martes, 1 de enero de 2013

Palco de Prensa: ¡Feliz año nuevo 2013!

Por Gilberto Lavenant
La frase un tanto trillada, pero en muchos casos llena de sinceridad, de buenos deseos:  “Feliz año nuevo”. Lamentablemente el tiempo ha demostrado que cada año que inicia, se empieza precisamente con un cúmulo de esperanzas, que se van agotando durante el transcurso de los meses, hasta que concluye el último minuto y segundo del año, sin que muchas de ellas se cristalicen.




Por algo dicen que “la esperanza muere al último” y eso permite a los seres humanos mantener la frente en alto, buscando en el horizonte nuevas y mejores condiciones de vida. Un nuevo año se inicia hoy. Como un “borrón y cuenta nueva”, se empiezan a partir de hoy las sumas y restas, pretendiendo multiplicar las cosas positivas.



No hay mucha diferencia, entre un 31 de diciembre y un 1 de enero. Prácticamente son similares, salvo las nuevas circunstancias, propias del día siguiente, que se han de enfrentar. La posibilidad de aprovechar y explotar al máximo las nuevas oportunidades. El disfrutar las cosas buenas que se presenten, a partir de valorar la vida misma.



Lo más valioso e interesante de un cambio de año, es que los seres humanos suponen, presumen o sueñan, que porque cambia el calendario, pueden también cambiar las cosas que se viven. De un día a otro, como por arte de mágia, con nuevos sueños, con nuevas eperanzas.  



Es el momento propicio para expresar esos buenos deseos que se llevan guardados. Que en el año que acaba, se anhelaron durante los 365 días, hasta el último segundo.



Deseos tales como los siguientes :



Que al menos tengan salud, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Y que esa salud nos permita tener calidad de vida. De otra manera, vivir por vivir, no tiene chiste.



Que al menos tengan trabajo, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Un empleo, fuente de remuneración, que nos permita tener los recursos elementales, para cubrir nuestras necesidades más elementales. Alimentación y vestido, como mínimo.



Que al menos tengan paz, espiritual, como mínimo, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Y esta se logra a partir de que se alcanza a valorar la vida misma, a entender la razón de nuestra vida, el disfrutar de todos, como seres sociales que somos.



Que al menos tengan seguridad, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Que podamos transitar por calles y caminos, sin el temor de sufrir alguna agresión. Que termine la zozobra que nos agobia. Que dejemos de vivir en condiciones de guerra, que nos han llevado a ver la muerte, violenta, como algo casi natural.



Que al menos tengan un techo donde vivir, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Que el derecho a una vivienda, no sea simplemente un precepto constitucional ideal. Que se acaben las trampas legaloides, los trucos financieros, los afanes de enriquecimiento exagerado de instituciones y particulares, involucrados en el tema de la vivienda. Que instituciones como Infonavit y Fovissste, dejen de estar confabulados con los mercenarios de inmuebles y cumplan realmente con los objetivos sociales que fueron la base de su creación.



Que al menos tengan oportunidades, todos los nuestros, a partir de nosotros mismos. Oportunidades de estudio, de superación personal, que les permita alcanzar mejores niveles de vida. Que se haga constar que el estudio, aunque difícil, es el camino ideal para la mejoría de la sociedad de la que formamos parte. Que quede claro que los vicios, la corrupción, la delincuencia, generan descomposición social, daños generalmente irreparables, además de cuantiosos.



Que al menos tengamos políticos honestos, aunque no sean del todo eficientes. Vivir en sociedad, implica organización, estructuras, mandos, normas. Todo sería mejor, si los individuos que gobiernan, tuviesen valores, conscientes de sus responsabilidades.



Que al menos tengamos empresarios humanos, solidarios con las clases sociales, en especial con aquellas más desprotegidas. El mundo no puede estar formado de ricos y pobres. Mucho menos con las groseras diferencias que hoy existen. Que ricos y pobres ganen, en la medida de sus esfuerzos.



Que los seres humanos abandonen las rutas del crímen. Que entiendan que no se vale, pretender el poderío económico, agrediendo y sangrando a los demás. Que entiendan la sentencia : el que a hierro mata, a hierro muere.



Que haya respeto entre los seres humanos. Respeto a la vida, a la moral, a las creencias de todo tipo, a los valores humanos, a la dignidad. El respeto, es un principio escencial de toda sociedad.



Que se haga de cuenta que hoy es el fin del mundo, que este es el último día de nuestra existencia, y que todos los seres humanos se comprometan a ser mejores, como condición para seguir viviendo, como condición para evitar que se acabe este mundo.



Que se encuentre la cura a males tan terribles como el cáncer, la diabetes, el estrés e incluso el hambre, la pobreza extrema. Que la naturaleza nos dé y nos quite, conforme al calendario bilógico de cada quien y no como consecuencia de los males que sin duda alguna ha generado el hombre  mismo.



Que se acaben las guerras, las violaciones a los derechos humanos, el comercio y explotación de seres humanos, la prostitución, la pederastía y tantos males sociales.



Son tantas cosas las que deseamos que cambien, a partir de decir : ¡ Feliz año nuevo 2013 !



                                                                                                                                         gil_lavenants@hotmail.com


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