Los Xolos apoyan a Castro Trenti. Las mujeres también. Los jóvenes, ni se diga. Al menos eso es lo que quieren hacernos creer las cientos o miles de espectaculares y lonas que pueden verse por todo Tijuana, Mexicali y los demás municipios de mi estado.
Para no irnos más lejos, hasta su más acérrimo enemigo, Jorge Hank Rhon, apareció ayer levantándole la mano al candidato del PRI a la gubernatura de Baja California "en señal de unidad", en pleno acto de cierre de campaña celebrado en el estadio "Caliente".
Ni su total falta de carisma, ni las inexplicables propiedades que le han aparecido por todo México y Estados Unidos, ni su descarada homofobia parecen cambiar el ánimo triunfalista de Fernando Castro Trenti. El cierre de campaña en Tijuana de ayer domingo fue un regreso descarado, burdo, a las viejas formas del PRI, el de las masas de "borregos" agitando banderitas rojas con frenesí y abandono.
A esto hay que sumar el desgaste que ha sufrido el PAN no solo a nivel nacional tras los catastróficos sexenios de Fox y del espurio y asesino Calderón, sino en Baja California tras 24 años de gobiernos en donde el único cambio perceptible fue el aumento en la inseguridad y el incremento en las cuentas de varios políticos.
¿Y Kiko Vega? Su campaña se pierde entre sus dificultades para comunicarse, su inferioridad de presupuesto y que la única propuesta con la que cuenta es la de señalar que al menos no es Castro Trenti. Y en eso residirá la tragedia del PAN si pierde su más antiguo bastión en México el próximo domingo 7 de julio. En no poder derrotar, por su propia impericia, a un candidato tan malo y a un político tan repudiado como "el diablo" bajacaliforniano.
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