jueves, 27 de enero de 2011

COLUMNA: Hoy te voy a contar...

* Ambiente mexicano en el Museo Olímpico de Lousana
Por Raúl García Salguero
Aunque no me lo creas pero aquí en el Museo Olímpico hay mucho ambiente mexicano, y te platicaré porque.
Apenas entre a la biblioteca del Museo Olímpico me dirigí al área de video y para mi sorpresa promocionaban una producción con la historia del movimiento olímpico en la parte promocional se apreciaban imágenes de la Olimpiada de 1968 en México.

Justo cuando Queta Basilio se enfilaba a encender el pebetero y con ello marcaba un evento que se considera cultural además de deportivo pues nuestro país aportaron a la historia de las Olimpiadas el colorido de los carteles, los diseños vistosos y los programas culturales.

Aunque no estuvieron alejados de los problemas por los acontecimientos del 2 de octubre con la matanza de estudiantes, los juegos de México 68 tienen un espacio en el vitral, justo frente a donde están los mas de 100 integrantes del Comité Olímpico Internacional y donde están estampados los nombres de tres mexicanos.

Pedro Ramírez Vázquez, Olegario y Mario Vázquez Raña están en ese cuadro de honor

Cada vez descubro más lo que hay detrás del deporte, lo bueno y lo malo, y pasear sin límite de tiempo y como invitado especial en este recinto pase horas y horas repasando la trayectoria del movimiento olímpico.

Esta visita guiada resultó muy ilustrativa, para empezar toque unas medallas olímpicas originales, sentí el bronce, luego la plata y después el oro, escuhe en el fondo el Himno Nacional Mexicano y me imagine subiendo en medio de un estadio una bandera tricolor.

Me despertó la realidad y durante más de dos horas hice un recorrido por el mas grande centro de información sobre los Juegos Olímpicos, ahí frente al espectacular Lago Lemán y a 400 metros del hotel donde estoy hospedado pude redimensionar la importancia que ha tenido en mi vida la crónica deportiva, por cierto no muy bien pagada pero harto satisfactoria.

Y por la tarde un recorrido en metro y a pie por Lousana, una pintoresca ciudad que no es capital de Suiza pero si es la capital olímpica, y Ouchi, el barrio que alberga este museo tiene también los mas suntuosos hoteles como el Beau-Rivage Palace, sede del evento que trajo por estos lugares.

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