Tal parece que el director de la preparatoria Lázaro Cardenas, profesor Jesús Cruz Olguín, tiene toda la intención de verse inmerso en un asunto judicial en contra del director general de Cosmopolitan Group, David Saúl Guakil, por su obstrucción del acceso a la rampa Agua Caliente, que impede la libre circulación de personas y vehículos en la zona, con la única finalidad, fallida por cierto, de impedir la terminación del edificio "Life" que desde hace más de dos años ahí se construye.
De acuerdo a los alegatos de Cruz Olguín, carentes de sustento, la rampa Agua Caliente es una extensión del predio en el que se encuentra edificada la preparatoria Lazaro Cardenas, sin embargo, los directivos de Cosmopolitan Group, han demostrado documentalmente que esa área es una vialidad, es decir, pertenece al municipio de Tijuana, pero el docente no quiere aceptarlo, creé que ese polígono es su feudo y en el, solo su voluntad y capricho prevalecen.
Está postura de estólida intransigencia inicia desde hace más de dos años, fecha en que dieron inicio los trabajos de construcción del edificio "Life", y data en que los directivos de Cosmopolitan Group han tratado a través del diálogo, primero, hacer entender a Cruz Olguín el error en el que incurre y, cumpliendo con sus exigencias en materia de infraestructura para la zona, como banquetas de concreto hidráulico y alumbrado público, cerco perimetral y señalización.
Sin embargo, pese a que le han cumplido sus exigencias, Cruz Olguín persiste en su postura de cerrazón e intransigencia sin fundamento, solo demuestra que está en el estatus de joder solo por joder, y en su torcido juego involucra a alumnos y padres de familia que, de buena fe, le creen que él enarbola la verdad, hecho que, documentalmente ya le fue destruido.
Ya es tiempo de que Cruz Olguín tenga la gallardía de manifestar cual es su verdadera intención y ambición, ya no le embona el discurso de que con la obra la integridad de los estudiantes estará en riesgo, al contrario, con la nueva edificación y la construcción de la infraestructura que exigió, se decisieron de un "picadero" que operaba en un destruido y abandonado hotel en el que el consumo y venta de drogas era la constante, lo que dejaba a los jóvenes a merced de los adictos y delincuentes que ahí pululaban.
El tiempo de conclusión de la obra está por cumplirse, y los 130 habitantes de los condominios que lleguen a radicar a la zona, así como los responsables de Cosmopolitan Group, no permitirán que Cruz Olguín obstruya el acceso a la rampa, y aunque su deseo es de llegar a un arreglo, de ser necesario utilizarán a las autoridades para que asi sea, es por ello, que es la hora de que diga que es lo que en verdad quiere Cruz Olguín.
Y mientras tanto....
En el municipio de Playas de Rosarito, se instaló un gobierno en el que están los caprichos por ensima de los ordenamientos.
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