Cada uno de los candidatos presidenciales es un proyecto. El partido, sus militantes, simpatizantes o adherentes, le apuestan todo lo que les es posible, a favor de su respectivo candidato. Si se tratase de una empresa, cuyas acciones se manejaran en la bolsa de valores, las circunstancias actuales advertirían que el proyecto “Josefina Diferente” va a la baja.
La verdad, cuando allá en Guadalajara, en la Fiesta Internacional del Libro, el candidato priísta, cometió el error de los 3 libros, además de que diciéndose autor de un impreso relativo a sus propuestas de campaña, quizo codearse con los escritores de oficio o carrera, se pensó que una vez que iniciara formalmente la contienda, cada vez que abriera la boca el mexiquense, se corría el riesgo de que tropezara.
Apenas a unos días de iniciada la contienda formal, el exgobernador del Estado de México, sigue manteniéndose en los primeros lugares de las encuestas o sondeos sobre preferencias electorales o intenciones de voto. En cambio, la exSecretaria de Desarrollo Social, no logra superar los números, ha marcado tendencia a la baja y su equipo de campaña es el único que ha requerido de ajustes o fortalecimientos, no obstante lo cual sigue fallando.
La falla más notable, sin duda alguna, fue el video promocional donde asegura que siendo Secretaria de Desarrollo Social, en el sexenio de Vicente Fox, puso 3 millones de pisos firmes, cuando que la cifra apenas rebasaba los 300 mil. El PRI se encargó de señalarle el error tan garrafal y la candidata no tuvo más que tragárselo enterito, escondió el promocional y ahora dice que hablaba de lo realizado en los dos sexenios panistas, aunque con Felipe Calderón ocupó la Secretaria de Educación Pública y en esa dependencia no colocó pisos firmes.
Otra de las fallas notables, que ella asume como propia, pues al fin y al cabo dice ser “la jefa” y presume que no acepta imposiciones, es que se “afelipó”, o sea cedió el mando de su campaña a los calderonistas, pues integró a su equipo a varios cercanos de Calderón, al grado que hay quienes advierten que el jefe, el jefe, es precisamente don Felipe.
Con esos ajustes, aunque la candidata dice ser “Josefina diferente”, más bien es “Josefina igual”, igual a Felipe Calderón, lo que se evidencia con toda claridad, pues se observa que sus discursos, son los discursos reciclados de Calderón. Ni más, ni menos.
El problema para doña Josefina, es que ni así ha logrado repuntar los números de las encuestas. Bueno, no ha logrado acortar la distancia entre ella y el candidato priísta. La encuesta diaria de Milenio-GEA/ISA ubicó ayer a Enrique Peña Nieto con 53 %, a Josefina Vázquez Mota con 26.9 % y a Andrés Manuel López Obrador con 19 %. Quadri, no logra llegar ni siquiera al 2%, no obstante lo cual presume que su campaña ha sido exitosa. Bueno, lo cierto es que empezó en cero, pues nadie lo conocía.
Irónicamente, la tendencia a la baja, del proyecto “Josefina Diferente”, no es del todo por méritos propios. Ella y su equipo han incurrido en serios errores, si es cierto, errores que han sido aprovechados por sus rivales políticos, de los otros partidos, para obstaculizar su campaña. Pero también le han “ayudado” los propios panistas.
Uno de ellos, el exPresidente Vicente Fox, quien, folcklórico como es, se puso a decir que su “parte pensante y racional” –esto sorprendió a muchos, pues durante los 6 años de su gestión dió muestras de que no tenía cerebro- le dice que el candidato priísta ganará esta contienda electoral. Bueno, también aclaró y precisó que su corazón está con su compañera de partido, con doña Josefina. Esta referencia, que le valió un reconocimiento de parte de Peña Nieto –“él sí sabe”, expresó el mexiquense- podría ser motivo de amonestación o sanción al anterior de su partido blanquiazul.
Otro que también ha dado un empujón, para llevar cuesta abajo a doña Josefina, es su colaborador, el exgobernador Ernesto Ruffo Appel, quien entrevista con periódico capitalino advirtió la posible derrota del PAN y de su “gallina” en los comicios del 1 de julio próximo. La expresión, como tal, no fue del todo directa, más bien indirecta y sacada de contexto, pero es lo que ha sido destacado por los periodistas, en especial por los analistas políticos. Ernest no halla ni cómo decir que no es cierto lo que dicen que dijo, que lo dijo pero que no lo dijo con esa intención.
Pero los apuros o retos de doña Josefina, apenas empiezan. En dos semanas de campaña, ya ha tenido bastantes tropiezos. Lo peor viene ahora, cuando el domingo 6 de mayo tenga que participar en el primer debate con el resto de los candidatos presidenciales.
Ayer viernes, el IFE y representantes de los candidatos, acordaron que este primer debate tendrá dos horas de duración, con cinco rondas, en tres de ellas con respuesta a preguntas aleatorias. Luego habrá otro en Guadalajara, Jalisco.
La señora “gallina” –así la refiere Ruffo-, va a tener que ir al médico, para que la revise muy bien, que le cheque su baja presión, deberá acudir al gimnasio a ejercitarse, a fin de tener la condición física necesaria para ambos encuentros. Imaginen nada más que a la ahora de la hora le de un desvanecimiento, como le ocurrió en el evento relativo a la seguridad pública. Entonces sí que se desploma ella y su proyecto político en las encuestas o sondeos sobre preferencias electorales o intenciones del voto.
Según el acuerdo de la Comisión Temporal de Debates del IFE y los representantes de los candidatos a la Presidencia de la República, el primer debate entre estos tendrá una duración de dos horas, se realizarán cinco rondas, de las cuales en tres se responderán preguntas aleatorias, además de que será moderado por una sola persona.
Cabe observar que la intervenciones tendrán una duración de entre 2 y 1.5 minutos. De forma tal que tendrán que aprovechar este breve tiempo, para realmente plantear sus propuestas y no para dedicarse a criticar o descalificar a sus contrarios.
Los candidatos permanecerán de pie durante el ejercicio, se utilizarán atriles transparentes, pero podrán sentarse cuando no sea su turno de responder. El debate será sobre tres temas, aún no definidos. Incluso en un esquema el candidato sacará una pregunta al azar, que tendrá qué contestar, recibirá la réplica de sus rivales y luego podrá replicar.
Este debate será determinante y sus efectos se reflejarán en las siguientes encuestas o sondeos. Ahí, “cada quien se rascará con sus propias uñas”. Quadri proponía que no llevaran “acordeón”. Esperemos a ver que tal le va a doña “Josefina diferente”, un proyecto que hasta ahora, va a la baja.
gil_lavenants@hotmail.com
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