Por Sergio Anzures.
La desconfianza de padres de familia católicos de dejar a sus hijos en retiros espirituales o en el catecismo con sacerdotes es cada vez mayor, Tijuana es ejemplo de ello.
En las misas no ha disminuido la afluencia de católicos, “pero ya no nos dejan a sus niños solos en las clases de catecismo, por todo lo que ha pasado de los casos de sacerdotes pederastas, incluyendo Tijuana”, dijo un párroco de la región.
Es la realidad y hay que afrontarla, por tanto caso de sacerdotes pederastas, “hemos perdido la confianza del católico, ya no somos el padre confidente espiritual, familiar y a veces hasta económico de familias creyentes de esta región y de otras”, reconoció otro integrante del presbiterio de la Arquidiócesis de Tijuana.
Platican con AJEDREZ POLÍTICO, y lamentan la postura del arzobispo Francisco Moreno Barrón ante las acusaciones de curas pederastas en Tijuana.
Callado, parece no importarle y seguir la misma posición de su antecesor Rafael Romo Muñoz y dejar que todo corra, proteger en lugar de realmente investigar a quienes son acusados de cometer actos de pederastia, insisten otros sacerdotes al referirse a su jefe católico en Baja California, Francisco Moreno Barrón.
Dan ejemplos: Enrique Tenorio Pérez, sacerdote y ex párroco de la iglesia de La Asunción en la colonia Las Huertas primero sección y de la parroquia San Martín Caballero en Las Villas, tiene cinco años suspendidos, no puede oficiar misa, pero la hace prácticamente de sacristán en la Catedral de Tijuana, en la calle Segunda de la Zona Centro.
El arzobispo Moreno Barrón nada dice al respecto, ni al presbiterio, menos a la comunidad católica, “con lo parece no importarle los lineamientos del Papa Francisco, de hablar con la verdad en estos casos de pederastia”, coincidieron sacerdotes de Tijuana.
Como se recordará, Enrique Tenorio fue acusado en el 2012 junto con otros padres de Tijuana de pederastia, por el ex rector del Seminario Mayor, Eduardo Ortiz y en el 2014 el Vaticano ordenó la investigación y separación de los sacerdotes.
Al jefe de la iglesia católica en Baja California, Francisco Moreno Barrón le tocó “suspender” por “enfermedad” desde el 2018 al sacerdote Juan Carlos Ackerman Ayon, para investigación por señalamientos de pederastia.
Pero “lo protegió”, porque primero lo envió a la Casa del Sacerdote y luego a su casa, le permitió aparecer en internet, en eventos públicos y casi casi oficiar misa. Ahora lo rescata y lo envió de párroco a la iglesia San Francisco Javier en la colonia Juárez de Tijuana.
Mientras que al padre Eduardo Ortiz, quien en 2012 denunció documentado los casos de pederastia en Tijuana, de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad en la colonia del Río lo envió a la parroquia de la Santa Cruz en la colonia más peligrosa de Tijuana, la Sánchez Taboada.
El blog Santa Pecadora que trata asuntos escabrosos de la iglesia católica en el mundo, en su publicación del 26 de enero del 2020, señala que “el actual arzobispo de Tijuana (Francisco Moreno Barrón) ha preferido no tocar los temas de homosexualidad en su clero y de abuso sexual a menores, de hecho conoce cada situación que alberga a su clero, incluso un numeroso grupo de sacerdotes conoce la realidad de sus compañeros, pero por ignorancia o miedo no se han atrevido a denunciarle frente al arzobispo, quien sabe que si la situación se destapa podría causarle un serio problema en su carrera episcopal”.
Santa Pecadora se refiere al caso del padre Juan Carlos Ackerman: “Tijuana, la Arquidiócesis premia a sacerdote acusado de abuso y de organizar orgías”, y pone una fotografía del padre Ackerman.
Presiona la imagen y...
--------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario