Detallaron que en los hospitales y unidades de medicina familiar en la región, el personal está preparado con las medidas de enfriamiento corporal, así como el material médico necesario para la atención de este tipo de pacientes. Así mismo –dijo- que las unidades médicas de la región cuentan con los dispositivos necesarios para atender cualquier eventualidad, así como el traslado de pacientes que lleguen con síntomas de golpe de calor.
Destacaron que en los casos extremos (golpe de calor) donde existen complicaciones más severas y que tienen que estar en los servicios de Cuidados Intensivos se cuenta con las herramientas y los mecanismos para el tratamiento de casos severos de insolación.
Resaltaron las autoridades médicas que existen ciertos criterios para considerar que un paciente presenta golpe de calor, principalmente el paciente debe tener fiebre a la llegada al nosocomio por arriba de los 41 grados centígrados, explicaron que el no sudar es un signo de alarma, así como somnolencia, irritación, falta de coordinación, convulsiones, lo cual puede ocasionar la muerte si progresa el cuadro.
La insolación por su parte se produce por la exposición al sol sobre algunas zonas vitales del cuerpo, cuyos síntomas van desde el dolor de cabeza, piel caliente y sudorosa hasta la complicación que es el golpe de calor.
Las personas susceptibles a padecer un golpe de calor son los mayores de 75 años, y menores de seis, recién nacidos, personas con obesidad, quienes realizan mucha actividad física, albañiles, personas de la construcción, vendedores ambulantes, entre otros, así como personas con discapacidad, con hipertensión; con problemas cardiacos o respiratorios, diabetes o de tiroides, mal de Parkinson y demencia como Alzheimer.
Además pacientes que toman medicamentos que impiden la regulación de la temperatura corporal o reducen la transpiración por lo que la temperatura del cuerpo se ve alterada como antidepresivos, tranquilizantes y diuréticos.
Al presentarse un caso de golpe de calor o insolación, las personas deben conducir al paciente a un lugar fresco y fuera del alcance del sol dependiendo de su estado hay que conducirlo inmediatamente a una unidad médica.
Resaltaron que en caso de presentar síntomas leves hay que colocar compresas frías en la cabeza, cuello, tórax, brazos y muslos, el aporte de líquidos es fundamental, hay que darles agua u otras bebidas tonificantes deportivas.
Si el paciente no puede tomar líquidos no hay que forzarlo, ya que corre el riesgo de broncoaspiración. La bebida hay que darla poco a poco a temperatura ambiente, evitar bebidas frías o abundantes en poco tiempo. Si está en estado de shock, hay que administrar líquidos por vía intravenosa, siendo el traslado al hospital lo más importante para salvarle la vida.
Los pacientes con enfermedades crónicas pueden ser los más susceptibles a la temporada de calor ya que pueden empeorar su estado si aumenta la temperatura ya que no tiene defensas ante ella.
Por último resaltaron que las medidas preventivas ante esta temporada de calor son siempre lo más importante para evitar cualquier alteración a la temperatura corporal.
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