lunes, 16 de mayo de 2011

Palco de Prensa: Los fantasiosos

Por Gilberto Lavenant
Hay temas, como el de la educación, que sólo son materia de discursos políticos, en los días oficiales en que es obligatorio referirlos y en los que, lamentablemente, los gobernantes no han hecho la tarea y en los que han incumplido por completo sus promesas de campaña y sus compromisos. No obstante, presumen que todo es color de rosa, que no hay problemas, que todo es cuestión de percepciones sociales. Son fantasiosos, pues.

Dicho en otras palabras, la realidad social, la dibujan de fábula en los discursos oficiales. Para los políticos, -Ernesto Cordero, Secretario de Hacienda, es un ejemplo claro de ello- los mexicanos viven en un mundo de fantasía y con 6 mil pesos al mes, pagan el crédito de una casa de interés social, la colegiatura de sus hijos y hasta tienen automóvil. Para este tipo de individuos, las crisis, económicas y sociales que enfrentan los mexicanos, son puro cuento, simple pretexto de estar fregando.

El domingo, 15 de Mayo, con motivo de la celebración del Día del Maestro, en la capital del país, el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, señaló que ningún país del mundo hace lo que hace México en materia educativa. El funcionario presumió que se han logrado grandes avances en el tema de la educación.
Seguro que Lujambio, quien por cierto, desde esa cómoda posición, se pronuncia abiertamente como aspirante a la Presidencia de la República, no conoce las carencias y limitantes de la educación pública en el país. Seguro que él estudió en escuela de paga, a cuyas puertas lo llevaban en auto y con el estómago lleno. No sabe que muchos niños mexicanos caminan largas distancias para llegar a la escuela más cercana a sus casas y van en ayunas. Seguro que no sabe eso.
En el mismo evento, el Presidente Calderón presumió que "…El promedio escolar de los mexicanos ya está, prácticamente, en segundo de secundaria. Y tenemos que ir por más".
Para el primer mandatario, es un éxito, que el nivel educativo de los mexicanos alcance los 8.6 años de escolaridad e incluso afirmó que el 95 por ciento de todos los niños mexicanos está en la escuela y aseguró que el sistema educativo cuenta con capacidad para atender la educación primaria para todos los menores.

Pero, algo pasa. La realidad que se dibuja en los discursos oficiales, no es la realidad social de los mexicanos. En Baja California, por ejemplo, el jueves pasado, cuando se otorgaron las prefichas para inscribirse en escuelas preparatorias, en solo 3 o 5 minutos se agotaron los cupos en la mayoría de las escuelas. Los padres de familia, o los jóvenes aspirantes, tuvieron que hacer guardia frente a los monitores de sus computadoras, para accesar, vía internet, al portal creado para ello. En un abrir y cerrar de ojos, se agotaron los espacios.

Muchos, obviamente, no alcanzaron lugar en la escuela a la que pretendían ingresar. El Secretario de Educación Pública Estatal, Javier Santillán, reconoció estas limitantes y dijo que en Tijuana se tiene capacidad para cubrir solamente el 85 % de la demanda en este nivel, aunque aseguró que en septiembre próximo, ya se tendrá capacidad para cubrir el resto.

Si en lugar de andar discutiendo si se empatan o no las elecciones estatales, con las federales, si en lugar de andar preocupados por abatir el abstencionismo electoral, se preocuparan por buscar soluciones a la problemática educativa, otro gallo cantaría. La sociedad no estaría tan desencantada con los políticos que hablan bonito, pero actúan feo o deficientemente.

Las carencias educativas, al menos en cuanto a infraestructura, y por lo tanto capacidad para atener la demanda, son graves. Esto, sin contar las deficiencias en cuanto a la calidad de las labores educativas y al alto índice de la deserción escolar, por múltiples razones.

Durante la primer semana de abril, la diputada Roxana Soto Agüero presentó un punto de acuerdo para solicitar al Gobernador Jose Guadalupe Osuna Millán que explicara el destino de recursos públicos, supuestamente en  beneficio de los jóvenes bajacalifornianos.

La legisladora local, en su exposición de motivos, explicó que actualmente existe una tendencia de deserción de la escuela, concluyendo que el 43% de los jóvenes de edades entre 12 a 15 años, se encuentran estudiando la secundaria, el 27% de entre 16 a 18 años estudian la preparatoria o bachillerato, y solamente el 19.3% de los jóvenes de entre 19 y 22 años estudian la profesional, y que de los jóvenes que han dejado de estudiar, el 36.63% lo ha hecho por tener que trabajar y poco más del 20% porque ya no quiso o no le gusto estudiar.

Rosana precisó que mas del 50%, correspondiente a cada uno de los rangos de edades, no se encuentra estudiando, y que es imperante el realizar todas las acciones posibles para lograr encaminar a los jóvenes por el camino del estudio y del trabajo, con lo cual se logre mantenerlos alejados de las garras de los criminales.

Dicho en otras palabras, las condiciones del tema educativo, no son tan existosas como lo afirman Calderón o Lujambio. En especial en Baja California. El discurso político resulta fantasioso y representa una burla para todos los mexicanos y de manera específica para los bajacalifornianos que el jueves pasado no pudieron obtener un espacio para sus hijos en las escuelas preparatorias.  Eso, sin considerar que hay muchas familias que no tienen acceso al internet.
gil_lavenants@hotmail.com

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