Playas de Rosarito.- En un doble retiro de hombres y mujeres que abandonaron la “vida mundana” abrazados a la fuerza del Evangelio, al menos 3 mil de ellos iniciaron el tradicional retiro de la organización mundial “Alcance Victoria”. Retiro que concluirá el próximo Viernes con una misión especial en la vecina ciudad de Tijuana.
“Victory Outreach”, por su nombre en inglés, son ya conocidos en esta frontera por sus siete centros de corte cristiano especializados en rescatar a personas que se encuentran sumergidas en las redes de las drogas, la prostitución y las pandillas. Precisamente por quienes una vez estuvieron en su mismo lugar.
Su visita en esta ocasión reviste un especial interés por supervisar su Casa para Mujeres en Rosarito que lograron ser alcanzadas por su prédica y que por ello experimentaron un cambio en sus vidas hasta llegar adejar de comercializar sus cuerpos por dinero en las calles o casas de citas de la región.
“Venimos a Rosarito, pero no a tirar party, sino a retirarnos de nuestros ambientes cotidianos para estar preparados sí en un lugar muy bonito frente al Océano, pero concentrados en nuestra misión que es salir a rescatar a más muchachas de la Coahuila o Zona Norte de Tijuana”.
Efectivamente se trata del tradicional rally en que cientos de lideres venidos de todas partes, acuden a esta frontera donde se agudiza este fenómeno, sin un plan específico, como no sea la gracia y la misericordia de Dios, asegura emocionada Ababel.
Nuestra entrevistada no oculta sus rústicos tatuajes de sus manos, que contrastan con el brillo de sus ojos y la animosidad de sus palabras al compartirnos uno de sus grandes planes, como es moverse junto con su esposo Randy hacia el frío estado de Carolina del Norte para abrir un centro de oración allá. Junto con otras de sus compañeras, ahora de faldas largas y rostros amables, no se sonrojan siquiera ala segurarnos que no hace mucho tiempo, ellas mismas fueron rescatadas por medio de otras generaciones de esta organización con presencia en varios países.
“Detrás de todas estas mujeres hay una historia dura y triste, que venimos a compartir con otras muchachas aquí, por ejemplo empecé a drogarme desde los 12 años y a los 19 se puede decir que ya era una perdida, pero he vuelto por la gracia de Dios para dar testimonio de vida”, apunta la muchacha.
Cada año, lideres de este ministerio se congregan en esta ciudad para “recargar sus baterías” en busca de su misión clara: centrada en las calles de la zona de tolerancia donde conviven traficantes, drogadictos, prostitutas y funcionarios corruptos todo por salvar aunque sea a unas cuantas mujeres perdidas en el vicio y la prostitución.
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