miércoles, 29 de diciembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Legisladores “chamaqueados”
Por Gilberto Lavenánt
En la Legislatura del Estado, han discutido, durante largas horas, la posibilidad de eliminar la facultad que tiene el Gobernador del Estado, para no promulgar u ordenar publicar, en el Periódico Oficial del Estado, las iniciativas de ley aprobadas por los legisladores, y que considere son lesivas para los bajacalifornianos, facultad esta que se conoce simplemente como veto.
La publicación de una iniciativa, debidamente aprobada por la Legislatura, es la última etapa del proceso legislativo, para que realmente se convierta en ley y sea obligatoria su observancia. Si no se publica, la iniciativa no se convierte en ley y el Jefe del Ejecutivo del Estado simplemente la regresa a los legisladores, con las ojeciones que estime pertinentes, para que sea corregida o adecuada, se someta nuevamente a votación y, de ser aprobada, sea enviada de nueva cuenta al Gobernador para su promulgación.

El veto, es un recurso legal que tiene el Jefe del Ejecutivo, para impedir o evitar que los legisladores legislen por capricho o con la evidente intención de fastidiar al Ejecutivo del Estado y sus programas, pero había caído en desuso. Era como la ¨carabina de Ambrosio¨, siempre guardada en el armario, para cuando fuese necesario apantallar a alguien.

El Gobernador, al menos Osuna Millán, no usaba el veto, porque simple y sencillamente el poder legislativo, estando integrado en su mayoría por diputados panistas, eran totalmente sumisos a sus deseos y nadie se salía del ¨huacal¨. Faltaba más.

Al perder el PAN los comicios del pasado 4 de julio, no solamente perdió las cinco alcaldías de la entidad, sino también la mayoría de las posiciones de la Legislatura Estatal. Los priístas lograron ser la mayoría y los panistas pasaron a ser minoría, por lo que aunque estos últimos continuasen siendo sumisos al Jefe del Ejecutivo Estatal, no puden obligar a los priístas a que también lo sean.

Esto preocupó enormemente al Gobernador Osuna Millán, pues tuvo que reconocer que ya no tendría el control absoluto en la entidad, si el Poder Legislativo no se plegaba a sus deseos.

Hasta que alguien por ahí le recordó que tenía a su favor el veto, un viejo instrumento legal que parmanecia guardado y que incluso muchos han estado pensando en desaparecerlo.

Así es que, a fin de probar la eficacia del veto, lo hizo funcionar contra la reforma de la ley orgánica del Poder Legislativo, aunque le falló, pues existe criterio de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que advierte que frente a ese tipo de reformas, el veto no funciona. Ni modo, la lucha le hizo.

Pero luego vino el acuerdo de eliminar la tenencia vehicular y Osuna Millán nuevamente sacó a relucir el veto, y le funcionó, pues logró que al menos los propietarios de automóviles de lujo continúen pagando en el 2011.

Claro, esto no fue tan sencillo, pues estaban a discusión los proyectos de ley de ingresos y presupuesto de egresos para el 2011, tanto estatales como municipales, por lo que tuvo que negociar con los legisladores priístas, bajo condiciones que no han quedado muy claras, pero al final de cuentas fueron aprobadas en paquete.

Parecía que el célebre veto, volvería al armario de los recuerdos. Osuna Millán había aprendido a negociar con los legisladores y quizás no habría necesidad de volverlo a usar.

Solo que uno de los legisladores panistas, Máximo García, quien fuese su secretario particular, no se sabe si por sí mismo, o por instrucciones del propio Gobernador, propuso reformar la ley de acoholes, para restringir el horario de venta de bebidas embriagantes, con un horario máximo de la 1:00 de la madrugada. Curiosamente la propuesta fue aprobada, sin objeción, alguna, casi en forma unánime.

Max se sentía soñado. Apenas la primer propuesta y se la aprueban. Nadie le exigió un fundamento sólido para ello. Nadie le advirtió que debió consultar a los Alcaldes, por sus posibles repercusiones. Lo raro fue que ni siquiera los legisladores priístas, hicieron el intento de preguntar a los Presidentes Municipales de Mexicali, Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito y Ensenada, que son priístas, si estarían de acuerdo en tal propuesta.

Total, todos los legisladores quedaron mal, pues los empresarios turísticos, principalmente de Tijuana, Playas de Rosarito y Ensenada, ya han estado protestando, advirtiendo que esa medidas ocasionará serio quebranto en su economía, ya de por si maltrecha, con tantas disposiciones centralistas, como la restricción en los depósitos en dólares.

Eso no es todo, los propios Alcaldes, y en especial el de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, han manifestado su malestar. Sienten que la medida, aunque propuesta por un panista, al ser aprobado por los priístas, lleva dedicatoria para él.

Lo extraño es que en lugar de que los Alcaldes priístas, se reunan con los diputados priístas, para solucionar esto, han decidido acudir con el Gobernador panista, para que se los resuelva, haciendo uso del veto. Osuna Millán, seguramente se ostentará como el defensor de los Alcaldes priístas, y mejorará sus bonos, gracias a su exsecretartio particular, ahora convertido en legislador, Máximo García, que tuvo la genial idea de hacer tal propuesta, o que atendió a la perfección las instrucciones de su jefe, para tales efectos.

Finalmente todo indica que a los legisladores priístas los ¨chamaquearon¨ y que además siguen distanciados de los Alcaldes priístas. En especial del Alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Achondo.
gil_lavenant@hotmail.com

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