Todos los actores y organismos políticos de este país, se encuentran al borde del linchamiento de los integrantes del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Tribunal Federal Electoral (TRIFE), por la reglamentación y su cumplimiento de lo que se ha denominado tiempo de intercampañas dentro del proceso electoral que se vive en México.
Y esto, resulta por demás curioso, y lo es, porque nadie voltea a ver a los verdaderos responsables de este mazacote llamado Ley Electoral, si, a esos estólidos legisladores que con francos rebuznadas, modificaron la citada ley en el 2007, los integrantes del H. Congreso de la Unión.
Raro es contemplar que nadie llame la atención o critique por esta situación de estulticia a Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador de la facción tricolor en la cámara de senadores, al igual que a sus homólogos, Carlos Navarrete, del PRD, Ricardo Monrreal, del PT, Pablo Emilio Madero, del PAN, Arturo Escobar, del PVEM, o Dante Delgado, de lo que antes fue Convergencia.
De la gavilla conformada por los 500 diputados de la anterior legislatura, pues ni hablar, esos ya pintaron su raya, algunos se encuentran vegetando entre los senadores y los demás, pues han de estar mamando en la ubre presupuestal de algún gobierno local o estatal.
Pero estas sanguijuelas presupuestarias, con sus muy raras excepciones, son los responsables directos del entuerto que representa actualmente la Ley Electoral, todas las pifias y aberraciones contenidas en la materia son gracias a su estólida actuación, en especial, por lo referente a los medios de comunicación, en especial los electrónicos y por este tiempo muerto dentro del proceso, lapso en el que, según la susodicha ley, no se pueden realizar actos proselitistas o de campaña.
Sin embargo, no se han detenido las agresiones y agravios entre los partidos políticos y sus dirigentes, incluido en este sainete de ¨comadres¨ el propio presidente, Felipe Calderón, quien en reunión privada, dio a conocer una encuesta en la que su candidata, Josefina Vásquez Mota, se encontraba a solo cuatro puntos del señor del copete y abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto, hecho que se hizo público, gracias a lo boquiflojo de uno de los asistentes al evento.
Confiemos que, quienes resulten favorecidos por el sufragio directo de los ciudadanos y también aquellos vividores que por tener una estólida ley electoral, sin hacer campaña obtienen una curul en ambas cámaras, se den a la tarea de recomponer la referida norma y en lo futuro, las contiendas electorales no parezcan burdos remedos de una función circense.
La esperanza muere al último.
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