Por Alfredo Calva
Con su participación en la parafernalia realizada por el patronato pro construcción del Zócalo 11 de Julio, que encabeza la señora Carolina Aubanel, el gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán y el alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, se ganaron, sin duda alguna, el estatus de ¨Beatos¨, ante los ojos de los jerarcas de la iglesia católica que comanda el arzobispo Rafael Romo Muñoz.El evento celebrado el pasado sábado 22 en el parque Benito Juárez, que por cierto, es el que pretenden desaparecer los ecocidas que lidera Carolina Aubanel y que se amontonan en el susodicho patronato, conto con la participación de los ejecutivos del estado y municipal, y de personajes de la farándula, de la política, de la iniciativa privada y de la comunicación, cuyas conciencias se encuentran sumergidas en las alcantarillas sociales.
Bajo el pretexto del desarrollo de Tijuana, los acaudillados por Carolina Aubanel y Rafael Romo Muñoz, pretenden construir una gran plancha de concreto, sin importar que para ello destruyan un ¨pulmón¨ de esta ciudad, que les permita realizar un gran negocio, en especial para la iglesia católica, no se olviden de la nueva catedral que se encuentra precisamente en esa área que pretenden modificar.
Ya de por si resulta aberrante haber visto al gobernador y al alcalde tijuanense, participar en el remedo de acto de apoyo a la construcción del Zócalo, como para aceptar que, ambos representantes populares, quieran entregar dinero de sus respectivos erarios al referido patronato,
Si su creencia estriba en que, con estas dadivas presupuestales sus conciencias quedaran reconfortadas, pues entonces sí que estamos jodidos, porque existen demasiadas prioridades en Tijuana y el resto de la entidad que requieren atención inmediata de carácter económico, que de atenderse, apoyaran a muchos bajacalifornianos.
Esperemos y confiemos que, las autoridades del estado y municipio, representadas en las figuras de Osuna Millán y Carlos Bustamante, respeten y hagan respetar las decisiones jurídicas que hasta el momento se han dado en torno a la situación que se vive con respecto al parque Benito Juárez y su destino, y obliguen a lo mismo a las huestes que arrea Carolina Aubanel.
Espero no quieran la santificación.
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