Por Gilberto Lavenant
Vicente Fox Quesada, en el 2000, fue considerado como “el paladín de la democracia”. Después de 70 años de gobiernos priístas, ocupa la Presidencia de México.
12 años después, es la vergüenza del panismo. El “demócrata”, es hoy un desquiciado político. Ya se piensa en su expulsión del partido blanquiazul.
Hijo de madre española y de padre mexicano, descendiente de alemanes, de quienes debería ostentar el apellido Fuchs, que luego cambiaría por el de Fox, que en inglés significa “lobo”. Es un político que iniciando su actividad laboral como simple distribuidor de refrescos, llegó a ser el representante de la empresa en América Latina.
Su carrera política es prácticamente de película. El modesto vaquero, simplón y ocurrente, luego de ser diputado federal y gobernador de Guanajuato, llega a ser Presidente de México. En su gestión, fue lo que para una mujer sería un “cuento de hadas”. Se dió “vida de rey”, su “Marthita” fue “la reina” y los hijos de ambos, “los príncipes”.
Fox, llevó al PAN hasta la cúspide del poder, bajo la promesa de que el suyo sería el gobierno del cambio. En seis años de su administración, los mexicanos pasaron de la ilusión al desencanto. Concluyó en medio de una crisis política, que estuvo a punto de impedir que su sucesor, Felipe Calderón, tomara posesión. El nuevo presidente panista, tuvo que entrar por la puerta posterior del recinto legislativo, para rendir su protesta.
Durante los seis años de su gestión, Fox fue un tipo controvertido, generador de múltiples polémicas. Como la que generó el grupo llamado “Amigos de Fox”, encabezado por Lino Korrodi, que obtuvo recursos provenientes del extranjero, para su campaña presidencial o ya siendo Presidente, los excesos de sus hijastros.
Hace ya 6 años que dejó la Presidencia de México. Sigue siendo simplón y ocurrente. Sobre todo, sumamente contreovertido y generador de polémicas. En el ocaso de su carrera política, le salió “el priísta que todos llevamos dentro”, como diría en 1997 el propio Calderón, siendo dirigente nacional del PAN.
No obstante que los propios panistas saben que de Fox se puede esperar todo, no dejaron de sorprenderse, y sobre todo de molestarse, cuando el 12 de marzo el exPresidente dijo que el priísta Enrique Peña Nieto ganaría la Presidencia de México y que sólo un milagro haría que ganara Josefina. Después, el 25 de abril, en un reencuentro con “su candidata”, allá en Monterrey, haría exclamar jubilosa a la “candidata diferente”, que ya había ocurrido el milagro.
No pasaron muchos días, para que de nueva cuenta Fox abriera la boca y volviera a crear otra polémica. El 2 de mayo, dijo que no tenía sentido asistir a los mítines de Josefina Vázquez Mota, que estaba con ella, pero que no iría a sus actos de campaña, porque era perder el tiempo, pues había puros acarreados.
El domingo pasado, en Guanajuato, volvió Vicente con sus “foxadas”. En conferencia de prensa hizo un llamado a cerrar filas en torno al candidato que va a la cabeza en las preferencias electorales, Enrique Peña Nieto, pues dijo que México no puede permanecer otros 6 años de confrontación y jaloneo entre la clase política.
De paso aprovechó la ocasión para embestir al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador. Dijo que el tabasqueño está siendo inflado artificialmente y señaló que ha llevado su campaña con propuestas del siglo pasado.
De su “candidata diferente”, dijo que su objetivo más importante en este proceso electoral, es consolidar el segundo lugar en las encuestas, para luego pelearle el primer lugar a Peña Nieto. Pareciera, esto es evidente, que Vicente Fox ha sido designado como el director de la campaña del mexiquense. Algo así como un aliado o un refuerzo especial en estos momentos en los que muchos se empeñan en aniquilar al puntero de las encuestas.
Esto ha colocado de nueva cuenta a Fox en el “ojo del huracán”. Los panistas quisieran “tragárselo vivo”. Bueno, hasta Andrés Manuel, quien ayer lunes calificó de “canallada” contra el PAN y su candidata Josefina Vázquez Mota, el llamado de Fox a cerrar filas en torno a Peña Nieto.
"Me parece una canallada que lo pinta como es, tal cual. No es posible que regatee el apoyo a su candidata, a la candidata de su partido, y ahora de manera oportunista, esté apoyando a Peña Nieto", expresó en su conferencia matutina ofrecida en Villahermosa, Tabasco.
López Obrador dijo que es lamentable la actitud del ex presidente y la de otros panistas como Manuel Espino, quienes han dejado sola a Vázquez Mota para apoyar al PRI, y aprovechó para decir que por esa razón los mexicanos esperan un cambio. "Por eso mucha gente está pensando en que hace falta un verdadero cambio", enfatizó el político tabasqueño. Pero no crean que el “político amoroso” se preocupa por su rival. Se preocupa por él mismo, pues las manifestaciones en apoyo al mexiquense, reducen sus posibilidades de triunfo.
Ayer, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, lamentó las manifestaciones de Fox en apoyo a Peña Nieto y advirtió sobre su posible expulsión. Por su parte, Vázquez Mota, dijo que no compartía lo declarado por quien fue su jefe en la función pública.
A los panistas, tal parece les durará muy poco el gusto de estar en el poder. Su “imperio azul” se esta resquebrajando en forma muy acelerada y su otrora “paladín de la democracia”, pronto experimentará lo que significa pasar “de la gloria al infierno”.
Antes un “iluminado” de la política. Hoy, casi un desquiciado político. Falta poco para que lo “quemen en leña verde”.
El 2 de julio, Fox festejará su cumpleaños 70. Fue el encargado de despedir al PRI de Los Pinos. Hoy se prepara para darle la bienvenida a Peña Nieto. Su fiesta cumpleañera será fastuosa. Quizás hasta lo designen “asesor presidencial”.
gil_lavenants@hotmail.com
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