viernes, 4 de octubre de 2013

Cicuta: Roberto Ordorica Ruiz, UNTIMA, Osvaldo Castillo, Emigdio Torres Mejía

Por Jaime Flores Martínez
Unto: Sobresaliente por sus acostumbrados acuerdos en lo oscurito y su gusto por satisfacer sus ambiciones personales, el consejero jurídico del gobierno de Tijuana Roberto Ordorica Ruiz, fue acusado como presunto responsable de recibir un soborno de 50 mil dólares a cambio de emitir un dictamen jurídico para avalar a Mario Alberto Caro Ortega como presidente del Consejo de Administración de la empresa Unión de Transportistas independientes Mariano Matamoros S.A. de C.V (UNTIMA).


Cicuta tiene copia de una denuncia de hechos presentada el pasado 17 de septiembre ante la Sindicatura Municipal, donde el representante de UNTIMA Luis Felipe López Coronado, acusa a Ordorica Ruiz y a su sobrino Daniel Trujillo Ordorica, quien se desempeña como secretario particular. ¡Eso se llama nepotismo!

Según la denuncia el sobrino de Roberto Ordorica recibió esos 50 mil dólares que Caro envió a su tío a cambio del reconocimiento como titular de UNTIMA. Con esta maniobra Ordorica manipuló la decisión salomónica del alcalde Bustamante quien decidió partir por mitad el parque vehicular de esa empresa.

López Coronado señala en su demanda que a pesar de sus conocimientos jurídicos, Ordorica se pasó por el arco del triunfo la resolución del juez segundo de lo civil, quien avala a López Coronado y desconoce a Mario Alberto Caro. ¿Acaso no se incrementa la sospecha?

Con el dictamen en la mano, Ordorica sugirió al alcalde repartir el parque vehicular de UNTIMA para lavarse las manos, aunque esta decisión beneficiaba especialmente al señor Caro. Obvio que López Coronado y sus seguidores pusieron el grito en el cielo porque cuentan con la resolución judicial emitida por el juez Segundo de lo Civil Carlos Alberto Ferré: el auténtico presidente de UNTIMA es Coronado.

A pesar de eso, Ordorica respalda con todo las maniobras de Caro lo que aumenta la sospecha de contubernio. El colmo del asunto es que Caro cacarea que “antes de concluir el presente gobierno, obtendrá beneficios excepcionales” gracias a una sociedad que hizo con el propio Ordorica. ¿Serán socios? Ah, también embarra a funcionarios municipales de alto nivel.

En la cuarta hoja de la denuncia se subraya que “existen varias personas que tienen conocimiento que Daniel Trujillo Ordorica, sobrino del consejero jurídico, efectuó arreglos económicos con Mario Alberto Caro Ortega para que la Dirección General jurídica, a cargo de su tío, emitiera un dictamen donde el Ayuntamiento avala a Caro como representante auténtico de UNTIMA. De esta manera favorecen a una persona (Caro) sin tener derecho, a través una remuneración económica”.

Respecto al fenómeno del nepotismo, los inconformes aluden el contenido del artículo 47 en su fracción VII que refiere “a la intervención o participación indebida en la selección, nombramiento, designación, contratación, promoción, suspensión, remoción, sanción de cualquier servidor público, cuando tenga interés personal, familiar o de negocios en el caso, o puede derivar alguna ventaja o beneficio para él o para las personas a las que se refiere la fracción anterior”. ¿Acaso Ordorica ignora la ilegalidad que es contratar a un familiar directo, especialmente si se encuentra bajo su mando?

Un socio de UNTIMA de apellido Zavala, recuerda que interpeló a Ordorica sobre su irregular actuación “al recibir una cantidad indeterminada de dinero a cambio de reconocer a Mario Alberto Caro”. Su pregunta generó desconcierto, especialmente porque los transportistas sabían que Ordorica uso a su sobrino como correo negro. Ya con el respaldo de su socio, Caro se trajo una veintena de camiones del municipio de Ensenada para ponerlos a trabajar en las rutas de Tijuana. Total ¡quién se atreve a cuestionarlo!

Muchos transportistas se preguntan si el alcalde Bustamante Anchondo sabe de las irregularidades del funcionario encargado de velar por los intereses del municipio de Tijuana. Seguramente el alcalde ignora la estrechísima relación entre Mario Alberto Caro y su secretario jurídico.

Amo

Muy molesto está el empresario Osvaldo Castillo con el autor de Cicuta porque el 11 de septiembre el escribiente se refirió a la eventual sociedad que estableció con su acérrimo enemigo Emigdio Torres Mejía, un panista acarreador de votos dedicado a la venta de terrenos invadidos en el predio conocido como el Monumento en Playas de Tijuana.

Castillo aclara al columnista que =efectivamente= recibió dinero por la expropiación de uno de los polígonos de su propiedad, aunque los terrenos que regulariza para su venta no fueron liquidados por la administración de Eugenio Elorduy Walter.

Y aunque la expropiación del Monumento se basó en una aparente utilidad pública, la realidad es que Elorduy maniobró para aplastar las intenciones del consorcio Marathon Oil que pretendía instalarse en esa zona y por eso expropio los terrenos. Elorduy abrió los brazos y su bolsillo a la trasnacional Sempra Energy.

En su moderada molestia, Castillo asegura que los terrenos =aludidos por Cicuta=, no forman parte del polígono expropiado. Aclara que =en todo caso= podría luchar por recuperarlos, pues nunca se probó la utilidad pública.

Finalmente asegura que de ninguna manera se asoció con Emigdio Torres Mejía, a quien califica de cacique. Dice que nunca tendría esa clase de socios. Por cierto Cicuta recogió la versión de un par de residentes de la colonia Yahuaca, quienes dibujan de cuerpo completo a don Emigdio. Este último vendió terrenos invadidos y se dedica a fastidiarles la vida a los habitantes de esa colonia que se niegan a rendirle pleitesía.

Cicuta.com.mx twitter: @cicutajaime

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