viernes, 10 de diciembre de 2010

COLUMNA: Cicuta

* Lugarteniente
* La corrupción en el poder judicial federal
* Mandan a robar a Torreón al magistrado Reyes Colín
Por Jaime Flores Martínez
La remoción de los tres magistrados del Primer Tribunal Unitario del Décimo Quinto Circuito fue insuficiente para extirpar el cáncer de la corrupción que invade esa sala. Los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal deben saber que un abogado que se desempeña como “proyectista” presume de tener el control total de ese tribunal.

Se trata de un profesionista apellidado Ramírez Leyva, quien se desempeño como alfil del magistrado Pedro Fernando Reyes Colín, quien hace un par de meses fue trasladado a un tribunal de Torreón Coahuila al comprobarse que actuaba con parcialidad al beneficiar a uno de sus socios. Reyes Colín ventilaba un litigio millonario a favor de su socio José Armando Osorio Jiménez, con quien comparte las ganancias del restaurante el Vaquero de Mexicali.

Osorio Jiménez es el asesor jurídico del Ejido Mazatlán, una de las partes que reclama la propiedad de un valiosísimo predio ubicado en Rosarito. La contraparte dice tener fundadas sospechas que los ejidatarios entregaron medio millón de dólares al magistrado Reyes Colín para que la sentencia les fuera favorable. De la sociedad a la complicidad.

En un par de ocasiones Reyes Colín rechazo la decisión que tomo el Tribunal Agrario Federal al considerar que la parte demandante tenia la razón jurídica. El tribunal que albergaba a Reyes Colín otorgo un amparo al Ejido Mazatlán luego de inconformarse. Entonces el tribunal agrario falló a favor de los ejidatarios pero –en esta ocasión--el señor magistrado cambio su criterio al rechazar la petición de amparo promovida por los afectados. Finalmente hace un par de días dieron entrada al amparo.

Los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) asimilaron el contenido de Cicuta el pasado 13 de septiembre y después de realizar una investigación, encontraron suficientes elementos para remover de su cargo a Pedro Fernando Reyes Colín, Eduardo Rodríguez Álvarez y Miguel Ángel Morales, todos titulares del Primer Tribunal Colegiado del Decimo Quinto Circuito. A Reyes Colín lo transfirieron a Torreón Coahuila, a Eduardo Rodríguez a Tepic Nayarit, mientras que Miguel Ángel Morales prefirió jubilarse antes que ser enviado a otra entidad federativa.

Lo que ignora el Consejo de la Judicatura Federal es que el abogado Rodríguez Leyva, es el “proyectista” encargado de sacar a flote los compromisos establecidos por Reyes Colín durante su estancia en ese tribunal. Los abogados que litigan allí señalan en tono de broma que Reyes Colín dejó a su lugarteniente en la persona de Rodríguez Leyva.

La sociedad debe saber que los abogados que despachan como “proyectistas” son los encargados de elaborar los proyectos de sentencia, mientras que los magistrados solo se encargan de firmarlas. El contenido de cada sentencia es maquinado y plasmado por cada proyectista, de tal forma que son ellos los encargados de “hacer el negocio” a nombre del magistrado. Incluso hay quien los llama “”los cajeros automáticos”

En el caso que nos ocupa, Rodríguez Leyva tiene todos los antecedentes de la denuncia presentada por la señora María de Lourdes González Huerta, quien reclama los derechos de un extenso terreno ubicado en el Ejido Mazatlán. La señora González es la viuda legitima del finado Heliodoro Peinado Ibarra lo cual la convierte en primera beneficiaria.

La cuestionables acciones de Rodríguez Leyva deben poner en alerta al jurista Benjamín Castro Hernández, quien se desempeño como juez federal en Tijuana y ahora ocupa el lugar de Reyes Colín. Los antecedentes aquí planteados obligan al magistrado Castro a revidar con lupa el proyecto de sentencia que elabore Rodríguez Leyva, con la enorme responsabilidad de dictar una sentencia justa en este millonario asunto.

Para información de Castro Hernández, los integrantes del Ejido Mazatlán se deslumbraron con su propia ambición hasta el punto de contratar al licenciado José Armando Osorio Jiménez para que encabezara el pleito legal. Esos ejidatarios sabían perfectamente que Osorio es intimo amigo de Pedro Fernando Reyes Colín.

El pasado 2 de agosto Cicuta publico el dicho del abogado Alberto Carbajal, asesor jurídico de la parte afectada, es decir, de María de Lourdes González Huerta. En esa ocasión Carbajal se fue a la garganta de los magistrados al decir que “los magistrados del Primer Tribunal Colegiado del Decimoquinto Circuito, Pedro Fernando Reyes Colín y Eduardo Rodríguez Álvarez “son unos rateros y buitres voraces que pretenden hacer de su carrera judicial una mina de oro”.

La visión de Carbajal fue avalada por el presidente del Colegio de Abogados de Mexicali José Luis Huape Rodríguez, quien desde noviembre del año pasado denuncio públicamente corrupción y tráfico de influencias en ese tribunal. Huape Rodríguez hizo un señalamiento directo a los magistrados Reyes Colín y Rodríguez Álvarez, aunque tuvo que pasar casi un año para lograr su transferencia.

Los integrantes del Consejo de la Judicatura (CJF) deben saber que la mano de Rodríguez Leyva se observa en cada decisión tomada por sus antiguos jefes: el pasado 29 de julio, los magistrados Reyes Colín y Rodríguez dieron entrada a un amparo promovido por el ejido Mazatlán, donde impugnan la resolución del Tribunal Agrario. En el documento (Amparo Directo numero 427/2010-I), señala que la justicia de la unión ampara y protege al comisariado ejidal del Ejido Mazatlán contra los actos que reclamo del Tribunal Agrario del distrito cuarenta y cinco.

No hay duda que la autoridad federal aplico una estocada magistral al remover de su cargo a servidores públicos que hicieron de su labor un método para hacer dinero sin recato alguno, aunque la barredora dejo trabajo pendiente; Rodríguez Leyva, cobrador oficial de Reyes Colín, pregona que “es intocable”: Puede que lo sea.

Comentarios: cicuta45@gmail.com

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