Sabido es que, a los políticos, nadie les cree. Mucho menos se creen entre ellos mismos. Son en quienes menos confianza tiene la ciudadanía. Lo que hoy dicen, mañana lo niegan y dicen todo lo contrario. En los procesos electorales, debido precisamente a esa desconfianza, hasta firman sus promesas o compromisos ante la fe de Notario Público. Como si eso fuese una verdadera garantía de que habrán de cumplir.
Durante la vigencia de la XX Legislatura, que acaba de concluir, los legisladores y el Gobernador –aún- José Guadalupe Osuna Millán, se la pasaron “agarrados de la greña”. Iniciativa que aprobaban los señores diputados, y Osuna Millán simplemente la vetaba. Vetó unas 45.
Durante el pasado proceso electoral, sólo faltó que se dieran con la cubeta. Las acusaciones de una y otra parte, estuvieron gruesas. Los legisladores acusaron a Osuna Millán, ante la Fepade, de haber destinado cantidades millonarias en la campaña del ahora candidato electo, Francisco Vega de la Madrid. A su vez, de la oficina del Ejecutivo, hicieron lo mismo, acusaron a los diputados de haber dispuesto de fuertes cantidades de dinero, para financiar la campaña de Castro Trenti.
Parecía que ese pleito, no tendría fin. Se acababa el tiempo del período de gestión de ambas partes y el distanciamiento era notorio. Sin embargo, el viernes 13 de septiembre del año en curso, ocurrió algo casi insólito. El pleno de la XX Legislatura aprobó, en forma unánime, o sea los diputados de todos los partidos, y con dispensa de trámite, el manejo presupuestal del Poder Ejecutivo, correspondiente al 2012.
Y, para estar parejos, por supuesto, a su vez los propios legisladores aprobaron las cuentas del Poder Legislativo correspondiente al 2013, así como las del Organo de Fiscalización, de los años 2011 y 2012. Bueno, en total aprobaron 32 dictámenes de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público. Era más que evidente, que hubo arreglos políticos, en el que ambas partes conjugaron a una sola voz, el verbo tapar : “yo te tapo, tú nos tapas, ellos nos tapan, nosotros nos tapamos”. Y todos felices.
Ninguna de ambas partes dejó pendientes, que les pudiesen generar persecuciones y reclamos, después de concluir sus respectivas gestiones. Esto, avalado por los diputados priístas, panistas, perredistas, petistas y demás istas que integraban la XX Legislatura.
Para “cerrar con broche de oro”, lo que también fue parte de los arreglos, de una vez aprobaron las cuentas públicas de los cinco alcalde priístas. Al menos las que se tenían a la mano.
Curiosa o coincidentemente, con estos arreglos, también se cerró el conflicto que había generado, reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, planteadas por los priístas y sus aliados, para que las designaciones de funcionarios del Congreso, correspondientes a la XXI Legislatura, se aprobaran por mayoría calificada, o sea con 17 votos. Lo que impediría a los panistas servirse con la “cuchara grande” y les obligaría a negociar las designaciones.
Precisamente el 13 de septiembre, el Gobernador Osuna Millán vetó dichas reformas, argumentando que no se las enviaron para su publicación en el Periódico Oficial, aunque le aclararon que no tenía facultades para ello, por tratarse de legislación interna del legislativo y que bastaba su publicación en la Gaceta Legislativa.
Obviamente, ese mismo día hubo “una encerrona”, dirimieron sus diferencias y establecieron los arreglos, que permitieron eliminar riesgos, para ambas partes, por supuestos malos manejos de sus cuentas públicas.
Esto permitió, que a 24 horas de que concluyera sus gestiones la XX Legislatura, y entrara en funciones la XXI, el Gobernador electo, Kiko Vega, ofreció conferencia de prensa, acompañados por las coordinadores de las fracciones parlamentarias, de los diversos partidos, anunciando un pacto de gobernabilidad. Por lo tanto, parecía que los arreglos que establecieron con Osuna Millán, continuaban vigentes.
Sin embargo, ahora parece que “dijo mi mamá que siempre no”, pues los panistas, tanto dirigentes partidistas como legisladores, incluso Cuauhtémoc Cardona, quien preside el primer período de la actual legislatura, amenazan con revisar las cuentas de la XX Legislatura, con la evidente intención de fincarles responsabilidades a los ahora exlegisladores.
El pasado lunes, 7 de octubre, en Tijuana, el dirigente estatal del PAN, Rubén Armenta Sanabia, en conferencia de prensa, dijo que se desconoce el destino de 250 millones de pesos en el Congreso estatal, cantidad que afirmó que podría ascender hasta los 400 millones de pesos.
Por lo tanto, advirtió que la fracción del albiazul, en la XXI Legislatura, no dejará este asunto de lado y exigirá que se realicen las investigaciones correspondientes sobre el manejo de recursos públicos "sin precedentes", que hubo en el Congreso Estatal anterior.
“Lo que sucede en el Congreso –dijo- es realmente grave. Hemos detectado, a través de nuestros equipos, que no hay suficiente comprobación de recursos de la anterior Legislatura, y por ahí están “volando” 250 millones de pesos, que estoy seguro habrán de llegar hasta los 400 millones de pesos. Tenemos la sospecha que pudieron ser utilizados en la campaña de la otra coalición".
Ahora resulta, que los panistas pretenden desarreglar, o romper arreglos, que hicieron los exlegisladores priístas, con Osuna Millán, avalados por todos los diputados, incluyendo los panistas, y tratarán de revisar cuentas públicas, ya aprobadas. Qué bueno que las revisen, pero de paso deberían revistar también las de Osuna Millán, para que estén parejos. Bien dicen que cuando se enojan las comadres, salen a relucir los trapos sucios. Que recuerden, que, para tener la lengua larga, se debe tener la cola corta.
gil_lavenants@hotmail.com
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