Por Gilberto Lavenant
Comentaba aquí, en Palco de Prensa, el pasado sábado, 27 de Agosto del año en curso, que en los tiermpos de “el viejo PRI”, los gobernantes en turno, sean Presidente de la República, Gobernadores o Alcaldes, eran considerados como los jefes políticos de sus respectivas jurisdicciones.
Nada se hacía, sin su voluntad, o en contra de la misma. Eran ellos quienes “palomeaban” las listas de precandidatos y candidatos a puestos de elección popular y por lo tanto impulsaban a sus afines. A los “contras”, los relegaban, les obstruían el camino o incluso los desterraban.
Para esos gobernantes priístas, el PRI, en sus respectivas jurisdicciones de dominio, el partido era parte del poder o control inherente al cargo. Como si fuese una franquicia o concesión, eran ellos quienes decidían liderazgos y candidaturas. Ni para qué alegar.
Quizás acostumbrados a tales estilos, los estilos de “el viejo PRI”, y al hecho de que recientemente el propio dirigente nacional priísta, Humberto Moreira, les dijo a los alcaldes bajacalifornianos, que ellos eran los jefes políticos en sus respectivos municipios, los responsables de lo que en ellos pasara y por lo tanto los responsables de que se gane o se pierda en los siguientes comicios, pues creyeron que se estaba refiriendo a la condición de caciques que ostentaban los gobernantes de antaño, cuando el PRI ganaba, de todas, todas.
Y como los jefes mandan, no consultan, ni escuchan, pues los alcaldes de Tijuana y Mexicali, Carlos Bustamante y Francisco Pérez Tejada, maniobraron para poner a sus “gallos” en los comités directivos municipales. Ajenos a esos menesteres, pues siendo priístas, prácticamente desconocen las normas partidistas, les falló la maniobra.
Desconocían, que para dicho proceso, la fracción de Fernando Castro Trenti, les llevaba ventaja, mucha ventaja, pues habían dedicado tiempo para designar a sus seguidores como integrantes de los Consejos Políticos priístas, tanto municipales como estatal, de forma tal que pudiesen tener la mayoría de votos a su favor, a la hora de la toma de decisiones.
Los alcaldes, pagaron caro su novatez y falta de oficio político. Sus respectivos “gallos” fueron descalificados y no registrados como candidatos, al no reunir o acreditar los requisitos exigidos para ello. Suponían que por ser priístas reconocidos, no era necesario exhibir las constancias correspondientes. Suponían.
En su desesperación, reclamaron la intervención del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, considerando que serían respaldados por Moreira, al recordarle que él mismo les había dicho que eran los jefes políticos en sus respectivos municipios. Pensaban también, que, “con la mano en la cintura”, desplazarían a la fracción de Castro Trenti, se dejarían sin efecto los registros de los candidatos del Senador, y se admitirían los de sus “gallos”.
El viernes pasado, en la ciudad de México, con la participación de todos los protagonistas de este conflicto partidista, se llevó a cabo la reunión, a fin de clarificar posiciones. La reunión fue coordinada, por Cristina Díaz, Secretaria General del CEN del PRI. En la misma estuvieron presentes, entre otros, los Alcaldes de Tijuana y Mexicali, como parte quejosa o reclamante, y por el otro lado el Senador Fernando Castro Trenti, René Mendívil, dirigente estatal del PRI y Julio Felipe García, coordinador de la fracción parlamentaria priísta en el Congreso del Estado.
Don Carlos Bustamante, aprovechó la ocasión para desahogar corajes y frustraciones. Acusó a sus rivales, de no permitirle ejercer su mando político, inherente al cargo de Presidente Municipal. Que indebidamente estaban enjuiciando a su Síndico. Que no le permiteron el registro de su candidato a dirigente municipal del partido. Hubo momentos en que se alzó el tono de la voz y estuvieron a punto de llegar a los insultos personales.
Como si fuese maestra de escuela de nivel básico, la dirigente del CEN del PRI explicó a los Alcaldes inconformes, que los tiempos han cambiado, que las jefaturas políticas que se ejercían en “el viejo PRI”, ya fueron superadas y están fuera de uso. Que en estos tiempos, “el nuevo PRI”, no es el partido del gobierno, sino el partido responsable del gobierno.
Casi recurrió a la fórmula de “las peras y manzanas”, para hacer más sencilla la explicación. Pérez Tejada, “agarró la onda” de inmediato. Bustamante, en cambio, se mostró necio. Una y otra vez insistió en que él era el jefe político. Finalmente se determinó, que por tratarse de una cuestión partidista, será resuelta por los dirigentes a nivel local, sin la intervención de los Alcaldes, quienes salieron de la reunión, como “niños regañados”.
Así es que no será el CEN del PRI, el que resuelva lo de las impugnaciones por el rechazo del registro de los precandidatos de los alcaldes, sino la Comisión de Justicia Partidaria del Comité Directivo Estatal, encabezada por el Lic. Salvador Gómez Avila, reconocido abogado priísta que actualmente presta sus servicios en la Sindicatura Municipal. Se estima que esta misma semana se dictará la resolución correspondiente.
De antemano se advierte que Rosana Soto y Juan Montejano, serán ratficados como dirigentes municipales del PRI en Tijuana y Mexicali, respectivamente. Para coraje y frustración de los Alcaldes, que se quedaron con las ganas de ejercer la función de jefes políticos, como en “el viejo PRI”.
Queda vigente, pues, la advertencia contenida en el desplegado publicado, la semana pasada, por la fracción de Castro Trenti, respecto al nuevo PRI, en el sentido de que : “…a los funcionarios de elección popular les corresponde dedicarse a bien gobernar y no ha querer controlar el partido. El nuevo PRI no es un partido del gobierno, es el partido responsable del gobierno. Somos la contraloría social del gobierno y los obligaremos a cumplir con la ley”. Lo de “jefes políticos”, es cosa del pasado. Bueno, eso dicen.
gil_lavenants@hotmail.com
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