Por Álvaro Cueva
Lo que pasó el sábado en Torreón fue un escándalo y nos tiene que servir a todos como experiencia social, mediática, política y deportiva.
¿Y qué fue lo que pasó? Que hubo balazos cerca del estadio donde se estaba llevando a cabo un partido de futbol entre el Santos y el Morelia.
La gente que estaba ahí se asustó e inmediatamente comenzaron las reacciones en los medios y las redes sociales.
Por si esto no fuera suficiente, el encuentro se estaba televisando, en vivo, por ESPN2 y Azteca 13.
¿Qué podemos decir? Que es un vergüenza el horror de violencia que estamos viviendo no nada más en Coahuila, en todo México.
Pero más vergonzoso aún, que esto pase tantas veces, en tantos lugares, que la gente se esté acostumbrando y la autoridad se agarre de aquí para hacer poco o, de plano, para no hacer nada.
¿A cuántos detenidos vio usted después de lo que sucedió en ese estadio de futbol?
Obviamente lo de Torreón alcanzó dimensiones monumentales por la combinación de factores mediáticos y deportivos que se dieron en ese evento, pero no ha sido la única balacera del mes.
Si no hubieran estado presentes las cámaras, el Santos y el Morelia, esto se hubiera perdido en la inmensidad de la nada o sólo hubiera llegado a algunos noticieros como una bonita nota de color gracias a los videos de YouTube.
Eso sí, hay que felicitar a la gente de Torreón porque en lugar de provocar una tragedia, se supo comportar a la altura.
¿Y los medios? Mal. Comencemos por los canales de televisión que estaban transmitiendo en vivo.
Los señores de Azteca 13 estaban narrando el partido como de costumbre cuando, en el minuto 39:49, se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.
Los comentarios fueron evolucionando del “algo está pasando” al “¿Dónde está la maldita seguridad?”
A los siete minutos, la transmisión fue sustituida por un fragmento del programa de bromas “Ya cayó renovado” y, posteriormente, por una repetición de “Al extremo”.
Me queda claro que la gente de Azteca Deportes que estaba en el estadio no tuvo nada que ver con esa decisión porque, mientras pudieron, hasta se dieron el lujo de dirigir sus cámaras como en la más importante de las coberturas noticiosas.
¿Qué fue lo que pasó ahí? Nadie sabe, nadie supo, pero es injustificable.
¿Por qué? Porque si el argumento era dar una buena imagen de México, ¿cómo fue que días antes los noticiarios de Azteca se regodearon transmitiendo el video del asalto de la pizzería de Nuevo Laredo?
Si el argumento era que se trataba de un evento deportivo, ¿cómo fue que en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Azteca Deportes se llevó la exclusiva mundial del atentado terrorista?
Y si el argumento era de ventas, ¿a qué clase de influencia puede aspirar una televisora que en los momentos cumbre de la realidad corta para meter un programa de bromas?
¿Qué fue esto? ¿Censura o autocensura? Haya sido lo que haya sido fue un error imperdonable, de antología.
Los locutores de ESPN2, por su parte, se comportaron como unos guerreros. Magnífico trabajo y a pesar de que dependían de la señal de Azteca, se supieron sostener con rigor y dignidad. ¡Felicidades!
¿Quiénes más cubrieron esto para la televisión? Milenio Televisión, Multimedios Televisión, ForoTV y Cadenatres.
Milenio Televisión hizo una labor espléndida bajo la batuta de Liliana Sosa.
Al instante vinieron los reportes, las preguntas, los enlaces, los especialistas. A nivel periodístico, Milenio se llevó la noche.
Multimedios Televisión fue la única televisora regional con proyección nacional que reaccionó a la nota. La única.
ForoTV hizo un corte comentando el dato mientras pasaba “Los reporteros” y en su informativo de las 21:00 le dedicó alrededor de 10 minutos a la balacera. Cero profundidad.
Y cadenatres pospuso el arranque de su tradicional función de box para informar sobre lo que había pasado en Coahuila alrededor de las 21:00.
¿Dónde estuvieron los reportes especiales en los demás canales de la televisión abierta nacional? ¿Así se van a estar portando ahora? ¿Y así esperan que los amemos, les compremos y les creamos?
Y ni modo de hacerle fiestas a la Internet porque por ahí vimos cosas patéticas, desde mensajes que afirmaban que los balazos eran en el estadio hasta gente que le echaba la culpa de esto al éxito de “La reina del sur”.
Por otro lado, ¿Se dio cuenta de que la nota, esa noche, en las redes sociales, no era Torreón sino los medios de comunicación? ¿Realmente eran más importantes los medios que la gente?
¿Y qué me dice de los chistes y las puntadas mala onda de algunos cibernautas? ¿Ése es el nivel que nos merecemos?
Tenemos que reflexionar y corregir, pero no nada más los canales de televisión, lo tenemos que hacer todos porque todos participamos en ese fenómeno social, mediático, político y deportivo, y no podemos permitir que se repita. ¿O sí?
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