Ante la débil defensa que hicieron de su propuesta, de reducir el IVA del 16% al 11%, en la frontera, los diputados federales panistas, que en la campaña electoral del 2015, casi se cortaban las venas, para hacer constar que hasta con su vida defenderían tal reclamo, recibieron tantas críticas, que aún nadie se pone de acuerdo si es que los pusieron “como lazo de cochino” o como “palo de gallinero”, Que, para el caso, da lo mismo.
El exigir que el gobierno federal retrocediera en la homologación del IVA, fue la bandera principal de los candidatos panistas, en el proceso electoral del 2015. Y lo reiteraron, al presentar una iniciativa para tal efecto, apenas iniciadas las tareas legislativas. Aunque una semana antes se les adelantó la legisladora federal tijuanense Cynthia Gissel García Soberanes, de Movimiento Ciudadano, quien presumía haber sido la primera.
Pero, evidentemente, nadie advirtió a los panistas, ni a la diputada del MC, aquello de que “cae más pronto, un hablador, que un cojo”. Y cayeron, de bruces.
Las crónicas periodísticas, indican que en el caso de la propuesta panista, respecto a la reducción del IVA, fue retirada, por acuerdo de las cúpulas del PAN y PRI, pues fue un requisito o condición para la discusión y aprobación del paquete fiscal 2016, que se había trabado, por lo del IVA.
Esto trascendió de inmediato a nivel nacional, el domingo 18 de Octubre, luego de tomado dicho acuerdo en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, que preside la diputada federal panista, la mexicalense Gina Andrea Cruz Blackledge.
La reacción de los fronterizo, fue fuerte. Las acusaciones contra los diputados federales panistas, fueron múltiples y diversas. Lo menos que se dijo de ellos, es que son incumplidos, pues no cumplieron su promesa, de campaña. Además de falsos y mentirosos. Embusteros.
Cabe observar y aclarar, que los legisladores federales panistas, hicieron el ridículo, no tanto por no querer, sino porque no pudieron. Quedaron exhibidos como políticos artesanales. Pueblerinos o provincianos, pues.
Presumieron tanto su postura anti-IVA, y a la hora de la hora, doblaron las manos, fácilmente. Tanto, que se les puede aplicar aquello de que “cae más pronto, un hablador, que un cojo”, o bien lo de que “el león no es como lo pintan”. Ellos quedaron, como mansos gatitos.
Les pasó, lo que a algunos boxeadores. En la ceremonia de peso, e incluso al subir al ring, se muestran sumamente feroces. Cual si quisieran tragarse al contrincante. Pero, apenas empiezan a intercambiar golpes, son eliminados por su rival.
Por andar con sus bravuconadas, dieron la impresión de que estaban seguros de que lograrían sus propósitos. Suponían que el Presidente Enrique Peña Nieto y el PRI en lo general, estaban temblando de miedo. Pero el gusto o la presunción, les duró muy poco.
Ni siquiera pudieron sacar de la Comisión de Hacienda, su cacareada propuesta reductora de la tasa del IVA. La discusión sobre el paquete fiscal 2016, se entrampó. Las cúpulas del PRI y PAN tuvieron qué llegar un acuerdo, para suprimir todo lo relativo al Impuesto al Valor Agregado, para lograr aprobar la Ley de Ingresos 2016, del gobierno federal. Fue un acuerdo, nadie les hizo “mano de cochi”.
Tratando de salvar “el honor”, los diputados federales panistas se conformaron con sacar unos cartoncillos con la leyenda : “Pregúntale al PRI-Gobierno, por qué mantiene el IVA en la frontera a 16%”, cuando que a ellos les corresponde explicar, ¿por qué fallaron en sus promesas? O ¿de qué tamaño fue la negociación, para que se desistieran de su propuesta principal?
Cuando los legisladores panistas, presentaron su iniciativa para reducir la tasa del IVA, del 16% al 11%, el columnista. Autor de Palco de Prensa, señaló, que la medida, sería algo extraordinario. Pero que no que es tan sencillo como parece. Que hacerlo, ocasionaría un severo trastorno en las finanzas públicas del país. Que surgirían por doquier, reclamos de devolución de enormes cantidades de dinero, por el IVA pagado al 16% y se tendría que entrar al terreno de las compensaciones. Entre otras cosas.
Y advertía que era necesario ser realistas. Que las propuestas o iniciativas de ley, que no son avaladas por el Presidente de la República, están destinadas a “la congeladora legislativa”.
Decía que eso es lo que ocurriría con las propuestas del MC y PAN. Que ambas iban a parar al “archivo muerto”. Bueno, que las turnarían a las comisiones legislativas, para, una vez estudiadas, se emita el dictamen, que puede ser aprobatorio o de rechazo.
Así mismo, advertía que, ni al PAN, ni al MC, les alcanzan “las canicas” para que sus iniciativas sean aprobadas. Que la cámara de diputados, consta de 500 integrantes. De los que 203 son priístas, que junto con los 47 del PVEM, suman 250, o sea el 50 %.
Que el PAN, solamente tiene 108 diputados federales. Y, por lo tanto, ni aunque todos levanten la mano, para aprobar la reducción del IVA, les alcanza. Que es cuestión de números, y que estos no mienten. Está claro que el PAN es un partido chiquito.
Que el Movimiento Ciudadano, está peor, pues solo tiene 26 diputados. Que pensar que podrían lograr la aprobación de su iniciativa, es absurdo. Por andar con bravuconadas y con promesas que no podrían cumplir, los pusieron “como lazo de cochino”.
gil_lavenants@hotmail.com
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