Por Teresa Gurza
Mientras las campañas avanzan o retroceden y Fox asegura que no pierde sus ideales por apoyar al candidato del PRI, me entero de los decesos de tres periodistas que fueron mis compañeros de trabajo y a los que traté y estimé.
Héctor García que murió a los 88 años, era además de excelente fotógrafo, un hombre bueno y sensible, que entre otros muchos reconocimientos recibió tres premios nacionales de periodismo en 1958, 1969 y 1979;
La obra de este gran fotógrafo, a quien se rindió homenaje de cuerpo presente en Bellas Artes, forma parte de importantes colecciones públicas y privadas y se exhibe en museos de México, Europa y Estados Unidos.
Empezó a trabajar como periodista gráfico en 1945; y a partir de entonces, no concebía su vida sin su máquina; porque era la mejor forma de decir lo que sentía.
Me acuerdo de él cuando con su cámara, talento y entusiasmo y yo con libretita y grabadora, salíamos a reportear para el UNOmásUNO; no se cansaba nunca de buscar que la fotografía hablara sobre la situación y emoción de los retratados, principalmente si eran pobres y marginados.
Ya que no lo hicimos antes, el gremio debe ahora impulsar la digitalización de más de un millón de negativos que en la Fundación Héctor García, resguarda su viuda María; quien expresó que por su lente “pasaron los acontecimientos y personajes más importantes y más humildes del Siglo XX".
Murió también Sadot Fabila Alva, un compañero solidario, atento y cariñoso de la redacción del periódico El Día; de la que también formaba parte su padre, don Sadot, con quien mantenía una muy linda relación.
Fue Sadot quien me impulsó a trabajar en periodismo escrito y gracias a él entré a ese diario, porque me presentó a su director Enrique Ramírez y Ramírez, cuando yo trabajaba en televisión.
Después de salir de El Día en 1981 junto con 80 y tantos periodistas por un golpe dado a la muerte de Ramírez, por unos pocos que se apoderaron del diario y lo llevaron a la ruina en todos sentidos, Sadot fue coordinador de información, director de operaciones nacionales y subdirector de corresponsales de Notimex; y laboró también en oficinas de prensa de varias dependencias.
Supe de su fallecimiento ocurrido el 18 de mayo en Toluca, por el colega Antonio Aspiros, quien escribió un muy bien documentado artículo referente a las muertes de Sadot, Juan José Bravo Monroy y Antonio Rius Facius.
Hace unos días, a 28 años del homicidio de Manuel Buendía Téllezgirón, le fue otorgada a Sadot en forma póstuma la presea que lleva ese nombre; y que recibió su viuda Etra Oralia Herrera, también colega.
El tercer amigo periodista ido, es Juan José Bravo Monroy; quién trabajó casi 50 años en Radio Mil y murió el 3 de junio por un derrame cerebral en Cabo San Lucas, donde conducía el programa ‘Al cabo noticias’.
Informa Aspiros en el artículo a que me referí, que Bravo Monroy y él fueron de alguna manera sobrevivientes del avionazo en que murieron quince periodistas que cubrían la campaña a la presidencia de Luis Echeverría, en su etapa en Poza Rica.
“Juan José, porque llegó tarde al aeropuerto y tomó otro avión, y yo, porque en la víspera nos avisaron a quienes habíamos ido por El Heraldo, que seríamos reemplazados”.
Era Juan José muy amable, bromista, alegre y sincero. Lo conocí cuando junto a Elisa Robledo coordinábamos programas de televisión para el Canal 13, que patrocinaba el Departamento del Distrito Federal.
Fue maestro de la Escuela de Periodismo "Carlos Septién García"; miembro del Instituto Mexicano de Cultura y académico de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión; pionero del periodismo radiofónico, director de noticias de Radio Mil y presidente del Club Primera Plana de 1996 a 1998.
Juan José era calificado por muchos, como la voz cordial, amena y culta de esa radiodifusora; en la que destacó sobre todo, su serie “Diálogos al desnudo”.
En 1984 recibió el Premio Nacional de Periodismo e Información en el género de reportaje; y en 2003 el Premio Nacional de Periodismo "José Pagés Llergo", y el Premio al Conductor Radiofónico del Año, que otorga la Asociación Nacional de Locutores de México.
Adiós amigos, descansen en paz…
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