* Truco, y algo más
Por Gilberto Lavenánt
La presunta reforma política, cuyos trabajos básicos se están desarrollando en la XX Legislatura Estatal, contempla la inclusión y formalización de una serie de figuras jurídicas. Proclives, propias o afines a la democracia. Pero en algunas de ellas, advierten, hay truco, y algo más.Ya se han recibido propuestas interesantes. En el área de reforma electoral, por ejemplo, se habla de 14 propuestas, relativas al establecimiento del voto electrónico, la desaparición de la lista de candidatos a diputados de representación proporcional, la creación de las candidaturas independientes, la elección de regidores por demarcación territorial, la elección independiente del síndico y el empate de elecciones.
Por lo que se refiere a los órganos electorales, se han recibido 13 propuestas, algunas de ellas presentadas por los propios integrantes del Instituto Electoral Estatal, entre las que destacan las relativas al establecimiento del servicio profesional de carrera, la definición del régimen laboral, la transparencia y acceso a la información de los partidos.
Así mismo, por lo que respecta a la participación ciudadana, se han recibido 9 propuestas, que hacen referencia al plebiscito, al referéndum, la iniciativa ciudadana, la revocación del mandato, una nueva Ley de Participación Ciudadana y la flexibilización para los plebiscitos.
Todos los planteamientos son sumamente interesantes, aunque es necesario analizarlos minuciosamente para determinar la factibilidad de cada uno de ellos y por lo tanto, determinar si podrán llegar a incorporarse a la legislación estatal.
Una figura, o propuesta, resalta entre todas ellas, la relativa al empate de las elecciones, que presenta varios escenarios posibles. Con base a los cuales, el comentario de esta ocasión.
Panistas y priístas coinciden en cuanto al propósito de que se empaten las elecciones estatales con las federales, en base a varios argumentos. Uno de ellos es el económico. Si al elegir Presidente de la República, Senadores y Diputados federales, al mismo tiempo se elige Gobernador, Diputados locales y Alcaldes, se lograría un ahorro sustancial, pues se utilizaría el mismo sistema electoral. El problema es el cuándo y el cómo.
Los priístas proponen que en el 2012, se acumulen y anticipen las elecciones del 2013, en las que habrá de elegirse al Gobernador, a los Diputados locales y Alcaldes de los cinco municipios de Baja California.
Y alguien podría cuestionar, que por qué la elección de Gobernador en el 2012, si Osuna Millán concluye su gestión hasta el 2013, al igual que los actuales Diputados locales y los Alcaldes, que acaban de iniciar su gestión.
Bueno, serían electos, pero entrarían en funciones hasta el 2013 y limitarían sus respectivos períodos, por una sola ocasión. El Gobernador que fuese electo en el 2012 y que iniciaría sus gestiones en el 2013, su período sería por 5 años y concluría en el 2018, y el que habría de ser electo en el 2018, ya sería por 6 años y los comicios federales y estatales se efectuarían al mismo tiempo.
En cuanto a los Diputados locales y Alcaldes que se eligieran en el 2012 y que iniciarían sus gestiones en el 2013, serían electos para un período de 2 años, concluyendo en el 2015, en el que habría elecciones intermedias, tan solo para dichos cargos, procediendo a su renovación en el 2018, cuando se empatarían los comicios federales y estatales.
Y aunque no parece tan dif ícil lograr esto, hay quienes advierten que en esta propuesta hay truco, y algo más, pues al anticipar las elecciones del 2013, acumulándolas a las presidenciables del 2012, los candidatos a Gobernador, Diputados o Alcaldes, se “colgarían” de la figura del candidato a la Presidencia de la República de su respectivo partido.
Además, las candidaturas locales se lograrían bajo negociaciones apretadas, bastante incómodas. No es lo mismo negociar con el candidato a Presidente de la República, a que una vez electo, éste promueva o induzca las candidaturas de sus afines. No es lo mismo candidato, que Presidente electo e incluso en funciones.
Esto aplica, tanto para panistas, como para priístas. Veamos, por ejemplo, si en el 2012, de manera anticipada, proponen candidatos a Gobernador, Diputados locales y Alcaldes, tengan por seguro que Felipe Calderón, aún con la fuerza presidencial en sus manos, las meterá para auspiciar a sus afines. Si los comicios locales son hasta el 2013, Calderón ya no podrá hacer uso de su “dedo presidencial”.
En cuanto a los priístas, ocurre algo similar. No es lo mismo imponerle candidatos a Gobernadotr, Diputados locales y Alcaldes, a quien sea el candidato tricolor a la Presidencia de la República, en el 2012, que pretender hacerlo en el 2013, cuando ya sea Presidente de México, pues entonces será él quien ejerza la facultad de “dedo elector”. El candidato del candidato, en el 2012, seguramente no será el candidato del Presidente.
En uno y en otro caso, las cosas cambian. Para varios, les conviene que se empaten las elecciones federales y estatales en el 2012. Ahorita cuando tienen cierta fuerza y posibilidad de negociar. Si se esperan al 2013, a lo mejor hasta ya los sacaron de las jugadas políticas. Por ejemplo, que conste, solo como ejemplo, en el 2013 Francisco Blake Mora ya no sería Secretario de Gobernación, ni Fernando Castro Trentí, Senador de la República. Entonces, sus posibilidades de postulación a la gubernatura estatal, serían totalmente diferentes.
Por algo, hay quienes advierten que en esta propuesta, relativa al empate de elecciones federales y estatales, hay truco, y algo más.
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