A propósito de las elecciones estatales 2016, el encuestador local, Ariosto Manrique Moreno, por medio de su Testa Marketing, realizó una encuesta respecto a las candidaturas independientes en Tijuana, cuyos resultados es interesante observar.
Con eso de que, dicen, están de moda las candidaturas independientes, vale la pena lo que la ciudadanía piensa respecto de aquellas personas que, sin el apoyo de ningún partido político, se postulen el próximo año para lograr una alcaldía, regiduría o diputación local.
En principio, según dicho estudio, la mitad de las personas piensa que un candidato independiente es más confiable que aquel que sea postulado por un partido político.
Sin nombres, es difícil responder algún cuestionamiento al respecto, pero de todos es sabido que los partidos políticos limitan a sus candidatos, les obligan a cumplir compromisos y les incrustran a sus colaboradores, para quedar bien con las diversas corrientes que los integran.
Aunque no lo dicen abiertamente, no les permiten criticar los usos y costumbres del partido, ni la de sus gobernantes. No se vale darle de patadas al pesebre.
Por esas y muchas otras razones, los ciudadanos desconfían de los políticos tradicionales y obviamente quisieran ver a candidatos independientes, o sea aquellos no postulados por partido alguno.
Otro de los resultados, indica que el 63.2% de los encuestados piensa que un candidato independiente haría un mejor trabajo. Esto, está estrechamente relacionado con lo anterior. Las condicionantes políticas del candidato, limitan su desempeño como funcionario.
A la mejor, un político tradicional y un candidato independiente, en lo individual, tienen capacidades semejantes, y quizás tenga ventaja el partidista, por la experiencia lograda en la administración pública.
Sin embargo, se supone que el independiente tendrá libertad para actuar, en tanto que el político tradicional se verá limitado, por tanto compromisos contraídos. La “cola” propia generada, es un serio impedimento.
Sin embargo, interesante sería plantear tal cuestionamiento, con personas específicas, porque nadie se debe ir con la finta. Es difícil encontrar a un individuo socialmente destacado, que realmente sea independiente, o cuya capacidad esté plenamemnte probada, si nunca ha incursionado en la administración pública.
El tercer resultado, es para poner a pensar a los políticos tradicionales. Indica que el 85.4% de los encuestados, está dispuesto a votar por un candidato independiente. Esto es sumamente interesante, y cuestionable, porque la supuesta independencia del individuo, sería necesario verificarla, pues habrá quienes aparenten serlo, pero en realidad tengan nexos muy fuertes no solo con algún partido político, sino con grupos o sectores con intereses malévolos.
El ostentarse como candidato independiente, no es garantía de nada. Se requiere conocer el perfil completo, para su adecuada valoración, a fin de determinar si es la persona idónea, para determinado puesto.
Ariosto explica que una de cada dos personas, o sea el 50%, piensa que un candidato independiente es más confiable que un candidato que es postulado por un partido político, porcentaje que aumenta entre los hombres al 53.1% y se reduce entre las mujeres al 47.01%.
Entre los encuestados, por edades, tienen mayor confianza en los independientes, en un 52.94%, los jóvenes entre 18 a 24 años y, en un 55.4%, las personas entre 60 y 64 años.
Sin embargo, otro núcleo de desconfiados en los independientes, son las personas de más de 65 años, que asciende al 33.3%.
Con respecto al nivel académico, los grupos que mayor confianza expresan, son los que nunca asistieron a la escuela, con el 59.2% y las personas con posgrado, el 70%, quienes consideran que los independientes son más confiables.
En cambio, los más desempleados son los que más confianza muestran por los independientes, un 73.3%, mientras que los mrenos confiados son los jubilados o pensionados, rn un 46.25%.
Por otra parte, el 63.% de las personas piensa que un candidato independiente haría un mejor trabajo, que uno postulado por un partido político, porcentaje que aumenta al 64.5% entre las mujeres y disminuye al 61.8% entre los hombre, opinión similar a la de las personas mayores de 65 años,
Así mismo, el 85.4% de los encuestados, estaría dispuesto a votar por un candidato independiente. Los hombres en un 86.3% y las mujeres en un 84.4%, incrementándose dicha preferencia hasta el 95%, entre quienes estudiaron un posgrado.
El estudio es interesante. Falta conocer nombres y perfiles. Y aún así, hay que estudiarlos con detenimiento, para que no les den “gato por liebre”.
Seguramente habrá tantas encuestas y algunas de estas podrían parecer contradictorias.
gil_lavenants@hotmail.com
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