Comparando nombres de precandidatos panistas y precandidatos y aspirantes priístas, para los comicios interemedios en la entidad, que se llevarán a cabo el 7 de junio del presente año, todo mundo coincide en que, para los blanquiazules, esto será “pan comido”.
Esta expresión, no es precisamente para hacer referencia al Partido Acción Nacional, sino porque, al menos para una de las partes contendientes, dados los nombres ya conocidos, esto estará tan blandito, como el pan, que ya lo dan por comido.
Este es el tema central de las pláticas entre políticos. Los panistas, dan por ganadas, las diputación por el IV Distrito, donde el candidato blanquiazul, Jorge Ramos Hrenández, enfrentará a la priísta Rosa Aurora Rodríguez, regidora con licencia del XXI Ayuntamiento de Tijuana y el Distrito V, en el que el rival del panista Max García, supuestamente será el priísta Javier Camarena Salinas, exSecretario de Desarrollo Social del gobierno local.
Los políticos priístas, por su parte, coinciden en tales presuntos resultados. Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo en el panorama perdedor planteado. Incluso, consideran que pueden cambiarlo y que harán lo posible para ello. Esto, es interesante.
Ha trascendido, que hay grupos de priístas que están preparándose, para exigir al PRI, un cambio de prospectos a diputados federales, argumentando que sí hay posibilidades de triunfo, frente a los precandidatos panistas ya conocidos, pero con personajes tricolores distintos a los conocidos y mencionados hasta el momento.
Resulta un tanto extraño, porque los priístas están acostumbrados, a que las postulaciones de candidatos, sean por vía del “dedazo” y provenientes desde el centro del país, correspondiendo a la militancia partidista, simplemente acatar las decisiones. Como si fuese algo divino.
En otros tiempos ha ocurrido. Las decisiones centralistas, de candidaturas, han sido como los dogmas religiosos. Alguien les dijo quienes serían los elegidos, presumen quien fue, pero no lo saben con certeza, y lo aceptan como algo inobjetable. Son malos los candidatos, pero las decisiones vinieron “desde arriba” y ni modo.
Si embargo, en esta ocasión, surgen los siguientes cuestionamientos :
¿No existe, ningún priísta, hombre o mujer, con mejores condiciones de competitividad, para contender por la diputación correspondiente al IV Distrito, en el que enfrentará al exalcalde panista, Jorge Ramos Hernández, que la regidora con licencia, Rosa Aurora Martínez? Si no lo hay, entonces sí que el PRI enfrenta una seria crisis de valores.
Igualmente se cuestiona, si es que ¿no habrá otro personaje priísta, mejor que Javier Camarena Salinas, exSecretario de Desarrollo Social del gobierno municipal, para enfrentar al panista Max García en la contienda por la diputación correspondiente al V Distrito electoral ?
O, en su caso, ¿No habrá otro prospecto, hombre o mujer, que no sea la exdiputada local, Roxana Soto Agüero, para enfrentar a la boxeadora profesional Jackie Nava, quien contenderá por el VIII Distrito Electoral, representando al PAN?
En donde no hay duda de que hay muchos mejores prospectos priístas, es para el Distrito VII, correspondiente a Tecate y Ensenada, donde el PRI pretende postular, como candidato propietario, al exalcalde mexicalense Francisco Pérez Tejada Padilla y como suplente al exalcalde tecatense Javier Urbalejo Cinco. La aberración electoral más escandalosa y más decepcionante para los electores en general. En especial, para los propios priístas.
Parece increíble, pero destacados priístas han revelado su intención de abandonar la tradicional “disciplina institucional” y optar por hacer valer una disidencia, sensata, lógica, práctica, proponiendo candidatos más competitivos, que los señalados. Sobre todo, que no sean “pan comido” y que representen fuertes posibilidades de triunfo.
De los 8 distritos electorales, el PRI, en alianza con el PVEM, cedió a “los verdes” la posibilidad postular candidatos para los distritos II, de Mexicali, y VI, de Tijuana.
De los 6 distritos restantes, el pasado 7 de enero se registraron aspirantes por el Distrito IV, de Tijuana, y III, de Ensenada. Estas candidaturas se resolverán por el método de convención, en el que los consejeros votan a favor de “candidatos de unidad”.
Este lunes, 12 de enero, el PRI se lanzará la convocatoria, para que se registren los aspirantes a las candidaturas por los distritos I, V, VII y VIII, que serán resueltas mediante Comisión de Postulación del CEN, que decidirán entre los registrados, quien pueda ser más competitivo.
Es en esta, donde la disidencia priísta, pretende reclamar, mejores prospectos a los mencionados hasta el momento y que hacen presumir que está pactada la derrota priísta en el actual proceso electoral.
Los disidentes priístas, consideran que no todo está perdido. Que con algunos ajustes, frente a los personajes panistas, cuyos nombres ya son ampliamente conocidos, hay enormes posibilidades de triunfo.
De hacerse efectivo esto, se estremecerá la estructura priísta. En principio, rechazan la postura derrotista y advierten que están dispuestos a demostrar, que hay mejores elementos, que los que se han mencionado, como únicos aspirantes tricolores, a quienes se les considera como seguros fracasos electorales. Les motiva una proclama social : ¡Sí se puede! ¡Sí se puede! !Sí se puede!
gil_lavenants@hotmail.com
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