Las ¨herencias malditas¨
Por Gilberto Lavenánt
A los futuros alcaldes de los municipios de Baja California, no les preocupa tanto los nombres o capacidades de quienes integrarán sus respectivos equipos de gobierno. Su preocupación primordial es que asumirán administraciones municipales sin recursos. En algunos casos, aunque parezca exagerado, ni para papel del baño les van a dejar.
En un afán por lucirse como magníficos gobernantes, los Alcaldes aún en funciones, no solamente se agotaron lo presupuestado, sino que sin cautela alguna recurrieron a préstamos y endeudaron a los gobiernos que les correspondió encabezar, sin un estudio serio de factibilidad o posibilidad de pago.
El caso más notorio, sin duda alguna, lo es el del Ayuntamiento de Tijuana, a cargo de Jorge Ramos Hernández, que hipotecó las finanzas municipales con su famoso PIRE, por más de 1,700 millones de pesos, que tendrán que pagar las próximas diez administraciones municipasles. O quizás más.
Ramos Hernández, independientemente de las fallas técnicas que con el transcurso del tiempo se vayan registrando o apareciendo, en esto de la repavimentación de las principales vialidades de Tijuana, hoy es reconocido como el político que logró transformar a esta ciudad. Pronto le recordarán, como el causante de las penurias que padecerán los futuros Alcaldes de Tijuana, cuando los recursos disponibles no les alcancen ni siquiera para cubrir las necesidades más elementales del gobierno local.
A mediados de julio pasado, José Luis Parra Vázquez, dirigente estatal del sindicato de burócratas estatales y municipales, advertía que estaban preocupados debido a que los gobiernos de Tijuana, Tecate, Rosarito y Ensenada, adeudaban al Issstecali más de 140 millones de pesos, producto de las aportaciones patronales que las actuales administraciones no habían realizado.
Para entonces, tan solo el Ayuntamiento de Tijuana adeudaba más de 80 millones de pesos; Ensenada 47 millones, Tecate más de 15 millones y Playas de Rosarito, aproximádamente diez millones de pesos.
Pero ese es solamente un rubro. En días pasados, allá en Ensenada, los vehículos recolectores de basura, no salieron a proporcionar el servicio en el puerto, porque el Ayuntamiento no tenía dinero para comprar diesel.
Y esto es general. Los futuros Alcaldes andan tocando puertas de instituciones financieras, públicas y privadas, para obtener préstamos, que al menos les permitan cubrir obligaciones básicas de fin de año, como lo son los aguinaldos de sus empleados. Tampoco tienen para cubrir las liquidaciones del personal que concluye sus labores con las actuales administraciones.
No se sabe aún en qué condiciones recibirán los nuevos Alcaldes las finanzas municipales, pero seguramente serán más críticas de lo que muchos imaginan. Esto es lo que pronto habrán de identificar como la ¨herencia maldita¨, porque maldecirán a sus antecesores, por manirotos, porque, por culpa de ellos, ahora las nuevas administraciones enfrentarán todo tipo de limitaciones e incluso tendrán que recurrir a nuevos préstamos.
Esta semana, el Pleno de la Legislatura Estatal, aprobó, con dispensa de trámite, una Iniciativa de Acuerdo Económico presentada por la Diputada Nancy Sánchez Arredondo, por medio de la cual se exhortó a los Presidentes Municipales de Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito, a que en lo sucesivo no realicen ningún contrato, licitación, o concesión con particulares, que afecten las finanzas y el patrimonio de los municipios y provoquen obligaciones a los Ayuntamientos que entrarán en funciones a partir del primero de diciembre. La propuesta fue aprobada por 19 votos a favor y seis abstenciones de la Fracción Parlamentaria del PAN.
Interesante la propuesta, lástima que se hace demasiado tarde y que solamente es un exhorto y por lo tanto no les obliga a nada.
Los Alcaldes aún en funciones, no se midieron en el gasto público. Hubo un enorme derroche de recursos públicos, sobre todo en proyectar sus imágenes personales, o en realizar supuestos programas sociales, con evidentes intenciones electorales.
Un buen gobernante, no es aquel que hace mucho, con dinero ajeno. Esto suponiendo que realmente hayan hecho mucho, aunque, salvo el caso del PIRE, cuyos aspectos negativos se irán presentando, poco a poco, las demás administraciones municipales de toda la entidad, no hicieron nada que les haga merecedoras de algún reconocimiento público.
Ya es tiempo de que se regule, se controle o se someta a los funcionarios gastalones. Que ya no se les permita que adquieran deudas que no podrán cubrir dentro del término de su gestión. Sino, esto será un cuento de nunca acabar.
gil_lavenant@hotmail.com
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