo así como aferrarse a un clavo ardiendo. Aunque al final de cuentas se podría decir que están a la par, pues el desplome de Urbi no solamente fue financiero, sino también de imagen. Se ha convertido en una las empresas más desprestigiadas. Sin embargo, uno de los requisitos, exigencias o cualidades más difíciles que debe reunir el presunto candidato priísta a la gubernatura, para los comicios del 2013, no es ni la trayectoria partidista, ni el carisma, ni facilidad de palabra, sino que debe ser guapo. Esto es en serio, no se trata de ninguna broma. La experiencia priísta, dicen, ha demostrado que “carita, mata propuestas” y que el voto femenino es fundamental para obtener triunfos electorales. Así es que los feos, que ni se apunten. gil_lavenants@hotmail.com
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