lunes, 14 de marzo de 2011

COLUMNA: Palco de Prensa

* La contraguerra
Por Gilberto Lavenánt
El lunes, 7 de marzo del año en curso, en el puerto de Ensenada, el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán dió la voz de arranque de la “guerra sucia” contra los priístas, hacia la sucesión presidencial del 2012 y la renovación de la gubernatura estatal en la entidad en el 2013.

Entonces, evidentemente desesperado, y con escasez de argumentos para debatir, en un momento dado, Osuna Millán, emulando a José Alfredo Jiménez, con aquello de “…Voy a sacar juventud de mi pasado…” exhortó a los panistas a recordarle a los bajacalifornianos las pillerías priístas.

Un esfuerzo extraordinario tendrían que hacer los panistas, para atender las proclamas de su Gobernador, en tanto que ellos gobiernan Baja California desde 1989. Recordar las falles de los gobiernos priístas, de 1988 hacia atrás, no sería nada fácil.

Pero, en fin, seguramente sus 1,609 asesores, le indicaron a Osuna Millán que esa es una buena estrategia. Lanzar una “guerra sucia” contra los priístas, para evitar que regresen al poder. En el 2010 no le funcionó, tal vez piensa que ahora sí.

Pues bien, una semana después, los dirigentes de los Grupos “Lázaro Cárdenas”, de todo el Estado, decidieron responderle a Osuna Millán, mediante un manifiesto que circuló esta semana por la red y en el que le lanzan, como certeros dardos, 17 señalamientos, que seguro le dolieron bastante y que muy probablemente son los primeros de esta contraguerra y que habrá de prolongarse hasta el 2013 en que deje la gubernatura estatal.

Habría que leerlo completo, para que no les cuenten. En tanto lo llegan a tener a la vista, veamos  algunos de los puntos más impactantes.

De entrada le señalan que “…ante sus recientes declaraciones publicadas en los medios de comunicación, donde usted invita a los miembros de su partido a que salgan a la calle recordarle a la población de los robos y corruptelas de los gobiernos priistas en B.C., nosotros también le recordamos que por 21 años los priistas de B.C. no somos responsables de los abusos del gobierno y de la corrupción oficial que aquí se vive a diario, sus declaraciones son deliberadas y solo son un claro reflejo del  espejo de su fracaso”.

Le recuerdan los temores del patriarca panista, Salvador Rosas Magallón, cuando los blanquiazules llegaron al poder en la entidad.”… Los mejores hombres se quedaron en las infanterías del partido, mientras algunos se encumbraban para llenarse de soberbia y, tristemente, volver la espalda al pueblo que los llevó al poder. Ahora, la oposición los señala como el mal gobierno. Y en el 2010 les dió el voto de castigo”, le dicen.

Le indican que si Rosas Magallón viviera, así como otros destacados oanistas, “…y vieran como se encuentra nuestro país y el propio Estado, seguramente se volverían a morir”.
También le observan que “…su actuar es como presidente de su partido y  NO como el gobernador de todo B.C.”.

Como machacando en la herida que no termina de cerrar, le recuerdan la estrepitosa derrota electoral del año pasado y le dicen : “…usted y los miembros de su partido deben reconocer que los ciudadanos decidieron votar y darle la confianza al PRI,  lo cual tiene que ver con la evaluación que los ciudadanos hicieron del desempeño del partido en el gobierno. El tropezón de estos comicios en el 2010 amenaza con convertirse en una caída que pondría en riesgo el último tramo del sexenio, así como la elección de 2012 y 2013”.

Luego le hacen referencia a la frustración ciudadana ante la propuesta de cambio, cuando Acción Nacional llega a la Presidencia de México, señalando que “…El gran problema, es que si algo ha hecho el PAN en estos diez años, es aprender a destruir sueños y esperanzas colectivas, a poner en riesgo de seguridad, la legitimidad social que se requiere para poder tener un buen gobierno”.

Como si le restregaran las fallas del panismo, en plena cara, le recuerdan fallas del foxismo e incluso la presunción calderonista de ser el “Presidente del empleo”, así como su narcoguerra.

En los últimos tres puntos, le recriminan su actitud bélica, y le dicen que ante la enorme ventaja que el PRI tiene de cara al proceso electoral del 2012, “…usted decidió iniciar con la guerra sucia, como un golpeador profesional dedicado a explotar el supuesto  negro pasado priista, por qué responder criticando a los gobiernos del PRI a los 100 días en funciones, por qué no ver sus debilidades de su actual gobierno y del presidente Calderón, por qué caer en la provocación y meterse al terreno que le corresponde a las dirigencias de su partido”.

E insisten : “…por qué enrarecer o empantanar el ambiente político; por qué tratar de llevar a la confrontación a los bajacalifornianos,  por qué no actuar con mayor responsabilidad para velar por la estabilidad, y la construcción de acuerdos”.

Los “lázaros”, concluyen diciéndole a Osuna Millán que “…nuestro estado requiere de una Sociedad comprometida y que de esta misma, emane la propuesta a la necesidad de un Gobierno prospero, eficiente, que vayan por encima de los colores partidistas, que el Gobernante, este a la mira y revisión de sus desplantes y hechos, de sus avances o retrocesos, que los discursos no sean falacias y ajenos a los actos y promesas, cumpliendo con sus gobernados”.

Lamentable que ocurra esto, pero quien lanzó la primera piedra, en esta “guerra sucia”, lo fue el propio Osuna Millán. Esta es la contraguera. Nadie le advirtió aquello de que “…juego que tiene desquite, ni quien se pique”.

                                                                                       gil_lavenant@hotmail.com   

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