En Baja California, el único Estado en el que habrá en este año elección de gobernador, la verdadera guerra electoral no fue entre el PRI y el PAN, en la Constitucional, sino entre Jorge Hank Rhon y el diputado federal Fernando Castro Trenti.
Y el martes fue un día de gran agitación en el CEN del PRI. César Camacho Quiroz, presidente del tricolor, citó a una reunión a todos los aspirantes a la candidatura priísta al Gobierno de Baja California.
Uno a uno fueron llegando: Jorge Hank Rhon, Fernando Castro Trenti, los alcaldes de Tijuana y Mexicali, algún empresario y un ex alcalde tijuanense.
Según información que subieron a sus páginas Web medios como Proceso y Sinembargo.com, Camacho los habría conminado a la unidad del partido y les pidió no objetar el procedimiento de elección del candidato, que sería por votos de delegados.
Joaquín López Dóriga, en su noticiario de radio, dio por hecho que el próximo candidato al Gobierno de Baja California, sería Fernando Castro Trenti, gente del grupo de Manlio Fabio Beltrones.
Con esto, Hank vio esfumarse sus aspiraciones de ser por segunda vez candidato a la gubernatura, muy a pesar de que su padre, el profesor Carlos Hank González, fue el jefe del Grupo Atlacomulco.
Era previsible que el proceso interno se definiría por votos de delegados, pues un proceso abierto a la ciudadanía le hubiese dado ventaja a Hank.
Aún más: Los partidos Encuentro Social (de cobertura local); PT y Verde Ecologista, habían condicionado ir en alianza con el PRI, a que el candidato fuera Castro Trenti.
Con esta decisión basada en la disciplina proverbial del priísmo, muchos están convencidos de que el PRI no tendrá problemas para rescatar la gubernatura bajacaliforniana, que le arrebató el PAN en noviembre de 1989.
Es decir, que esta posibilidad llega cuando han transcurrido cuatro sexenios sucesivos.
Desde luego, hay otros cinco que también la querían, alcaldes en funciones y ex alcalde así como un ex diputado federal, pero a mí nadie me quita de la cabeza que la disputa por la candidatura fue entre Hank y Castro Trenti.
Pero vayamos por partes: de Hank no hay mucho que agregar. Todos hemos oído hablar de él. Algunos hemos leído las historias que se han escrito en torno a su persona, a sus excentricidades, pero sobre todo, hemos leído sobre su episodio más turbulento: el asesinato de Héctor “El Gato” Félix, co-fundador del semanario tijuanense Zeta.
Usted recordará que como responsable de este crimen, fue detenido y condenado a muchos años de cárcel, el jefe de seguridad de Hank Rhon.
De Castro Trenti, se sabe que es del equipo del ex gobernador de Sonora Manlio Fabio Beltrones.
Y con eso está dicho todo.
Ahora mismo en Tijuana personajes de reconocida solvencia moral, dicen que al PRI no le convenía Hank como candidato y apostaban a un triunfo relativamente fácil con Castro Trenti como abanderado del PRI.
Creo que tienen razón pues más allá de que si lo que se dice de Hank Rhon es verdad o no, la sola sospecha resulta un pesado lastre para el tricolor.
Por otra parte, se pensaba que si el candidato del PRI a la Gubernatura surgía de una elección entre militantes y simpatizantes, lo más probable es que Hank hubiera sido el que se hubiera alzado con el triunfo. Pero no fue así.
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