Por Sergio Anzures.
Los conflictos comenzaron desde el noviazgo y conforme pasaba el tiempo la discusión pasó a la violencia psicológica y física.
De tal manera que cuando decidieron unir sus vidas, pocos sabían del desgaste y la violencia física que prevalecía en la pareja.
Ella lo denunció una y otra vez ante sus familiares y posteriormente lo hizo ante la Procuraduría de Justicia del Estado, pero jamás fue escuchada por la autoridad.
Existen datos registrados que dos años anteriores (2015), lo hizo ante el Ministerio Público.
Ya separados un día bajo el engaño de pasar a recoger un vehículo y ver una casa en las inmediaciones de un rancho su ex esposo pasó al domicilio de ella y la subió a su camioneta.
Dentro de la unidad, volvieron las discusiones e insultos, ella suplicó que favor la dejara en paz y la bajara, él decidió impactar su vehículo sobre un camellón de la rampa ascendente y prolongada de la colonia Juárez, aquí en Tijuana.
Después del impacto que aturdió a ambos tripulantes (él y ella), de manera rápida y ventajosa el hombre se bajó y con un recipiente de plástico que contenía gasolina empezó a rociarla al interior de la cabina para posteriormente encenderlo.
Empezó a gritar que su esposa estaba adentro y que la camioneta—por el choque— se estaba incendiando y no podía sacarla.
Lo que jamás contempló el ex esposo, es que algunos testigos observaron la acción criminal desde el momento en el que el vehículo se impactó contra el camellón.
Juristas indicaron que durante los deficientes actuaciones judiciales no existieron elementos contundentes ni se acreditó la versión de los testigos, ni la de los rescatistas, quienes cuando realizaron las maniobras para sacar a la víctima del incendio —su cuerpo estaba quemado en un 80 por ciento— lograron escuchar en tono doloroso y voz baja decir a la joven mujer “fue él”.
Por esas deficiencias judiciales, el caso se atoró, debido a que los peritos y más aún el Ministerio Público no recogieron la evidencia física, pues nunca se preocuparon por buscar el encendedor o el agente (gasolina) que inició el fuego en el carro.
Este caso ocurrió el 18 de octubre del 2017, Keyra González murió semanas más tarde (12 de noviembre del mismo año) en un centro médico, su ex esposo fue detenido.
Pero el 23 de septiembre del 2018, la señora Rosa María Lavin Enríquez, dijo a Uniradio que su ex yerno Jonathan podría salir en libertad porque sus abogados argumentaban que la muerte de su hija fue generado por un accidente vehicular.
Durante el primer trimestre del 2019, asesinaron 44 mujeres en Baja California,
40 de esas muertes violentas se registraron en Tijuana.
Baja California es el cuarto Estado en el país con más muertes violentas de mujeres, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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