Obispo de Mexicali busca “robar” propiedad a familia del doctor Torres Sanginés

Por Jaime Delgado (periodismonegro.com)
El Obispo José Isidro Guerrero Macías está buscando por todos los medios apropiarse de una propiedad de 10 hectáreas en la Colonia Cerro Prieto de la familia del doctor Humberto Torres Sanginés, ya finado, y a pesar de que ha perdido en todas las instancias legales el jerarca católico insiste, mueve todo tipo de influencias para evitar el desalojo como la de un magistrado y hasta mintió ante jueces.

Los hijos del finado doctor Humberto Torres Sanginés demandaron a las hermanas Clarisas, quienes han ocupado un terreno de 400 metros cuadrados prestado por el propietario pero con el paso de los años se quieren adueñar del predio y le sumaron 10 hectáreas.
DSCN2576La madre superiora de las hermanas Clarisas, Cecilia Martínez Montoya, quien fue la originalmente demandada, pasó el problema al Obispo de Mexicali quien promovió un amparo para evitar el desalojo.
Guerrero Macías se presentó ante el Juzgado Quinto de Distrito un amparo el pasado 20 de febrero con el fin de evitar el desalojo ordenado por un Juzgado de lo Civil en Mexicali.
En el Juicio de Amparo, el jefe católico de Mexicali y parcial de Sonora, afirmó que el supuesto dueño Jesús García Alatorre, velador del inmueble, le vendió la propiedad mediante un contrato de compra-venta el 8 de mayo de 2001, sin embargo únicamente presentó un papel sin valor jurídico.
Los propietarios del terreno, los hijos del doctor Torres Sanginés, cuentan con título de propiedad, así lo indican las escrituras registradas por el Notario Público número 5, Luis Alfonso Vidales Moreno.
Ante la negativa de reconocer al verdadero propietario, la familia Torres Fernández promovieron un Juicio Reivindicatorio para que se le restituya el predio de más de 32 mil metros cuadros y que se localizan al final de la calzada Anáhuac.
Los Abogados de la familia Torres Fernández localizaron en los archivos de la Secretaría de Gobernación la autorización con fecha 24 de febrero de 2004 para que el Obispo de Mexicali adquiriera el predio de la Colonia Cerro Prieto, para la construcción de convento, templo, casa de retiro espiritual, asilo, área verde y estacionamiento.
El Obispo de Mexicali ante la derrota que sufrió en primera y segunda instancia, además del Juicio de Amparo, podría ser demandado por falsedad de declaraciones ante Jueces por lo que podría ser sentenciado a pagar con pena corporal.
El católico fue a decir al Juez Federal y a los del Civil que había hecho una compra del predio en el año 2001, tres años antes de recibir permiso de la Secretaría de Gobernación, además nunca presentó contrato alguno o título de propiedad como sí lo hicieron los hijos del doctor Torres Sanginés.