Hasta el 30 de marzo inicia formalmente la contienda electoral, pero Ariosto Manrique y su Testa Marketing, en alianza con Síntesis TV, ya iniciaron con la primer encuesta. Ayer viernes dió a conocer los resultados de este sondeo, correspondiente al mes de marzo. El candidato priísta a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, aparece con 41.1 % en preferencia electoral efectiva, la candidata panista Josefina Vázquez Mota, con 29.4 %, el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, con 25.3 % y el candidato del Panal, Gabriel Quadri de la Torre, con 4.1 %.
En esta primer encuesta de Testa Marketing, muestra las preferencias electorales en cuanto a los candidatos a Senadores por Baja California. Los resultados indican que los priístas Eligio Valencia Roque y Nancy Sánchez Arredondo, obtienen 23.1 %, dos puntos abajo los panistas Ernesto Ruffo Appel y Victor Hermosillo, con 21.8 %, los perredistas Marco Antonio Blázquez y Daniel Solorio, con 12.6 %, del Partido Verde Ecologista de México, Blancafort y Aguirre, con 5.2 % y del Panal, González y Gil Arelano, con solo 2.3 %.
Esto es como para marcar la línea de arranque. El punto de partida. La encuestadora hará un sondeo mensual, conforme se desarrollen las campañas de cada candidato, por lo que será importante observar si mejoran, si toman ventaja o se quedan rezagados.
Este primer sondeo indica que no están muy sólidas las esperanzas de los panistas con Ruffo y Hermosillo. Un poco abajo de los priístas Valencia Roque y Sánchez Arredondo, casi dos puntos, no es muy alentador. Muchos decían que Ernesto Ruffo, primer Gobernador panista de Baja California, y Victor Hermosillo, exalcalde de Mexicali, arrasarían. Añoran los tiempos de la ruffomanía, pues.
El domingo 12 de febrero de este año, el columnista observaba que cuando alguien pretende apantallar, basándose en hechos un tanto históricos, como diciendo “si ayer fuí, hoy sigo siendo o puedo volver a ser”, es común advertir que se trata de asustar “con el petate del muerto”, porque las circunstancias de cada tiempo son distintas, unas a otras, en su conjunto, y nadie, en su sano juicio, puede presumir que lo que ayer fue, puede volver a ser.
Decía entonces que venia al caso apuntar esto, porque los panistas basan sus esperanzas de triunfo electoral, al menos en Baja California, en el fenómeno de la “ruffomania”, poniendo de parapeto al personaje central de esa historia, Ernesto Ruffo Appel al frente de esta aventura política que ya es identificada comúnmente como la “rucomanía”.
Y decía que efectivamente, Ruffo saltó a la fama política nacional, cuando logró para Acción Nacional la primer gubernatura en toda la República Mexicana y terminó con la carrera de los gobiernos priístas en la entidad. Señalaba que el PAN, viendo la desventaja enorme que tiene ante el PRI en estos comicios del 2012, casi obligó al exgobernador a regresar a la contienda, como los boxeadores que pretenden revivir las viejas glorías de sus tiempos de juventud. Entonces tenía 37 años, hoy ya llega a los 60.
Recordaba que el fenómeno de la ruffomanía ocurrió en 1989, cuando la población de Baja California era de aproximádamente 1 millón 500 mil habitantes, 2 millones menos que la población actual. Que entonces, solamente votaron 390 mil 58 habitantes, o sea el 26% de los habitantes de la entidad y Ruffo logró triunfar con tan solo 204 mil 120 votos, o sea el 13.60% de los bajacalifornianos. Que a eso le llaman “ruffomanía”.
También señalaba que si bien es cierto que, aunque fueron pocos votos los de Ernest, del total de la votación obtuvo el más alto porcentaje, el 52.3, frente a 162 mil 941 votos de Margarita Ortega Villa, que representaron el 41.8 %. De entonces, a esta fecha, han transcurrido 23 años, lo que significa que los jóvenes bajacalifornianos de hoy en día, no fueron partícipes de ese fenómeno y para ellos la “ruffomanía”, solo es una leyenda.
Por si fuese poco, muchos de los 204 mil 120 electores que participaron en la “ruffomanía”, ya fallecieron o ya no viven en Baja California y Ruffo, políticamente hablando, existe en la mente de los panistas, pero no en la mente de la mayoría de los bajacalifornianos. Es, dicho con todo respeto, un “cadáver político” que han resucitado en un desesperado intento por apuntalar a un partido blanquiazul que está en decadencia, apenas a dos sexenios de haber alcanzado el poder presidencial y 23 años de gobiernos en Baja California.
Hay que decirlo, los números de la “ruffomanía”, no le alcanzan a Ruffo para lograr un triunfo electoral en el 2012, como lo logró en 1989. Entonces, había en la entidad 1 millón 500 mil habitantes. Hoy la población de la entidad es de aproximádamente 3 millones 500 mil habitantes, o sea 2 millones más. Los 204 mil 120 electores que entonces votaron por él, hace 23 años, si en estos momentos vivieran y siguieran teniendo las preferencias electorales de entonces, representarían tan solo el 5.83 % del total de los habitantes de Baja California. Ciertamente, los resultados de este primer sondeo de Testa Marketing, así lo muestran.
Para insistir en que la “ruffomanía”, solo es un “petate de muerto”, cabe observar que en los comicios del 6 de agosto de 1995, el panista Héctor Terán Terán, ya fallecido, logró la gubernatura estatal, obteniendo 324 mil 901 votos, el 49.59 % del total, logrando una enorme participación cívica, el 62.90% del padrón electoral, y una asbtención del 37.10 %.
Con base en los números de los votos obtenidos, el señor Terán obtuvo 120 mil 781 votos, más que Ruffo, o sea la Teranía fue un 37.17% mejor que la “Ruffomanía” y sin jactancias de ningún tipo. Si don Héctor aún estuviese vivo, hubiese sido mejor prospecto al Senado que Ernest. Sin duda alguna.
Pero, en fin, vamos a darle el beneficio de la duda a Ernest. Aún no empieza la contienda y aunque no está en la lona, pues no ha transcurrido ni un solo round, empieza con desventaja. Esperemos a ver si los bajacalifornianos realmente recuerdan sus glorias electorales de hace 23 años, o a la mejor efectivamente sólo es el “petate del muerto”.
gil_lavenants@hotmail.com
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