Este lunes 15 llegó a Chile, El Gringo; como apodaban acá al actual Papa Francisco, cuando en 1960 como joven seminarista de 24 años pasó un año en Santiago, la capital chilena, como parte de su formación jesuítica.
Ahora en su recorrido desde el aeropuerto, donde fue recibido por la presidenta Michelle Bachelet quien hace unos días manifestó, que el papa Francisco encontrará un Chile más igualitario y justo que el que recibió a Juan Pablo II hace casi cuatro décadas, hubo hoy por la tarde relativamente poca gente.
Y tampoco se registraron aglomeraciones en su primera parada hecha para rezar unos minutos, ante la tumba del llamado obispo de los Pobres, Enrique Alvear, cuyo proceso de canonización se ha ya iniciado.
De ser elevado a los altares, sería el tercer santo chileno; los dos primeros, el admirado jesuita Alberto Hurtado y santa Teresa de los Andes, ambos canonizados por el papa Juan Pablo II.
Y por lo que pude ver y oír, el entusiasmo por la visita del papa argentino no era muy grande.
Aunque Chile sigue siendo un país mayoritariamente católico, en el que pese a la separación que dicen hay entre Iglesias y Estado la jerarquía católica tiene mucha influencia, muchos chilenos se han ido alejando de la práctica religiosa.
Algunos, sobre todo los jóvenes de clases media y alta, por desinterés o desidia; otros, escandalizados por los abusos sexuales y por considerar que los jerarcas no han apoyado a las víctimas; incluso hubo esta noche, pancartas frente a la nunciatura apostólica de parte de laicos de la diócesis de Osorno rechazando los abusos sexuales.
Y hay también, quienes están molestos con el Papa Francisco por sus declaraciones de apoyo a Bolivia en su demanda a Chile, de una salida al mar.
Sea por lo que sea, este lunes en la mañana había todavía boletos para los eventos papales; porque aún los interesados en asistir, dudaban hacerlo por la cantidad de horas que debían esperar; ya que se debía llegar entre tres y cuatro horas antes del inicio de los rituales, y se prohibió entrar a las ceremonias con botellas de agua en estos días calurosos del verano austral, y tampoco podían desplazarse para ir al baño.
Los medios chilenos han dado amplia cobertura a la llegada; la televisión está transmitiendo todo en directo y entrevistando sobre sus impresiones, a chilenos, argentinos y brasileños que han llegado con ese motivo.
Y los principales diarios El Mercurio y La Tercera, han publicado varias páginas con datos de Jorge Mario Bergoglio.
El actual Papa estuvo cerca de un año en Chile, a principios de los 60 como parte de su formación humanística intermedia entre el Noviciado y la Filosofía, en la Compañía de Jesús; viviendo a 25 kilómetros de la capital, por aquel entonces campo puro, con carretas y caballos.
“El contacto exterior, dice La Tercera, era escaso, dado que allí se proveía de todo lo necesario: panadería, carpintería, sastrería, había árboles frutales, cultivos de verduras, criadero de chanchos, vacas, gallinas y ovejas. No llegaba el periódico, tampoco había relojes. Era la vida jesuita estricta; con horarios rígidos y mucho estudio”.
De esos años Francisco ha recordado en algunas entrevistas a su profesor José Juan Vergara, y ha destacado que “los cursos de historia de la cultura, historia del arte, que dictaba eran de mucha categoría; me marcaron notablemente… y todavía conservo los apuntes de clase”.
Y según la prensa, se le evoca de bajo perfil, inteligente y generoso; que daba catecismo a los niños de los ranchos cercanos y ayudaba a sus condiscípulos cuando tenían dificultad con alguna materia.
Durante su actual estancia en Chile, se reunirá en Iquique y Temuco con comunidades indígenas del norte y del sur respectivamente; y la tarde de mañana martes, tendrá un encuentro sin acceso a la prensa, con los jesuitas chilenos.
Los diarios destacan también su particular lenguaje, hecho de frases informales y populares, al que llaman Bergoglismos; sus referencias a frases futbolísticas como sudar la camiseta ya que es fan del equipo argentino San Lorenzo de Almagro, su afición por el mate y sus mensajes en Twitter “que son más retituados que los de Barack Obama”.
Y el gobierno informó que cuidarán del Pontífice y la gente que acuda a los actos papales, 17 mil 200 carabineros; que darán especial atención a empresas, templos y ranchos de La Araucanía; zona principal de los indios mapuches que durante décadas han reclamado devolución de sus tierras; y en 2017 se registraron quemas de iglesias por parte del grupo Weichan Auka Mapu (WAM).
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