Por Miguel Angel Lara Rosales
Recientemente durante la comisión permanente de la Cámara de Diputados , se presentó una iniciativa por parte del Diputado bajacaliforniano Oscar Arce Paniagua sobre la posible sanción a medios de comunicación en caso de la difusión de narcocorridos como apologías del delito, la cual ha causado cierta controversia dentro de los mismos medios, en los cuales, diferentes “líderes de opinión” han emitido sus juicios descalificando por completo la iniciativa del Dip. Arce.
Diversos son los argumentos que califican a esta iniciativa como absurda y sin sentido ante la evidente ignorancia de la misma, tal es el caso de la afirmación que establece que la iniciativa esta dirigida a la consecuencia y no a la causa real del problema o como la más absurda y sorprendentemente la más escuchada aquella que “acepta el narcocorrido como parte de la cultura mexicana y lo defiende con el argumento de “la necesidad de tomar testimonio de lo que pasa en nuestro país” esta última emitida por la señora Patricia Chapoy en su programa Ventaneando y otros personajes del medio.
Si bien es cierto que el narcotráfico es una constante en nuestra sociedad, esto no quiere decir que sea parte de nuestra cultura, pues la cultura es el conjunto de valores, tradiciones y normas que rigen una sociedad determinada y la distinguen de las demás, justamente el “narcotráfico” es una de las causas del deterioro de los valores, las tradiciones y sobre todo de las normas sobre las cuales esta basada la nuestra.
Es fácil emitir los juicios cuando se esta distante al problema y sobre todo cuando no se ha sufrido en carne propia las consecuencias de lo que a mi juicio es la “pseudo cultura mexicana” o en este caso la “narcocultura”. En mi experiencia, tuve la oportunidad de realizar labor social algún tiempo en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, en una de las comunidades de mayor marginación social y con los índices más altos de violencia . Durante mi estancia tuve la oportunidad de observar directamente los efectos de la narcocultura en la niñez y la juventud de aquella comunidad, pudiendo afirmar que las expectativas de vida de los mismos tienen como referencia los esteriotipos de vida marcados por el Narco y difundidos por los diversos medios como la música, los filmes y hoy en día los noticiarios. Preguntando a los jóvenes de una escuela secundaria, dentro de la misma comunidad, sobre sus planes de vida, el 90% afirmaba que su gran ideal de vida era ser “motero” o “capo”, tener una “troca” y un “cuerno de chivo” pues el ser narco es “vivir bien”, siempre haciendo referencia a algún corrido como “el Águila real” “la fuga del chapo” o a algún filme improvisado sobre los grandes jefes de la droga como “Chuy y Mauricio”, “Los dos cuernos de chivo” entre otras. Dentro de los jóvenes de entre 17 a 20 años los temas de conversación giraban en torno a ser pistoleros o sicarios y tener autoridad dentro de la comunidad, igualmente hacían referencia a canciones como “el 24” cuya trama gira entorno a un sicario respetado entre los líderes de los carteles.
Teniendo como base esta vivencia directa de la influencia de la narcocultura sobre la población más vulnerable, el incremento de la deserción escolar[1] de las regiones del norte del país y evidente incremento de la violencia entre la juventud de la misma región[2], puedo sostener que los narcocorridos y los narcofilmes son factores clave en la exaltación e incitación a la ejecución del delito con miras al establecimiento de estilos de vida erróneos, debido a que el “delincuente” se a posicionado en un carácter de “héroe”, mediante las narrativas de las heroicas aventuras y las crueles traiciones que sufren los “mártires” del narco.
Es incuestionable el peligro que representa la evidente narcopropaganda “legal” (los narcocorridos y los narcofilmes), pues al caricaturizar e idealizar al Narco inmediatamente se posiciona en la población como moda, de igual manera como se posicionan los productos y servicios en el mercado, pasando así a un concepto interesante el “narco marketing”.
¿No será que de tras de las resistencias que se han hecho presentes en los medios de comunicación social se encuentran beneficios económicos por la producción y difusión de la narcocultura?
¿No será que las cabezas de los medios encuentran en un problema social una gran oportunidad de lucro?
No nos equivoquemos México!! Las narrativas de los delitos no son ni serán parte de la cultura mexicana que es mucho más que “matanzas, burla de la autoridad, enriquecimiento ilícito y delitos contra la salud” o qué, ¿ahora tendremos que hacer canciones sobre las atrocidades de violadores y secuestradores?.
[1] Dicha población es un nicho fácil de convocatoria y reclutamiento de los futuros pistoleros. Entre los estados con mayor vulnerabilidad por la tasa de rezago educativo se encuentran Coahuila (11.6%) , Guerrero (9.1%), Michoacán (10.7) y Zacatecas (9.8%).
[2] Según el Índice de Incidencia Delictiva y Violencia 20009, los estados con mayor incremento de violencia son Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Guerrero y Sonora. En gran parte la violencia en estos estados esta vinculada con el narcotráfico.
[1] Dicha población es un nicho fácil de convocatoria y reclutamiento de los futuros pistoleros. Entre los estados con mayor vulnerabilidad por la tasa de rezago educativo se encuentran Coahuila (11.6%) , Guerrero (9.1%), Michoacán (10.7) y Zacatecas (9.8%).
[1] Según el Índice de Incidencia Delictiva y Violencia 20009, los estados con mayor incremento de violencia son Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Guerrero y Sonora. En gran parte la violencia en estos estados esta vinculada con el narcotráfico.
hola me agrada como escribes, y tus reflexiones, t agregue en el face q onda me agregaste? me recuerdas soy elizabeth de la sec.
ResponderEliminart mando saludos espero leas esto agrgame para vernos y platicar, se nota q has cambiado y me da gusto tu crecimiento personal :)