Es claro que el PRI jugó para perder y sigue suspendido en la paradoja de haber ganado la presidencia en el 2010 y perdido la Baja California en el 2013 por ello algunos buscan la reflexión, el dialogo y la unidad entre sus filas, como, valiente y cándido, lo hace José “Pepe” Osuna Camacho, ex director del CREA y forjador de varias generaciones de políticos al interior de ese instituto. Invitado por el grupo “Unidos por Rosarito”, que dirigen Javier Hernández Tovalin y Aristides Valdespino Arevalo.
En su reflexión autocritica, el aspirante a la dirigencia del tricolor, acepta que persiste el surrealismo político cuando sus correligionarios deambulan tras la pepena política, en pos de las miserias, los desechos y las sobras del poder político en el estado. De formación política ortodoxa en los tiempos de personajes como José Reyes Heroles, o Francisco Gutiérrez Barrios, entre otros, Osuna Camacho es una voz en el desierto que urge a sus compañeros a salir del letargo en que siguen, para encarar el arranque del próximo proceso electoral en Octubre de este 2014 con dignidad, con arrojo y sin vacilaciones. Buscar mediante un trabajo colectivo, su retorno a una vida institucional plena. Reconocer que el PRI tiene una gran deuda con los jóvenes, el encontrar los caminos para abonarle a los nuevos liderazgos, el sano relevo generacional. Retomar las banderas de la justicia social, la reivindicación de las causas mas sentidas de la sociedad. Recobrar al PRI social y dejarse de simulaciones sobre todo dejar de ser un partido de cúpulas, sectores y vertientes, para salir al reencuentro con la gente. Un factor en contra es precisamente la deteriorada figura del Presidente Enrique Peña Nieto y el hecho de que se hubiese quedado a la zaga en sus reformas estructurales propuestas de las que es hora que la gran mayoría de los mexicanos no ven beneficio alguno. Alejarse de los liderazgos providenciales. Entrar a una etapa de renovación, hacia un partido de hombres y mujeres libres, congruentes, pensantes y actuantes. En suma el PRI se encuentra urgido por definir a sus dirigencias formal, real e institucionalmente. El momento es ahora y no habrá frutos si no participan sus cuadros. De no actuar en consecuencia, apunta Osuna Camacho, el PRI se encuentra en un serio riesgo de ser mandado al basurero de la historia en los procesos electorales que vienen.
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