Por Gilberto Lavenant
Cómo ya era de esperarse, el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, se negó a publicar la llamada Ley de Alcoholes, como se la enviaron los legisladores locales. No la vetó, solo le hizo observaciones, pero técnicamente es lo mismo. Como niño berrinchudo, pataleó y se las envió de regreso, al grito de : “Ya les dije que así no la quiero”.Acostumbrado a que durante los primeros tres años de su gestión administrativa, los legisladores, que en su mayoría eran de su propio partido, hacían lo que él quería, sus deseos eran órdenes, pues todavía no alcanza a entender que esos tiempos ya pasaron, que hora las cosas son distintas, que ya no es el jefe político absoluto de Baja california.
En el fondo, las diferencias entre lo aprobado y lo observado, no son muchas, ni enormes. Más bien son los modos. Parece que los legisladores, al menos los priístas, reconocieron que el tema del control de alcoholes, es competencia municipal. Que se trata de una ley estatal, pero que su manejo compete a los gobiernos municipales.
Pero como Osuna Millán, como Cantinflas, por sus “pistolas” –por cierto el ídolo del Senador panista Alejandro González Alcocer- quiere que se haga lo que él dice, pues les regresó el texto legal, para que lo corrijan, atendiendo sus observaciones. Y esto, fue la gota que derramo el vaso…
Esta semana, al comentar sobre esto con el diputado Fausto Zarate, quien tuvo a su cargo la consulta, diálogos y consensos, para ajustar la propuesta legal, conforme a los intereses de todos los involucrados, externó la reacción que ocasionó este nuevo veto de Osuna Millán.
Como el poeta Cicilia, Fausto señala que los diputados están hasta la madre, con los vetos y observaciones del Gobernador. Ya lo refieren como “Veto Osuna Millán Contreras”. Dice que no le encuentran el modo, pero aclara que ni se lo van a buscar. Que simple y sencillamente han optado por dejar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva cada observación osunesca.
Pero eso no es todo, ya están listos para darle “una sopa de su propio chocolate”, cuando Osuna Millán haga propuestas y los legisladores, técnicamente, las veten, les den palo o las manden a la “congeladora” y en cambio le toquen puntos que saben le resultarán incómodos, dolorosos. Como la ley de ingresos y el presupuesto de egresos para el 2012, o bien enviar a los gobiernos municipales los organismos administradores del agua.
Parecía que las ríspidas relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo, habían terminado, que por fin habría entendimiento, que el trabajo legislativo se desarrollaría con fluidez, que habría madurez política entre ambas partes. Está por concluir el primer año de esas relaciones incómodas y las cosas parece que se pondrán peores.
Con su estilo dicharachero, bromista, abierto, Fausto Zarate comenta : “el Gobernador nos debería traer en los brazos, como traía a los diputados de su partido durante los primeros tres años de su gobierno”.
Y advierte : “…ahí viene lo de la ley de ingresos y el presupuesto de egresos del 2012. Ahora si vamos a redireccionar el gasto del ejecutivo estatal. Cuando iniciamos, ni chance tuvimos de hacerle observaciones, pues tuvimos que entrarle a lo de la glosa del informe y teníamos poca información. Ahora, todo será diferente”.
Así como en los procesos electorales de dudosos resultados, se exigen cuentas, voto por voto, en lo sucesivo, a la administración de Osuna Millán, la manejarán los legisladores como si fuese dudosa, fiscalizando peso por peso. La ajustarán a lo más elemental, fuera viáticos, gastos supérfluos, nada de programas populistas o electoreros con destinos partidistas.
En plena campaña política presidencial, no se deberá realizar ningún gasto que se sospeche tenga fines electorales. Nada de reparto de despensas a diestra y siniestra, nada de abonarles el terreno a los candidatos panistas, nada de disfrazar ayudas. Nada de nada. Austeridad absoluta.
Todo, por las necedades de Osuna Millán, que no supo entender, ni reconocer, que su partido perdió estrepitosamente los comicios del 2010 y con ello él perdió gran parte del poder político que ostentaba y ejercía. Que ahora tiene que compartir la cancha con los rivales y no ser el único que meta goles, sino que también debe permitir que los contrarios metan unos cuantos.
Lo dice el diputado Fausto Zarate, los legisladores priístas –porque los panistas siguen sirviendo al amo- ya están cansados de que todas las propuestas que surgen de la XX Legislatura Estatal, sean “observadas” por el Ejecutivo local, el cual se ha convertido en el mandatario que más iniciativas ha rechazado, además de que se ha entrometido en la vida interna del legislativo, que ni siquiera le permitió reformar su propia ley orgánica.
A propósito de la Ley de Alcoholes, y la insistencia de Osuna Millán de que no se expendan bebidas embriagantes después de las 3 de la mañana, Fausto señala que no pensaba lo mismo cuando fue Alcalde, ni tampoco cuando lo fue Jorge Ramos y se obtenían recursos para las campañas políticas, como lo reveló el “bocón” de Gustavo Lemus.
Ni modo, es algo que no debe ser, como se advierte que será. Lo de la Ley de Alcoholes, es solo la gota que derramo el vaso…
gil_lavenants@hotmail.com
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