Por Alfredo Calva
Los datos que en los últimos días se dieron a conocer en algunos medios de comunicación escritos, en los que se señalan los resultados de encuestas llevadas a efecto para conocer la preferencia de los consultados respecto a quien les satisface para que sea el candidato a la gubernatura del estado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), genero reacciones entre la militancia tricolor que desembocaron en una clara idea de quienes no deben de ser tomados en cuenta para tal nominación.
Si bien es cierto que los datos arrojados en las consultas ciudadanas no se pueden considerar como una verdad absoluta, si aportan una fuerte dosis de credibilidad y confiabilidad que permite a quienes los conocen obtener una mejor percepción de quien no resulta rentable o vendible electoralmente para los intereses del priismo bajacaliforniano, a decir de Jorge Hank Rhon, Fernando Castro Trenti y Francisco Pérez Tejada.
En este sentido se encuentran los nombres de Jorge Hank Rhon y Francisco Pérez Tejada, el primero, exalcalde de Tijuana en el trienio 2004-2007 y el segundo, actual primer edil en la capital del estado, los saldos negativos que obtuvieron en las encestas los coloca en el estatus de no elegibles por parte de la población consultada, es decir, no le darían el triunfo al PRI en las urnas en la contienda electoral del próximo año.
Y es fácil el saber por qué. Con Jorge Hank Rhon, los ciudadanos no olvidan, en especial los tijuanenses, su administración oscura y corrupta, en ella se gesto y apareció el famoso ¨Comando Negro¨, grupo delictivo que se dedico al secuestro, la extorsión y al asesinato, integrado en su mayoría por policías municipales en activo liderados presuntamente por quienes coloco Hank Rhon al frente de la corporación, Ernesto Santillana Santillana y Genaro Carrillo Elvira, Secretario de Seguridad Publica y Director de la Policía, respectivamente, ambos personajes traídos ex profeso por Hank Rhon, del estado de México.
El daño que causo la administración hankista a la sociedad tijuanense fue lacerante, la encerró en sus viviendas, la desconfianza y el miedo eran el pan de cada día, al término de su gestión, Tijuana era ya presa del crimen organizado, la siguiente administración a cargo de Jorge Ramos, se enfrento a un grave problema de inseguridad, que solo pudo sacar avante gracias al apoyo de las fuerzas castrenses y de colocar mandos militares al frente de la corporación preventiva.
Designar a Jorge Hank Rhon, como abanderado tricolor, representaría para ese organismo político la garantía de una derrota estrepitosa, los ciudadanos aun no olvidan los momentos de angustia y afectaciones que vivieron durante su gestión como alcalde de Tijuana, y ya se lo demostraron durante el 2007 en su contienda por la lucha de la silla gubernamental en contra de José Guadalupe Osuna Millán.
Con respecto al alcalde de Mexicali, Francisco Pérez Tejada, la encuesta muestra que el novel político es un desconocido entre los ciudadanos de la zona costa, en contra parte, para sus conciudadanos es reconocido por su administración que ha transitado entre viajes y declaraciones que no se han traducido en obras de envergadura que impacten en beneficio de los cachanillas, eso sí, las promesas del edil para los residentes de la capital no escasean, el cumplimiento de estas, es lo que no llega.
Pérez Tejada, para los consultados no reúne la capacidad política que se requiere para poder ser el candidato a la gubernatura del estado por parte de su partido, no logra aun la madurez que el encargo requiere, su dependencia paterna ha, es y seguirá siendo un lastre cotidiano en el quehacer del primer edil, su progenitor, externa a través de su persona, su gran frustración política por su derrota electoral en busca de la gubernatura de Baja California en 1995 con el panista, Héctor Terán Terán (finado).
Coinciden sus coterráneos en su falta de temple y capacidad política que da el ejercicio de la función pública a través de los años, para gobernar una entidad no es suficiente el simple hecho de desearlo y tener la voluntad de hacerlo, es indispensable contar con la sensatez, el juicio, la prudencia, la experiencia y el conocimiento, que permitan al gobernante cumplir con las obligaciones inherentes al cargo a favor siempre del beneficio de los ciudadanos.
La ausencia de estas cualidades en Francisco Pérez Tejada, solo generarían un gobernante improvisado, inseguro, incierto e incapaz de cumplir con las expectativas que se requieren para sacar avante a la entidad, las presiones se mostrarían, como actualmente le sucede, en reuniones con los integrantes de su primer círculo de allegados en donde los excesos son el paliativo a sus dilemas y contratiempos políticos y de su función gubernamental.
En fin, son los datos aportados por las encuestas, solo hay que esperar que deciden los priistas, si apuestan a lo seguro, o se arriesgan a la derrota anticipada.
Pronto lo sabremos.
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