miércoles, 14 de agosto de 2013

Cicuta: Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado

Por Jaime Flores Martínez
Nieve: Confiadísimos en la permanencia de su líder nacional Joel Ayala Almeida, los dirigentes locales de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), se revuelven para –algun dia—convertirse en remedo de Ayala. La dirigente estatal Virginia Noriega y el representante en Tijuana Enrique Parra Romero, se frotan las manos en su ascenso político.


Mientras la diputada priista Virginia Noriega luchará por convertirse en diputada federal en alguna de las siguientes legislaturas, el profesor Parra se siente con merecimientos para suplir a Noriega en la FSTSE Bajá California.

En la historia reciente, hace justo dos años, la diputada Noriega relevo en el cargo a Jesús Rodríguez Noriega, quien duró 11 años como dirigente estatal de ela FSTSE. En agosto del 2011 el dirigente nacional Joel Ayala decidió que la diputada Noriega supliera a Rodriguez. En aquella ocasión, Enrique Parra se puso furioso porque había hecho cumplido labores de tapete. No entendía porque su servilismo fue desestimado y con ello sus deseos se frustraron.

Y es que incondicionales de Ayala Almeida lo ubican como el modelo ideal de político prospero y exitoso. Observan que este hombre, originario de San Luis Rio Colorado, Sonora, hace prácticamente lo que le da la gana. Entre su poder como senador de la república y sus conexiones políticas, Ayala es un personaje envidiablemente acaudalado.

Su ejército de lambiscones saben que don Joel lleva más de dos décadas de sacar provecho del sindicalismo mexicano, es decir, a hincharse los bolsillos a costillas de los empleados. A mediados del año pasado una publicación nacional reveló datos sobre la fortuna de este hombre.

Esos cálculos estiman en más de 15 millones de dólares los bienes y cuentas bancarias de Ayala Almeida. El dirigente nacional de la FSTSE cuenta con inmuebles elegantísimos en Baja California, varias residencias en Tijuana y un fastuoso inmueble en San Diego California. La resena incluye una residencia en las paradisiacas playas de Acapulco.

Varias crónicas periodísticas cuestionan que Ayala Almeida maneja las cuotas de los burócratas con discrecionalidad, es decir, a su antojo. Si alguien contabilizara los ingresos recibidos por Ayala durante 26 años, seguramente las cuentas quedarían cortas. Si se juntasen sus ingresos por ese periodo, no alcanzaría a comprar su casa de San Diego.

Como para generar urticaria a sus envidiosos colaboradores, don Joel posee un Jet de ocho plazas cuyos pilotos viven en alerta porque al septuagenario se le ocurre viajar en horas de la madrugada. También Ayala es aficionado a las carreras de caballos y es propietario de una cuadrilla de 8 caballos pura sangre, cuya crianza se realiza en el deportivo el sindicato Nacional de Trabajadores de Salud.

Justamente los trabajadores de esta dependencia no conciben que su líder haya amasado una fortuna que le permite viajar alrededor del mundo y hacer lo que le pega la gana. Durante los últimos meses algunos trabajadores descubrieron una escandalosa malversación de sus cuotas sindicales, aunque los detalles se encuentran sospechosamente ocultos.

Algunos de ellos no descartan que el futuro de Ayala pueda resultar --en el presente-- de la tristemente célebre dirigente nacional del SNTE Elba Esther Gordillo.

Un empleado del sector salud con residencia permanente en la capital del país, cuestiona que Ayala Almeida haya “impuesto” a su sobrino Marco Antonio García Ayala en la actual Asamblea Legislativa en la capital mexicana, claro, por la vía plurinominal.

En una evidente practica familiar, el senador Ayala y su sobrino, el asambleísta Marco Antonio García, son ejemplo de inasistencias a sus respectivos curules. Su poder y sus influencias no tienen límite. Por eso Los dirigentes de los burócratas --en prácticamente todo el país--, han tomado a su dirigente nacional como el modelo a seguir.

Pareciera que el nuevo PRI encabezado por Enrique Peña Nieto no ha tenido la capacidad de observar (o tolera) a quienes actúan como remedo de Elba Esther Gordillo.

Otro que suspira por alcanzar algún día el nivel de Joel Ayala es el actual Secretario General capitalino de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) Gilberto Sánchez Osorio. Todos los integrantes esa agrupación (o casi todos) reconocen que Sánchez Osorio es manejado como títere por Joel Ayala Almeida. Dicen que la simpatía entre ambos nace de su gusto por la nieve, aunque la prefieren si azúcar por aquello de la diabetes.

Michoacán

Cifras extraoficiales señalan que –empujados por la violencia-- al menos 25 mil michoacanos han llegado a Tijuana durante los últimos tres meses, lo que revela la crudísima realidad que se vive en aquella entidad y la incapacidad del gobierne federal por contener al crimen organizado. Si los Caballeros Templarios y la Familia Michoacana son organizaciones criminales que tienen en jaque a Michoacán, es inadmisible que se responsabilice a los gobiernos estatal y municipales.

El autor de esta columna sugiere al gobierno federal que envíe a Michoacán al doctor Manuel Mondragon y Kalb, actual Comisionado de Seguridad del gobierno de Peña Nieto. La autoridad federal nos dibuja a Mondragon como un súper héroe capaz de cambiar el mundo.

Si en verdad el médico pelón es “mucha pieza”, Peña Nieto debería mandarlo a Michoacán. A ver si como ronca duerme.

cicuta.com.mx twitter @cicutajaime

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