Por Rodrigo Ballesteros Palafox.
PLAYAS DE ROSARITO.- Viejos gremios de taxis en Rosarito se atrincheran “a piedra y lodo” y literalmente “por sus pistolas” bloquean el acceso de otras opciones del servicio bajo el argumento de no tolerar la “competencia desleal y ruinosa”, y desde las esferas del gobierno o por medio del uso de la fuerza, se adjudican el control pleno del transporte público en el Quinto Municipio.
Tal es el caso de la plataforma UBER, cuyos representantes no han acreditado su operación en Rosarito, confirma el Regidor Miguel Calles Muñoz, titular de las Comisiones de Transporte y Seguridad en el Cabildo de la Ciudad, ninguna empresa se ha acreditado a nivel local. Secundado por la misma Presidenta Municipal Mirna Rincón Vargas.
A diferencia de los taxistas agremiados en la vecina ciudad de Tijuana, donde protagonizaron escandalosas golpizas a choferes y usuarios del sistema alterno; en el caso de Rosarito el control del Transporte por la élite de dirigentes, les ha permitido mantener a raya a los inversionistas que osen intentar entrar a la plaza, utilizando para ello métodos más sutiles y persuasivos.
Esto al llegar incluso a reglamentar y prohibir en forma tajante que en caso de llegar a Rosarito conductores del sistema UBER, deberá hacerlo exclusivamente para dejar a sus pasajeros mes nunca para subir a solicitante alguno del servicio.
Es decir en forma amafiada, Grupos Transportistas de la localidad se adjudican el derecho de admisión al aprovechar el trato privilegiado que reciben de las mismas autoridades; en detrimento de la libre empresa y la competencia comercial a favor de los ciudadanos usuarios del servicio.
No obstante la situación tiende a salirse de control y la violencia empezó a desbordarse en el último año, donde las bajas de choferes y usuarios del servicio de taxis se suman ya por docenas; por lo que las mismas autoridades investigadoras se ven obligadas a investigar esta violencia y a reconocer la existencia de un problema.
Balaceras, ataques permanentes, amenazas e intimidaciones, incluso muertes violentas se registran a diario también en este municipio, muchos de los casos ni siquiera son debidamente investigadas por el Ministerio Público y de manera tendenciosa las autoridades locales borran detalles de ejecuciones, cuando se involucra a taxistas ya como víctimas, ya como agresores. Propiciando un clima fértil para la impunidad y la corrupción.
Los choferes de Uber son intimidados y golpeados por los conductores de taxis, principalmente de algún de las tres empresas de “Amarillos”, lo que genera un clima de terror y zozobra incluso entre los ciudadanos comunes inermes ante esta pugna creciente entre transportistas ante una autoridad incompetente, disminuida o rebasada por estos gremios acrecentados por el mismo sistema.
En este contexto, el Director del Transporte Municipal, Enrique Díaz Pérez durante los últimos cuatro años, enfrenta múltiples de quejas y demandas de los mismos transportistas afectados por inoperante y por su parcialidad en muchos de los problemas que se suscitan entre los diferentes gremios transportistas.
Quejas que alcanzan al regidor Calles Muñoz quien reconoce estar bajo una fuerte presión, amenazado en su propia integridad física, que lo obligó a solicitar el servicio de un escolta para su protección y reconocer que la regularización del sector transportista en Rosarito representa un reto serio.
Son algunos rasgos que indican parte de la descomposición prevaleciente en el sector transportista, ante un ambiente que pudiera hacer crisis en los siguientes días, en cualquier momento.
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