domingo, 9 de febrero de 2014

La consigna fue clara: frenar a Víctor Loza en el COTUCO

Por Gerardo Diaz Valles
PLAYAS DE ROSARITO.- Con once votos en contra y apenas cinco votos a su favor, la postulación del empresario inmobiliario Víctor Loza Bazán, para buscar la presidencia del Comité de Turismo y Convenciones de Rosarito (COTUCO), fue plagada de una serie de anomalías, propiciadas, solapadas y fomentadas por los mismos cámaras y organismos supuestamente empresariales.

De hecho la candidatura a última hora de Manuel Padres Verdia, gerente de una firma hotelera en la ciudad, sin residencia suficiente en Rosarito y sin un proyecto de trabajo en mano, pero con el apoyo a trasmano del sempiterno líder de esas agrupaciones, Hugo Torres Chabert, los supuestos empresarios incurrieron abiertamente en una burda imposición, para dejar las cosas como hasta ahora.
Una nula renovación de estrategias, la escasa participación de los promotores turísticos, una gran desunión del sector y los ánimos de muchos de ellos por los suelos debido en parte a que muchas de las empresas que ellos aseguran representar, se encuentran seriamente mermadas por la actual crisis económica que agobia a toda la población, aceptaron observadores de dicho proceso de “selección” de ese organismo.
Incluso se dio un mes para labores proselitistas y el único que presento a defender la única propuesta hasta dos días antes de la fecha indicada, fue Víctor Loza, quien entre sus cartas de presentación tiene el haber impulsado la Ley Estatal para el Desarrollo del Sector Inmobiliario, haber sido seleccionado por un prestigiado diario local como “el personaje del año” y haber fundado la asociación “Yo Amo a Rosarito”, una Asociación Civil que organiza eventos de promoción de nuestro municipio.
El detalle mas patético de este proceso, reconoce el propio Loza Bazan, fue la penosa exclusión de que fue objeto días antes durante una reunión de evaluación del tema de la Seguridad Publica, en donde acudió en representación de Rosario Castillo Zeja, actual presidente de la Cámara Mexicana de la Industria Restaurantera (CANIRAC), misma en la que se encontraba el presidente Silvano Abarca y sus allegados, quienes personalmente le impidieron el acceso a Loza Bazan.
“No puedes entrar por ordenes de quien ya sabes, es que se va a tratar tu asunto” fue la respuesta dada por uno de los supuestos gerentes del CCDER y secretarios particulares de Silvano Abarca, quienes silenciosamente validaron la imposición de Padres Verdia.
Mientras que de Padres Verdia, un empleado de la firma URBI quien tiene relativamente pocos años de residencia en la localidad, se tiene el registro de haber ocupado en tiempo record la presidencia de dos organismos de representación empresarial y en forma interina la Asociación de Hoteles y Moteles.
Tras su penosa victoria, considerada por algunos como una burda y descarada imposición, Padres Verdia, tendrá a cuestas la responsabilidad de coordinar esfuerzos con las instancias de gobierno, para impulsar las estrategias de promoción turística que le urgen a Rosarito de la mano de los organismos civiles y los promotores independientes para lograr sacar adelante al COTUCO.
Observadores y analistas sobre la renovación de las directivas y la forma en que se “reciclan” varios de los mismos protagonistas y representantes de diversos organismos camarales, consideran que este “rellenar por rellenar” organismos con los mismos personajes, tiene el nada inocente fin de apuntalar el futuro político de varios de los personajes centrales de esta manipulación de los organismos, bajo el viejo lema político de “que todo cambie…para que siga igual”.

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